En el Mes de la Herencia Hispana, la próxima generación de los Jáquez —los hermanos Jaime Jr., Gabriela y Marcos— mantienen la tradición familiar en el deporte mientras permanecen conectados con sus raíces.
CAMARILLO, Calif . – El sonido y el olor de hamburguesas cocinándose sobre un asador durante el verano podría venir de cualquier patio estadounidense. Aquí, en el sur de California, una brisa inesperada es bienvenida ante la tarde calurosa. Jaime Jáquez Sr. la disfruta felizmente mientras cocina para sus padres y sus tres hijos. Sobre la mesa, tres generaciones se reúnen para hablar en dos idiomas sobre su pasión compartida: el deporte.
Las conversaciones en inglés con toques de español sirven como un recordatorio firme de la ascendencia mexicana de la familia. Jaime Jáquez Jr., un novato destacado para el Miami Heat de la NBA la temporada pasada, y una estrella universitaria en UCLA previo a eso, mayormente reacciona a la plática a su alrededor. Su hermana, Gabriela, una estrella en ascenso para el equipo femenil de básquetbol en UCLA, revisa los bocadillos frente a ella y considera ponerles salsa picante. El menor de los hermanos, Marcos, un liniero defensivo que estudia en Ventura College, pregunta a sus abuelos, Ezequiel y Gloria, sobre sus anécdotas como jóvenes atletas.
“Mi papá vio que nos gustaba el básquetbol, y nos hizo un aro de una barra de refuerzo o algo así”, recuerda el abuelo Ezequiel, quien jugaba de niño en la calle o su patio trasero con su hermano mayor. “Pero no conocía las dimensiones. El aro era de 16 pulgadas, uno regular es de 18. Entonces nos poníamos muy felices cuando anotábamos ahí”, ríe.
El ingenio de Ezequiel y su padre es una representación del Sueño Americano. Lo que ninguno de ellos sabía en ese momento, era que esa barra de refuerzo era un cimiento a futuro para establecer a una dinastía deportiva mexicoamericana. Ezequiel fue el primero, su hijo Jaime le siguió. Ahora, ambos ven a la siguiente generación tener éxito a un nivel que la familia previamente apenas podía soñar.
Aun así, los Jáquez mantienen un deseo ardiente de seguir conectados a sus raíces mexicanas mientras representan a ambos lados de la frontera. Jaime Jr., Gabriela y Marcos representan el siguiente paso en el legado familiar.
Ese binomio cultural se verá el 2 de noviembre, cuando el Miami Heat de Jaime Jr. enfrente a los Washington Wizards en la Ciudad de México, como parte de los NBA Global Games. El jugador de segundo año, uno de los pocos de ascendencia mexicana en la historia de la liga, será parte importante del duelo que se disputará en Día de los Muertos, una festividad significativa en México.
“Definitivamente voy a sentir mucha presión, seguro”, dijo Jaime Jr. en entrevista con ESPN para el Mes Nacional de la Herencia Hispana. “Pero es algo que se debe recibir con los brazos abiertos”.
Negocio familiar
Jaimito, como es conocido dentro de la familia, es el primer Jáquez en llegar a nivel profesional de su deporte, aunque pronto, podría estar bien acompañado.
La relación de los Jáquez con los deportes lleva ya varias décadas. Richard, el hermano del abuelo Ezequiel, jugó beisbol a nivel ligas menores en la organización de los Houston Astros (entonces conocidos como Colt .45s) en 1964. Al retirarse, fue un exitoso entrenador de beisbol y futbol americano a nivel preparatoria, y fue investido en el Salón de la Fama del Condado de Ventura.
Por su parte, Ezequiel jugó beisbol en Ventura College. Su interés en competir en futbol americano fue detenido por su madre, Lucía, quien pensaba que su hijo era demasiado flaco y se podía lesionar. Midiendo más de seis pies de altura, Ezequiel encontró su deporte, el básquetbol, y este le dio una beca para Arizona State College en Flagstaff. Posteriormente, la escuela fue rebautizada como Northern Arizona.
“Nunca había ido para allá. Es chistoso. Llegué en traje y me vieron como que era un tipo raro”, dice Ezequiel. “[Los demás] usaban botas de vaquero y cinturones y cosas así”, continúa.
Poco después, conoció a Gloria, de Zapotlanejo, Jalisco, a unos 30 kilómetros al este de Guadalajara, y ambos echaron raíces en Oxnard, California, tras casarse. Su hijo, Jaime, continuó el legado de jugar básquetbol a nivel universitario en Concordia University, situado en el cercano poblado de Irvine. Ahí conoció a Angela Sather, también jugadora en Concordia quien anotó 21.4 puntos por juego en 1997, un récord de la escuela en aquel entonces. Angela fue la Jugadora del Año de la conferencia Golden State y ayudó a los Golden Eagles a calificar al Torneo NAIA. Ingresó al Salón de la Fama de Concordia en 2008.
Los tres hijos de la pareja llevan nombres en español para darles un sentido de tradición por la tierra que vio nacer a los ancestros de su padre.
“Para mí, el nombre es lo más importante”, dice Jaime Sr. “Me llamo Jaime, y en la tradición mexicana, el [niño] primogénito va a [llevar mi nombre]. Quería que mis hijos llevaran nombres en español. Marcos, Gabriela, Jaime. Para mí, esa es la base”, puntualiza.
Sus hijos heredaron también la pasión por los deportes y el talento atlético. Jaime Sr. instó a sus hijos a jugar diferentes deportes y se aseguró de darles una formación mental para hacer par con sus atributos físicos.
Conectados con sus raíces
De niños, los hermanos Jáquez pasarían sus vacaciones en México, llegando a convivir con sus familiares en Zapotlanejo. Jaime Sr. y Angela tomaron estas medidas para que sus hijos conectaran con su cultura y con su historia. Las experiencias fueron claves para ayudarles a entender estos orígenes y fortalecer las conexiones familiares.
Tomando esto en cuenta, el All-Star Weekend de la NBA fue la cereza en el pastel para Jaimito tras una gran primera mitad de la temporada. Fue votado Novato del Mes para la Conferencia Este durante Octubre/Noviembre y Diciembre, y fue seleccionado para el Rising Stars Challenge, un duelo que pone a las promesas de la liga a competir en un duelo de exhibición. Pero el Concurso de Clavadas en Indianapolis fue lo más notable, ya que durante este evento Jaime Jr. salió portando un jersey del Heat en español y sobre una cancha LED que proyectó la bandera mexicana debajo de él.
Mientras Jáquez preparaba su clavada, el video sobre la cancha mostraba nombres de ex jugadores mexicanos de la NBA, antes de finalizar con un mensaje contundente: “El legado vive”. Jaime Jr. compitió solamente en la primera ronda, y este incluyó una clavada sobre Shaquille O’Neal, su héroe de niño. O’Neal ganó un campeonato con Miami en 2006. Pero la participación de Jáquez es recordada como una de las más memorables del evento.
Mientras tanto, Gabriela representa a la selección mexicana. Debutó en Agosto en el pre-clasificatorio de la FIBA rumbo al Mundial de 2026, bajo el mando de Lindsey Harding, entrenadora en jefe de México y asistente de los Los Angeles Lakers. Gabriela llevó a México a las semifinales del torneo y terminó como la máxima anotadora, con 21.8 puntos por juego.
Actualmente en UCLA, Gabriela tiene el objetivo de seguir los pasos de su hermano mayor y convertirse en apenas la tercera jugadora con ascendencia mexicana en la historia de la WNBA.
“Me encantaría jugar en la WNBA”, dice Gabriela. “El basquetbol femenil es muy diverso. Pero la comunidad mexicana [en la WNBA] es muy poca. Definitivamente espero que eso crezca conmigo”, continúa.
Así como lo hizo Jaime Jr. previamente, Gabriela se encuentra en una universidad llena de tradición y que regularmente envía a sus estrellas al nivel profesional. UCLA tuvo a seis representantes en la WNBA esta temporada.
Hace unos meses, Gabriela mostró sus dotes como jugadora de softbol, jugando con las Bruins en la Serie Mundial Universitaria Femenina.
“Siempre fue un sueño para mí de niña jugar softbol en UCLA”, dice Gabriela. “Disfruto mucho estar en un equipo. Y poder meterme de lleno a un equipo nuevo, una nueva cultura mientras estoy [en la misma escuela] es muy emocionante”, apunta.
Jaime, Gabriela y Marcos Jáquez recuerdan el día que jugaron 'hombres contra mujeres' en las instalaciones del Heat, y el perdedor recibió su merecido.
Un legado duradero
La presencia de la familia en UCLA seguirá mucho después de que Gabriela se gradúe. En 2023, el UCLA Latino Alumni Association y el UCLA Alumni Association anunciaron el Fondo de Becas de la Familia Jáquez en la universidad.
“Tienes una especie de deber para devolverle algo a la comunidad y a la gente que te ayudó a convertirte en quien eres hoy”, dice Jaime Jr. “Por eso desarrollamos el fondo de becas, para los muchachos que tienen la habilidad de llegar a la universidad, pero quizás no tengan los fondos. Eso jamás debería ser un problema”, sostiene.
El hermano más joven de los Jáquez ahora espera su turno, pero en otro deporte. Pese a que Marcos fue seleccionado al equipo ideal del condado mientras jugaba basquetbol en Camarillo High School, escogió al futbol americano como su camino a futuro, respaldado por su gran trabajo como liniero defensivo. En Camarillo, fue seleccionado al equipo ideal de la California Interscholastic Federation.
Jugando basquetbol, Marcos sufrió una lesión a su muñeca que lo ha alejado del emparrillado recientemente. Aun así, espera brillar en Ventura College a futuro, para después ser considerado eventualmente como un talento digno de llegar al nivel profesional. El joven dice admirar mucho a la estrella defensiva de los Las Vegas Raiders, Maxx Crosby.
“Si llegara a la NFL, y pudiera representar a México y a los mexicoamericanos, eso sería genial”, dice Marcos. “¿Quién no quisiera ser esa ancla o ese apoyo para niños que luego crecerán y quieran hacer algo importante en sus vidas?”
Sin importar al final cuántos de la familia Jáquez lleguen al profesionalismo de su respectivo deporte, el legado familiar ya inspira a las siguientes generaciones en ambos lados de la frontera, como apunta Marcos.
Jaime Jr. busca mejorar tras su temporada como novato en la NBA. Su hito de popularidad lo llevó el año pasado a filmar comerciales que se vieron a nivel nacional en Estados Unidos con Jimmy Butler, su coequipero estrella en Miami. Tanto Jaime Jr. como Gabriela tienen contratos de auspicio con compañías mexicanas, también.
Hay mucha actividad para los Jáquez próximamente, por lo que ni ellos saben cuántos familiares de Jaime Jr. podrán estar presentes el Día de los Muertos en la Ciudad de México para verlo jugar.
“Tengo que estar [en México] y ver la manera de luego ver a Gabriela en París el 4 de noviembre”, dice Jaime Sr. “Ese día es también mi aniversario de bodas. Suena a que no dormiré mucho. Esas son las cosas que me preocupan”, bromea. “Como te dije, estamos muy ocupados estos días”.