Daniil Medvedev (6° del ranking) es uno de los mejores tenistas de la época. Con su tenis poco ortodoxo y, a la vez, muy efectivo, supo forjar su propio camino y una linda historia de amor con el tenis.
El año pasado llegó a ser la mejor raqueta del planeta y pudo romper una hegemonía de 18 años consecutivos donde los únicos que lograron ocupar esa plaza habían sido Roger Federer, Rafael Nadal, Novak Djokovic y Andy Murray.
Su historia con el deporte blanco comenzó en Moscú, lugar donde nació, hace 21 años. En una entrevista con la ATP, decidió dedicarle unas lindas palabas al tenis: “Recuerdo cuando tenía seis años y me encantaba correr con la raqueta. Conscientemente me enamoré de ti cuando entendí ese sentimiento de competitividad que tienes porque es uno contra uno y solo gana un jugador”.
“El viaje de mi carrera ha sido muy emocionante. Fue mejor de lo que podría haber imaginado cuando era niño. Me encanta y estoy muy orgulloso de lo que he logrado”, reflexionó el ruso.
“El mayor desafío es poder esforzarme todos los días, sin importar lo difícil que sea. A veces pierdo algunos partidos y sé que al día siguiente cuando voy a practicar todo se va a sentir muy mal. Pero para sentirte bien después tienes que seguir intentándolo, y eso es lo que me enseñó este deporte”.
A sus 27 años, y con mucha trayectoria en la espalda, Medvedev disfruta de un presente asombroso: viene de ganar títulos consecutivos en Rotterdam, Doha y Dubái y acumula una racha de 14 victorias en fila. Su próximo desafió será en el Masters 1000 de Indian Wells. Allí partirá adelantado y espera en segunda ronda por el ganador del duelo entre John Isner (39°) y Brandon Nakashima (48°).