El día dos del Abierto de Australia regaló un momento inolvidable. Andy Murray (66º del ranking ATP), un luchador como pocos, volvió a emocionar a todos con un maratónico triunfo que no hace más que demostrar su amor por el deporte. En Melbourne, donde años atrás anunció su retiro por no encontrarle la vuelta a su cadera, el escocés salvó un punto de partido y eliminó al italiano Matteo Berrettini (14º) para meterse en la segunda ronda.
El tres veces campeón de Grand Slam lideraba el encuentro 2-0 en sets pero el italiano remontó y lo puso contra las cuerdas. En ese momento floreció el espíritu combativo de Andy: a sus 35 años y tras dos operaciones de cadera, no se dio por vencido y se adueñó del compromiso en el match tiebreak. Después de cuatro horas y 49 minutos, se impuso por 6-3, 6-3, 4-6, 6-7 (7) y 7-6 (10-6).
De esta manera, el ex número uno del planeta y dueño de 46 trofeos ATP consiguió el triunfo Nº 50 en el major australiano y es el quinto hombre con más victorias en este suelo por detrás de Roger Federer (102), Novak Djokovic (82), Rafael Nadal (70) y Stefan Edberg (56).
La leyenda británica jamás pudo conquistar el Australian Open pese a haber disputado la final en los años 2010, 2011, 2013, 2015 y 2016. Parece complejo pero Andy siempre tiene con qué sorprender e irá por todo. En la próxima ronda se medirá con el vencedor del partido entre el australiano Thanasi Kokkinakis y el italiano Fabio Fognini.