Un 19 de agosto pero de 2021, Emma Raducanu daba -casi sin pensarlo, creerlo o, mejor dicho, saberlo- el primer gran paso que cambiaría para siempre su carrera. Jugaba el primer partido de la qualy del US Open y a partir de ahí no perdería ningún partido más en esa edición.
Con apenas 18 años, la jovencita británica logró algo realmente increíble, que fue consagrarse campeona de aquel torneo en Nueva York habiendo partido desde las rondas preliminares y contra todos los pronósticos, con un cuadro que contaba con nombres pesados como el de Ashleigh Barty, Aryna Sabalenka, Naomi Osaka, Karolina Pliskova, Elina Svitolina, Bianca Andreescu, Iga Swiatek y Garbiñe Muguruza como las primeras ocho preclasificadas.
Hoy, entonces, se cumplen tres años del duelo en el que venció a la neerlandesa Bibiane Schoofs para avanzar en la qualy, instancia en la que ganó tres partidos hasta meterse en el cuadro principal. ¿Su camino al título? Stefanie Voegele, Shuai Zhang, Sara Sorribes Tormo, Shelby Rogers, Belinda Bencic, Maria Sakkari y Leylah Fernandez, a quien superó en una final realmente inédita.
Desde aquel momento, su carrera tenística dio un drástico giro que la posicionó en un abrir y cerrar de ojos en la primera plana del tenis mundial.
De todos modos, Raducanu ha tenido altibajos, repentinos cambios de entrenadores y lesiones que hicieron que, excepto en Wimbledon este año, nunca más pudiera superar la segunda ronda en un Grand Slam desde su proeza en el US Open 2021.