Sin duda alguna el 2024 no será un año más para Jannik Sinner (1º del ranking ATP), quien demostró a través de sus logros, números y nivel tenístico por qué está donde está y que tiene aún mucho más por dar.
Muchos pensaron que aquella consagración en el Abierto de Australia había sido un golpe de suerte que tal vez no duraría demasiado, pero el propio italiano probó todo lo contrario, necesitando 17 partidos para estrenar la planilla de derrotas en la actual temporada, producto de las coronaciones en el primer Grand Slam de la temporada y el ATP 500 de Roterdam hasta chocar en semifinales del Masters 1000 de Cincinnati frente al español Carlos Alcaraz (3°), que le cortaría la senda triunfal.
Sin embargo, ese tren continuaría en marcha porque a la semana siguiente levantaría otro título más en el Masters 1000 de Miami, siendo el segundo trofeo en la categoría tras lo logrado en Toronto 2023, para instalarse por primera ocasión en el segundo puesto de la clasificación masculina.
Para obtener otra consagración tuvieron que pasar cinco meses, pero entre este lapso de tiempo sucedió lo que más anhelaba, es decir, conquistar la cima del escalafón mundial, hecho que se daría al finalizar Roland Garros por alcanzar la semifinal y aprovechar el abandono por lesión del serbio Novak Djokovic (6º), campeón defensor, en cuartos de final.
En el medio, el pupilo de Simone Vagonzzi y Darren Cahill ampliaría aún más sus vitrinas en el circuito al consagrarse en el ATP 500 de Halle y el Masters 1000 de Cincinnati, reponiéndose grandiosamente a un Wimbledon sin pena ni gloria tras caer en cuartos de final ante Daniil Medvedev (4º) para separarse del resto en el ordenamiento.
Pero la proclamación en el estadio de Ohio no vendría solo porque se extendería a Nueva York, firmando una seguidilla de 12 triunfos para conquistar su segundo torneo de Grand Slam hasta el momento, el US Open, al vencer 6-3, 6-4 y 7-5 al local Taylor Fritz (5°) en la definición.
Desde ese momento hasta ahora, el nacido en San Candido solo perdería un encuentro, curiosamente su única derrota en una final en el vigente calendario, al quedar en las puertas de la consagración en el ATP 500 de Pekín, donde Alcaraz le mostraría la salida por tercera ocasión al hilo. Luego apareció una nueva seguidilla de victorias, once hasta el momento, con el broche de oro en las ATP Finals, en su propia casa y liderado la cima del escalafón mundial.
Una temporada que se resume en un record de 70-6 y con ocho títulos, siendo así la mayor cantidad que consiguió en ambas distinciones a lo largo de su carrera. Número difíciles de superar pero que, al parecer, están lejos de lo que pueden lograr Sinner si mantiene este nivel en los próximos años.