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Schwartzman apunta a Roland Garros: "La confianza se fue para arriba"

"Todo fue positivo" para Diego Schwartzman en Roma. El argentino accedió a su primera final en Masters 1000 y, más allá de tener sus chances ante Novak Djokovic, N°1 del mundo, estuvo a la altura en el contexto de una semana inolvidable en el Foro Itálico, victoria ante Rafael Nadal, incluida y así lo reflejó en conferencia de prensa.

A minutos de su primera final en este tipo de torneos, Schwartzman le respondió a ESPNTenis.com, dejando en claro que, paulatinamente, empezó a cumplir los objetivos que se propuso durante los meses de parate obligado: "Rompí una barrera más de esas que uno anota en los libritos. Llegar a una final de Masters 1000 es una alegría para mi equipo y para mí. Sentí que crecí. Para seguir subiendo en el ranking tengo que ganar en cuartos y semifinales de estos torneos. Si no, voy a tener, si Dios quiere, un gran pasar, siendo regular y jugando muy bien que es donde estoy. Pero si quiero dar otro paso tengo que repetir semanas como estas y sentirme capaz de hacerlo".

¿Cómo vivió el trámite del partido? "Pensé que iba a estar más cansado pero estaba bien. En el comienzo estaba con mucho empuje y él no me hacía daño. Estaba en control, mismo después del 3-0 tuve mis chances. No es mi fuerte, pero con un mejor saque el primer set quedaba de mi lado. Después saqué mal, no tuve bolas fáciles. Él se fue soltando. Sabe jugar estas finales. En el segundo, él jugó mejor y manejaba los puntos".

Como balance de la semana, al argentino le quedó el eco que tuvo en su país sus buenos pasajes por la capital italiana y hasta tomó dimensión de haber llegado a la definición de un torneo tan tradicional, a metros del Estadio Olímpico. "El cariño que recibí y la repercusión que hubo no deja de sorprender. No es por humildad, pero soy un simple jugador de tenis y es una alegría inmensa que a tanta gente le guste lo que hago dentro de la cancha. El pasillo de los campeones de hombres y mujeres que hay acá es espectacular y todos los días paso por ahí. Ahora voy a aparecer pero no en el nombre que quería". Tras esta actuación, subirá del puesto 15° al 13° del ranking mundial.

Dando vuelta la página, la próxima escala será en uno de los máximos objetivos del año, Roland Garros: "El año pasado hice semifinales acá en Roma y perdí con Leo (Mayer) en segunda ronda. Y quiero revancha de lo que pasó en el US Open porque siempre rendí en esos torneos. Ahora la confianza se fue para arriba. Ojalá pueda jugar bien. Si me siento bien, me tengo mucha confianza, sobre todo en polvo de ladrillo. Ojalá sean buenas las sensaciones desde el primer entrenamiento para tener una buena semana. Sabiendo que perdí en segunda podría sumar algunos puntos", dijo quien tocó el 11° lugar ATP en 2018, luego de llegar a cuartos de final en París.

Sobre los primeros pasos en la capital francesa, confesó cuál es su máxima preocupación: "El primer test es lo que mas miedo te va. Hoy había mucha gente que te abraza, te toca y los tenistas estamos con pánico. Puede saltar un positivo o falso positivo porque la gente que estaba en la ceremonia vuelve a sus casas, no están en una burbuja. Por eso está ese miedo en la cabeza. Más no nos podemos cuidar pero es lo que más miedo nos da. Ese primer día después del test esperás que te llegue el mail y lo abrís con un cagazo (sic) terrible".