Ésta es la historia que conocen:
El verano pasado, mientras Los Angeles Lakers armaron su equipo alrededor de su nueva estrella LeBron James, cargaron su roster con manejadores del balón con poca habilidad encestadora y desestimaron sumar gigantes confiables, asumiendo que James jugaría más tiempo dentro de ese rol. Fue un plan, ratificado por el propio James, que incluía un juego veloz y liberarse de la presión de la creación mientras pasaba a la etapa del ocaso de su carrera.
Esa idea no funcionó. Los Lakers no podían encestar y la cancha se le encogía a James. Terminaron asumiendo una búsqueda en pos de jugadores gigantes durante un periodo de meses. Los bases Lonzo Ball y Rajon Rondo se lesionaron. James asumió de todos modos la mayor parte de la carga creativa: jugó al ritmo más veloz de su carrera a los 34 años; a dos meses de iniciarse el torneo, LeBron sufrió la peor lesión de su carrera. Los Lakers terminaron con récord 37-45 y quedaron eliminados de los playoffs.
Ahora, los Lakers quieren escribir una nueva historia. Será de la siguiente forma:
James ahora será el creador principal, tal como ha sido el caso de los equipos para los cuales ha jugado durante los últimos 16 años, como resultado de la planificación o no; con Rondo regresando como suplente probable ganando $7 millones menos. Ahora, el roster cuenta con un torrente de jugadores “puesto 3 y defensores” con Danny Green, Avery Bradley y Jared Dudley uniéndose a Kentavious Caldwell-Pope tras su renovación.
Un súper cambio para hacerse con los servicios de Anthony Davis, el regreso de Kyle Kuzma y la incorporación de DeMarcus Cousins le dará a los Lakers una línea delantera dramáticamente más robusta, con Davis presente para compartir la carga de anotación y creación que James asumió el año pasado.
Se trata de poner a James y Davis en el pick-and-roll, estirar la cancha con estos encestadores (quienes también trabajarán fuertemente a la defensiva) y dejar que la magia suceda. Sumen la posibilidad de incorporar a un campeón de la talla de Andre Iguodala y a otro jugador de reparto veterano con el tiempo (y quizás otro encestador de la talla de Kyle Korver) y la fórmula está allí. “No hay duda de que este es un equipo mucho más fuerte que encaja mejor con LeBron presente”, expresó un ejecutivo de la NBA.
“Colocaron a muchos suplentes como titulares en la temporada pasada y contaban con algunos chicos en su banca que no debieron haber jugado en esta liga”, expresa un scout. “Si se mantienen sanos, ahora cuentan con una alineación digna de estar en playoffs”.
“Incorporaron a Anthony Davis; si no hicieran nada más, ya han mejorado muchísimo”, indicó otro ejecutivo de la liga.
Entonces, después de la experiencia de la pasada temporada, en la cual bien se dio un paso en falso o fue producto de la mala suerte, ¿cuánta calidad tienen los Lakers? En una Conferencia del Oeste en la cual varios equipos (incluyendo sus coarrendatarios del Staples Center, los LA Clippers) se han armado con talento, es una pregunta válida.
Un factor clave, según creen los scouts, será la salud. Davis tiene un historial con las lesiones lleno de luces y sombras, aunque éste ha logrado evitar lesiones importantes durante las últimas tres temporadas. Davis participó en apenas 56 partidos en la temporada pasada, ausentándose de numerosos encuentros en la segunda mitad de la temporada en un cuasi exilio debido a sus exigencias de un canje. James disputó la totalidad de los 82 partidos de la campaña 2017-18 con los Cleveland Cavaliers; sin embargo, en el torneo anterior quedó fuera de acción debido a una lesión inguinal.
Si alguno de estos jugadores llega a sufrir otra lesión significativa, el margen de error podría hacerse muy estrecho rápidamente. La profundidad dentro de la Conferencia del Oeste significa que un periodo negativo de 10 partidos podría terminar siendo sumamente costoso.
“Kuzma necesitará demostrar que puede ser una confiable tercera opción encestadora”, expresa un scout de la Conferencia del Oeste, “porque AD (Davis) y LeBron se ausentarán de varios partidos y en mayor medida, cuentan con jugadores especialistas en la actualidad. Kuzma tendrá que asumir la carga principal en ciertas ocasiones”.
A la hora de evaluar el resto de la liga, el otro tema del cual estarán pendientes los rivales es la forma en la cual los Lakers manejará la presión que sentirán a principios de temporada. James es famoso por su capacidad de aportar en momentos importantes, aunque también es conocido por hacer planes en julio que terminan siendo descartados en enero. La pasada temporada es apenas uno de una larga lista de ejemplos.
A pesar de todo lo que representa en la cancha, James también se desprende frecuentemente de tareas que le restan energía, tales como marcar a jugadores de mayor estatura, defender contra los principales anotadores del equipo rival durante el transcurso del partido o subir el balón en la cancha. La pasada temporada, según prácticamente todas las estadísticas, fue la peor de la carrera de James en lo que a defensiva se refiere. “AD se ganará su sueldo con su labor defensiva”, dijo un scout.
Cuando los Lakers utilicen su alineación más talentosa, la cual probablemente incluirá a James como base, creará un reto a la defensiva. Todo esto puede implicar una carga extra para el técnico a la hora de gestionar alineaciones y asignaciones, especialmente a principios de la temporada, cuando los roles siguen en definición y existe un proceso de búsqueda del ritmo apropiado. Lo cual significa que, a pesar de la infusión de talento, el nuevo entrenador Frank Vogel podría tener mucho trabajo en sus manos mientras se encuentra bajo el microscopio mediático y de la afición.
Las primeras temporadas de James con sus entrenadores no han sido precisamente las mejores durante la última década. LeBron y Erik Spoelstra se señalaban mutuamente cuando ambos estaban en el Miami Heat; su relación con David Blatt en Cleveland fue un total fracaso prácticamente desde el primer día y el año pasado, rápidamente se abrió una grieta entre James y Luke Walton. James llegó a tener problemas con Mike Krzyzewski durante su primer verano juntos con la selección de Estados Unidos en 2006, antes de que finalmente pudieran estrechar lazos.
El hecho de que Jason Kidd, quien tuvo una relación previa con James cuando eran compañeros en el equipo de Estados Unidos diez años atrás, se encuentra actualmente en la banca de los Lakers solo incrementaría el escrutinio.
“Frank es una persona que evita los enfrentamientos, lo cual podría funcionar con ese grupo a largo plazo”, expresó un ejecutivo. “Sin embargo, se trata de un equipo completamente nuevo y las cosas podrían dificultarse al principio; eso podría complicarlo todo”.
A la hora de medir las opiniones de más de una docena de scouts y ejecutivos, el consenso radica en que los Lakers deberían ascender en la tabla de posiciones ubicándose entre los 45 y 55 triunfos y mostrarse como fuertes contendores para hacerse con la ventaja de local en la primera ronda de la postemporada. Eso se convertiría en un verdadero paso adelante, a criterio de la mayoría, en lo que será una temporada con el objetivo de remontar; aunque quizás no sea lo que aspiraban los Lakers hace una semana cuando intentaban asegurar los servicios de Kawhi Leonard. Sin la presencia de Leonard, esos scouts y ejecutivos no pueden imaginarse un campeonato en el futuro inmediato para este grupo en particular.
“Si hubieran contratado a Kawhi, probablemente todos nosotros estaríamos jugando para hacernos con el segundo puesto”, afirma un ejecutivo. “Nunca he descartado a LeBron y estoy interesado en verle a él y AD jugando juntos. Pero muchos factores tendrán que ir a su favor para que puedan ganar el campeonato”.