Tan lindo como cruel el deporte profesional. Y de ello puede dar fe Grigor Dimitrov que en cuestión de horas pasó de dar uno de los impactos del año a una cama de hospital. Pero no es tiempo de lamentos sino de pensar en una recuperación lo más rápida posible.
En las últimas horas, el búlgaro publicó en Instagram sus primeras impresiones de la lesión en el pectoral que lo obligó a retirarse cuando tenía ventaja de dos sets sobre el número 1 del mundo, Jannik Sinner, en la cancha central de Wimbledon.
Un Dimitrov entre lágrimas no pudo jugar ningún otro punto, lo que le permitió al italiano avanzar a la siguiente ronda con un marcador final de 3-6, 5-7 y 2-2. Lo acompañó una ovación de pie y no atendió a la prensa pero sí habló con el corazón en la mano: "Uno de los momentos más dolorosos de mi carrera".
"A veces el corazón quiere seguir latiendo... pero el universo tiene un plan diferente para nosotros. Gracias por la inmensa ola de cariño, de familiares, amigos, fans, colegas y toda la comunidad del tenis... sus mensajes realmente me han ayudado a superar estos momentos difíciles. La recuperación empieza ahora. Nos vemos pronto", escribió en su publicación que incluía su foto sentado comiendo en una cama de hospital.
Dimitrov no especificó cuánto tiempo estará de baja pero, según un comunicado de sus representantes, se perderá los próximos torneos en Bastad, Toronto y Cincinnati. Todo apunta a llegar al Abierto de EEUU. ¿Llegará?
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