El tenista español Carlos Alcaraz, número dos del mundo, afirmó este martes que sus médicos le dijeron que la torsión que sufrió en el tobillo derecho y que le obligó a abandonar el ATP 500 de Río de Janeiro en la primera ronda no parece inicialmente tan grave como pareció en un primer momento.
"Me someteré a pruebas de imagen para ver qué sale, pero tanto mi fisio como el de la ATP creen que no es algo serio", afirmó el valenciano de 20 años y vigente campeón de Wimbledon en una rueda de prensa que ofreció tras su abandono en el torneo brasileño.
El tenista agregó que, dependiendo de los resultados de los exámenes a los que será sometido el miércoles en Río de Janeiro, decidirá sus pasos en la actual temporada, pero que por ahora no puede descartar ningún torneo.
"Al final el tobillo aún está caliente. Tiene que enfriarse y tengo que ver las sensaciones para definir mis siguientes movimientos. Tengo que esperar lo que sale en las imágenes y, a partir de ahí, tomar un rumbo u otro", aseguró el exnúmero uno del mundo al descartar cualquier decisión precipitada.
Alcaraz abandonó este martes el Abierto de Río de Janeiro luego de dos games de su primer partido en el único torneo ATP 500 de Sudamérica, tras torcerse el tobillo en el segundo punto del duelo con el brasileño Thiago Monteiro.
El murciano sufrió una visible torsión en el tobillo derecho cuando realizaba un desplazamiento lateral, cayó al piso en la cancha y demoró en levantarse.
Con claros gestos de preocupación, el vigente campeón de Wimbledon caminó hasta el banquillo, pidió atención médica e intentó proseguir el partido tras ser vendado, pero, con claras muestras de dolor y una visible hinchazón, abandonó el partido cuando empataba la primera manga 1-1.
"Tengo un poco de dolor todavía y al andar me molesta, noto el dolor, voy un poco cojo, pero vamos a tomarla con calma. Voy a recuperarme y descansar y mañana será otro día. Tengo las pruebas y veré qué rumbo elijo", afirmó.
Alcaraz relató que, tras ser vendado, su equipo técnico le dijo que siguiera jugando para ver hasta donde aguantaba, pero que consiguió aguantar un par de juegos y no tuvo buenas sensaciones, así que decidió retirarse para evitar una complicación mayor. "Preferimos tener más cuidado y precaución", dijo.
Alcaraz descartó que la torsión fuese resultado de alguna falla en la cancha en Río de Janeiro y dijo que ese tipo de problemas son comunes en arcilla. "La pista estaba bastante bien. A simple vista no se veía ningún agujero. Pero apoyé fuerte en un cambio de dirección... Son cosas que pueden pasar, a la mayoría de los tenistas les pasan".
Agregó que se marcha de Río con un "mal sabor en la boca" debido a que, tras haber llegado el sábado a semifinales en el Abierto de Buenos Aires, esperaba hacerlo mucho mejor en esta ciudad brasileña, en donde fue campeón en 2022 y finalista en 2023.
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