La bielorrusa le ganó a Jessica Pegula por doble 7-5 y alzó su tercera corona de Grand Slam.
La consagración de Aryna Sabalenka (2ª del ranking WTA) no fue solo un torneo más. El tercer grande en su carrera significó una lucha y superación con ella misma y con su pasado que le trae malos recuerdos como la final perdida en el 2023. Esta vez, la victoria estuvo de su lado tras celebrar con su primer US Open al vencer a Jessica Pegula (6ª) con un doble 7-5.
Un encuentro con muchos idas y vueltas, en donde por momentos se podía apreciar una amplia superioridad de la bielorrusa, como también increíbles remontadas de la tenista norteamericana. En conferencia de prensa, la ex número uno del mundo habló respecto de esto: "Fue un partido muy difícil. Ella (Pegula) jugó un tenis increíble. Sinceramente, después de que iba ganando 3-0, no esperaba que volviera con un nivel tan alto. Estoy muy contenta de haber podido mantener mi servicio en ese 5-3".
Un retorno del nivel de Jessica que hasta la propia Aryna se veía más para un tercer set que para cerrarlo en dos parciales corridos: "Estaba preparándome mentalmente para el tercer set. Al menos, tratar de estar segura con el servicio en el tercer set. Puse tanta presión sobre ella en ese juego de servicio en 5-4, y estoy realmente contenta de haber podido quebrárselo", aseguró la campeona.
Haciendo una reflexión con el año pasado, claramente esto contrapone todo lo hecho hasta ahora para estar viviendo uno de sus mejores presentes: "Pasaban por mi mente muchas cosas. La primera fueron todas esas duras derrotas del pasado. Pero a fin de cuentas estaba muy orgullosa de mí misma y de mi equipo porque, sin importar lo que pasara, pudimos volver más fuertes y con un mejor tenis. Y ahora tenemos este hermoso trofeo. No sé cómo describir esa sensación. Estás llorando, riendo, simplemente sentís todas estas emociones al mismo tiempo. Esa es la mejor sensación" comentó emocionada Sabalenka.
Con todo esto, uno de los próximos objetivos que quedan por cumplir tal vez, de acá a fin de año, sea el retorno a la cima del escalafón mundial, aunque la propia bielorrusa aseguró que no es algo a lo que esté siempre pendiente: "No estoy tratando de concentrarme en el ranking, solo en mí misma, y sé que si en cada torneo puedo jugar mi mejor tenis y puedo mostrar este espíritu de lucha en cada partido, podré volver a ser la número uno del mundo. Así que mi enfoque está en mí misma, en mejorar como jugadora y como persona".
También hubo tiempo para hablar del curioso tatuaje de su entrenador con el tigre en su cabeza: "Hoy cuando comimos antes del partido me dijo, "Oye", y me mostró el tatuaje. Ahí todos dijeron, "Está bien, vamos. Lo lograremos". La mitad del equipo también tenía como un pequeño tigre aquí en el brazo. Tengo mucha curiosidad por saber qué será lo próximo, Jason (entrenador). Estaba a punto de decir que se teñiría el pelo (risas)".
Para cerrar, no pudo faltar la parte emotiva en donde Aryna se refirió a su familia y lo que significa ver su apellido en lo más alto: "Cada vez que veo mi nombre en ese trofeo, estoy muy orgullosa de mí misma, estoy orgullosa de mi familia, que nunca se dio por vencida con mi sueño y que hizo todo lo posible para que yo siguiera adelante. Así que realmente significa mucho. Siempre fue mi sueño. Todavía no puedo creer que haya podido lograrlo, como yo con mi equipo, pudimos lograr tanto" finalizó en conferencia la nueva campeona del US Open.