Novak Djokovic (1º del mundo) solicitó asistencia médica por una molestia en la rodilla derecha y encendió las alertas en el compromiso de octavos de final ante Francisco Cerúndolo (27º). El serbio, que hasta el momento no había evidenciado dolencias de ningún tipo, fue atendido por unos minutos y explotó de furia por el estado de la cancha Philippe Chatrier.
El tenista balcánico, máximo ganador de eventos Majors, fue atendido en el 1-2 del segundo parcial, situación que desencadenó en un momento de suma tensión. Es que el serbio, con un rostro serio y visiblemente fastidioso, expresó su descontento con un supervisor, achacando la responsabilidad de su problema físico al "mal" estado del campo de juego.
"Me he lastimado la rodilla, me estoy resbalando todo el tiempo. Lo único que pido es que barran más seguido los fondos. Se supone que los supervisores están para mirar y, yo, como jugador, te estoy diciendo que la tierra está mal", sostuvo Nole, mientras que del otro lado, retrucaron que "no podemos hacer nada".
Cabe mencionar que el genio de Belgrado, de 37 años de edad, que habló maravillas del porteño, arribó al estadio con un vendaje en la zona; no obstante, esta molestia que trajo preocupación en París, no estaría relacionada, ya que habría sido ocasionada durante el trascurso del partido.
El duelo, que define un boleto para los cuartos de final, estuvo detenido por muchos minutos y luego se reanudó con un Djokovic desplazándose sin demasiados inconvenientes. El set, finalmente, quedaría en poder de Cerúndolo.