Roger Federer rompió el silencio. Luego de anunciar públicamente su retiro, se abrió ante la prensa y confesó en las vísperas de la Laver Cup.
"Sentí al comienzo del verano que mi progreso no era bueno, que mi rodilla no me dejaba en paz. En Wimbledon, todavía creía en eso, pensé que aún podía. Entonces obtuve la tomografía computarizada que no fue excelente y no hubo más progreso. A los pocos días, pensé que había terminado. Honestamente, ya no quería", le dijo al medio RTSsport, ya en Londres.
Sobre la jornada del anunció, confesó: "Ese día no fue fácil, estaba muy conmovido. En el momento del anuncio, fueron más mis padres y Mirka los que se vieron afectados, yo estaba un poco más relajado. Después tuve una o dos lágrimas. Pero estoy feliz y contento de haber dado el paso . Estoy muy aliviado y feliz de haber tenido la carrera que tuve”.
¿Y el futuro? "Me gustaría organizar una exhibición con los jugadores que yo elija, y espero hacerlo en los próximos 6 meses. Yo mismo no sé exactamente cómo será mi futuro, pero me gustaría no enloquecer por completo lejos de este deporte que me lo ha dado todo".