Tras el incidente con los Houston Rockets y después de ser suspendidos Gerald Green y Trevor Ariza por dos juegos, los Clippers de Los Angeles parecen haber dejado en el pasado el episodio de los camerinos, y allí mismo Blake Griffin le comentó a ESPN cómo están los ánimos de sus compañeros en el vestidor.
“Todo el mundo está tranquilo y feliz, este equipo es muy unido, confiamos en nosotros mismos”, aseguró.
Griffin, quien fue expulsado del juego el lunes pasado, no recibió sanción alguna de parte de la NBA; directivas de la organización han señalado que a pesar del contacto físico que tuvo el pívot de los Clippers con el entrenador de los Rockets Mike D’Antoni, las grabaciones muestran algo muy leve que no daba lugar a castigo.
Tras terminar victoriosos el juego contra los Denver Nuggets 109-104, Blake dijo que la atmósfera de camerinos “es buena, porque todo el mundo se involucra”.
Entretanto, los jugadores implicados en el incidente también fueron multados sin salario, con lo cual Ariza deja de cobrar casi $42,000 dólares y Green alrededor de unos $15,000; al respecto el entrenador de los Clippers, Doc Rivers, comentó que esas sanciones hubieran sido suficientes y que no ve con buenos ojos que alguien se ausente de los juegos.
“Más gente de su lado estuvo involucrada obviamente, pero nunca quiero que se vaya a mayores, creo que solo deberían ser multas, no me gusta que jugadores pierdan partidos”, dijo Rivers.
Todavía no hay velas ni mucho menos en los pasillos del Staples Center, pero eso sí, que quede claro, tras el molesto episodio fuera de la cancha los Clippers enfatizan el profundo respeto que su recinto merece.
“Es un lugar muy sagrado, es donde nuestro equipo se alista para lo que hay que hacer en un juego... lo que pasó, pasó... y la liga se encarga”, dijo Tyrone Wallace a ESPN.
Los Clippers, quienes se anotan su sexta victoria frente a los Nuggets, pudieron remontar sin problema a los visitantes tras caer 12 puntos; la banca tuvo participación activa en la ofensiva hasta el final del juego, logrando así ascender a la séptima casilla de la Conferencia Oeste peleando un posible paso a los playoffs.