Al repasar la nómina de jugadores que durante este año han pasado de estar fuera de los 100 primeros del ranking ATP a meterse en el Top 10, no hace falta ahondar en demasiados detalles: Holger Rune aparece a la vista y brilla como ninguno.
El danés de 19 años cierra un 2022 soñado, en el que para enero era el N°103 del mundo y no tenía ni siquiera una final jugada. Ahora, ya promediando la temporada, se va como N°10 y cuenta con tres títulos en la espalda (los ATP 250 de Múnich y Estocolmo, y el Masters 1000 de París-Bercy), además de dos definiciones, en Sofía y Basilea.
Y eso no es todo, ya que en una entrevista con Eurosport aseguró que el año que viene tiene una meta bien clara: "Mi objetivo es ser el número uno del mundo. Sí, ¿por qué no conseguirlo en 2023? Ya veremos, no podemos predecir el futuro".
Y agregó: "Llevo trabajando cada día para mejorar, en cada torneo busco evolucionar en las pequeñas cosas, he madurado mucho en el último año. En estos últimos meses todo ha ido muy bien, así que estoy muy satisfecho y feliz".
En París se convirtió en el primer tenista en batir a cinco Top 10 de manera consecutiva en un mismo torneo (Hubert Hurkacz, Andrey Rublev, Carlos Alcaraz, Felix Auger-Aliassime y Novak Djokovic). Y recientemente tuvo la oportunidad de partir como favorito en las Next Gen ATP Finals, pero decidió no jugarlas para aguardar por un lugar en Turín, ya que era el primer suplente.