Tras derrotar al Carlos Alcaraz en cuatro sets, el actual número 2 del mundo destacó lo difícil que fue coronarse en Cincinnati.
Novak Djokovic (2° del ranking mundial) ganó, muy posiblemente, el mejor partido del año: el serbio se impuso ante Carlos Alcaraz (1°), en casi cuatro horas, por 5-7, 7-6 (7) y 7-6 (4) y se consagró campeón del Masters 1000 de Cincinnati, logrando así su tercer trofeo en este certamen y su 39° en la categoría -máximo ganador-.
Con este trofeo, Nole pudo tomarse una pequeña venganza de lo que sucedió en la definición de Wimbledon 2023, donde Carlitos logró el triunfo tras una feroz batalla de cinco sets y cinco horas, en lo que es otro de los cotejos inolvidables que viene teniendo esta temporada.
El duelo fue una montaña rusa. Desde Nole quebrando en el primer set, hasta Alcaraz ganando el mismo y estando break arriba en el segundo, con Novak con mareos y molestias, luego el serbio salvando match point y nivelando las cosas. Finalmente, la película del match no pudo tener un cierre más dramático: el murciano salvó varios puntos de partido, nivel el parcial decisivo y se culminó en el tiebreak. Si en el tenis existiese el empate, sin dudas este duelo tendría tal resultado.
La antesala del US Open, último Grand Slam del año, no pudo ser mejor. Ambos tenistas podrían verse las caras en Flushing Meadows en una hipotética final. Por lo pronto, Djokovic se encargó de nivelar el historial con Carlos y de sacarle más ventaja a Rafael Nadal en la lucha por ser el máximo campeón de Masters 1000 en la historia: La Fiera cuenta con 36 coronas.