El N° 1 del mundo llevó su caso a lo más alto de las autoridades australianas un día después que se le canceló la visa por segunda ocasión
La batalla legal en Australia contra la deportación del tenista serbio Novak Djokovic fue elevada al Tribunal Federal Australiano, una instancia superior, un día después de que el ministro de Inmigración del país, Alex Hawke, decidiera cancelarle por segunda vez el visado.
En una vista preliminar a cargo del juez David O'Callaghan, del Tribunal Federal de Australia, que comenzó de forma virtual a las 10:15 hora local, se confirmó el traspaso del caso, aunque queda aún por determinar si el recurso presentado por los abogados del tenista será abordado por el pleno de los magistrados.
El tenista serbio de 34 años, quien se desconoce si estuvo presente en la vista preliminar, se reunió por la mañana con agentes de inmigración en la ciudad de Melbourne, quienes lo iban a detener formalmente.
Según una orden judicial emitida el viernes por la noche tras una vista de emergencia en el Tribunal del Circuito Federal de Melbourne, Djokovic tiene autorización para reunirse con sus abogados entre las 10 y las 14 horas de este sábado bajo la vigilancia de dos agentes de inmigración.
Después de ello, Djokovic debe ser detenido hasta la vista de mañana, aunque el jugador no puede ser deportado del país hasta se revise la impugnación a la decisión del ministro Hawke.
Se espera que el proceso acabe antes del inicio del Abierto de Australia, que se celebra entre el 17 y el 30 de enero en la ciudad de Melbourne y en la que Djokovic espera obtener su décimo título y convertirse en el tenista más laureado de la historia con 21 Grand Slams.
Ayer viernes, tras varios días estudiando el caso, el ministro de Inmigración, Alex Hawke, decidió volver a cancelar el visado de Djokovic con la intención de expulsarlo del país, lo que también podría implicar la prohibición de volver durante tres años a Australia.
Djokovic viajó el 5 de enero a Melbourne desde España con una exención médica para no estar vacunado, al haberse estado contagiado de COVID-19 recientemente, aunque a su llegada las autoridades de Inmigración le cancelaron el visado y lo detuvieron.
Pero el pasado lunes, un tribunal presidido también por el juez Kelly ordenó la liberación del tenista tras entender que no se le había tratado con "equidad".