HOUSTON -- Los Golden State Warriors han tenido que esperar casi un año para tener de nuevo la oportunidad de enfrentarse por tercera vez consecutiva a los Cleveland Cavaliers en las Finales de la NBA y ahora con varias motivaciones extras que los hacen todavía más favoritos y mejor equipo.
El título ganado el año pasado por los Cavaliers no se lo quedó el mejor equipo de la liga sino el que tuvo al final más suerte, se favoreció de decisiones arbitrales más que polémicas y se aprovechó también del hundimiento físico que sufrió el base Stephen Curry y los errores mentales y de comportamiento de Draymond Green.
Cuando los Warriors estuvieron en su nivel normal de juego la serie al mejor de siete la pusieron a sólo uno triunfo (3-1) de haber logrado el segundo título consecutivo.
El resto ya es historia y como, al margen de los seguidores de los Cavaliers el resto de los buenos aficionados al deporte vieron que el resultado final del duelo de las Finales del 2016 no estuvo acorde a la calidad de los equipos que las disputaron, la revancha de este año es de "justicia".
Los campeones de 2016 contra los campeones de 2015. La primera "doble revancha" --revancha de una revancha-- en la historia de la liga.
Es el duelo más esperado, anticipado y probablemente el que los Cavaliers y Warriors ansiaban como equipos a la hora de asegurar su legado en la historia de la NBA.
"He sido afortunado de formar parte de esta liga en años recientes y jugar en el máximo escenario", declaró LeBron James, la estrella de los Cavaliers, que llega a la final por octava vez y las últimas siete de manera consecutiva. "Pero vamos a disfrutar un par de días más antes de enfrascarnos en ese duro choque en el Oeste".
Los Cavaliers y los Warriors repartieron triunfos en los dos encuentros de esta temporada, ambos ganando en casa. Cleveland ganó por un punto en Navidad, mientras que Golden State superó por 35 a Cleveland el 16 de enero.
Los Warriors tuvieron de nuevo la mejor marca de la liga con 67 triunfos al concluir la competición regular de la temporada 2016-17, incluida la racha de 27-1 en los últimos 28 partidos y ahora están invictos 12-0 en los playoffs, que ya es marca histórica.
Cleveland, que en ocasiones parecía adormilado en la campaña regular, registró marca de 12-1 en los playoffs de la Conferencia del Este que terminó el jueves con una victoria sobre Boston, pero de nuevo los rivales que tuvo fueron muy inferiores a los que enfrentaron los Warriors.
"Al jugar en esta liga uno no puede dar nada por sentado", afirmó Curry. "Treinta equipos se preparan cada año para tratar de llegar a este punto, y sólo dos lo logran. Así que uno debe valorarlo, necesitamos comprender el privilegio que representa y la oportunidad que tenemos de jugar en la final nuevamente, tener la oportunidad de ganar un campeonato".
Mientras que el entrenador de los Cavaliers, Tyronn Lue, fue citado esta semana diciendo que creía que la ofensiva de Boston era "más difícil de enfrentar" que la de Golden State. Cuando se le preguntó el jueves qué pensaba al respecto, el entrenador interino de los Warriors, Mike Brown, respondió: "Esa es su opinión. Es graciosa".
Lo que si está bien definido es que ambos equipos se tienen respeto y al margen de la estrategia sicológica que vayan a utilizar en el campo están los rivales que los aficionados querían ver.
"El mejor equipo de nuestra liga en los últimos tres años", admitió James sobre los Warriors. "Y han incorporado a un increíble jugador con el arribo de Kevin Durant este año. Eso lo hace aún más difícil. Nos van a desafiar mucho, ofensivamente, defensivamente, mentalmente, físicamente. Tenemos que estar listos para el reto".
Mientras que para James, las Finales de la NBA son ya un ritual anual, para Durant, su llegada pone fin a una espera de cinco años.
La única otra vez que Durant alcanzó la final fue en 2012, cuando jugaba con los Oklahoma City Thunder y las perdieron por 1-4 al mejor de siete ante los Miami Heat cuando James logró su primer título de liga.
Apenas terminada esa serie, James se abrazó con Durant, diciéndole al entonces estrella y jugador franquicia de los Thunder, con quienes por entonces era su compañero de entrenamientos en los meses de verano, que estaba orgulloso de él, pero no deseaba cruzarse de nuevo con él en el camino de la lucha por el título.
Lo hará y esta vez, no con un equipo sin experiencia como eran los Thunder, sino con el mejor de la liga y el que para muchos durante toda la temporada regular demostró que era el verdadero campeón de la NBA.
A partir del próximo jueves, con el primer partido de la serie al mejor de siete que se va a disputar en el Oracle Arena de Oakland, se va a ver quien es el mejor equipo de la NBA.