La media sonrisa no reflejaba la alegría que sentía Dirk Nowitzki en el cierre del tercer partido de las finales de la Conferencia Oeste entre Dallas Mavericks y Minnesota Timberwolves. El alemán, el mejor jugador de la historia de los Mavs, vestido con una elegante camisa blanca que reemplazó a la camiseta número 41, aplaudía con tranquilidad. La frialdad del festejo se corresponde con su actual rol de consultor. La satisfacción por la gran actuación de Luka Doncic y Kyrie Irving, que con la victoria de este domingo dejaron al equipo texano a un paso de las Finales de la NBA, explotaba por dentro.
El abrazo entre Luka y Kyrie que selló el triunfo que colocó el 3-0 en la serie significó mucho más que una celebración. Doncic e Irving están unidos por un objetivo: la gloria. Está más que claro que quedaron en el pasado los cortocircuitos que tenían en el juego en el inicio de su vínculo como compañeros. La sociedad de estas dos superestrellas funciona a la perfección. Una de las claves para que esto sea posible es que Kyrie entendió que debía ocupar el rol de actor de reparto y no pretender ser protagonista. Dallas Mavericks es y será, al menos hasta que él lo desee, el equipo de Luka.
En la victoria como local por 116-107 frente a los Timberwolves, Doncic e Irving brillaron con todo su esplendor en el último cuarto: entre ellos dos anotaron más puntos que todo el equipo rival, 21 contra 20. El dominio que ejercieron del juego fue absoluto.
Luka es el principal encargado de decidir cómo ejecuta Dallas cada ataque. Observa el juego en su totalidad y resuelve: tira desde larga distancia a partir de su letal paso hacia atrás, ataca el aro para definir desde el lanzamiento de rango medio o para asistir a los internos, genera circulación de pelota para encontrar tiros cómodos para sus compañeros o simplemente le cede el mando a Irving. Y Kyrie sabe esperar las oportunidades que le da el esloveno para que ofrezca sus dotes de talento con su maravilloso control del cuerpo y la pelota.
La supremacía del dúo dinámico en el tercer juego de la serie, especialmente en el cuarto período, fue una extensión de lo que ya había sucedido en los dos anteriores. En los primeros dos encuentros, disputados en Minnesota, Luka y Kyrie se combinaron para anotar o asistir en 174 de los 217 puntos del equipo. Y en el tercero no se quedaron atrás, ya que generaron 83 de los 116.
Según indica el Departamento de Estadísticas de ESPN, Doncic e Irving forman la primera pareja de guardias en la que los dos anotaron 30 o más puntos en el mismo partido en tres oportunidades en una postemporada en los últimos 50 años. Una de ellas fue este domingo con los 33 puntos convertidos tanto por Luka como por Kyrie.
Y hay más: es la tercera pareja de compañeros que anotó 30 puntos cada uno en múltiples partidos de unas Finales de Conferencia en los últimos 50 años, junto con Kevin Durant-Russell Westbrook y Shaquille O'Neal-Kobe Bryant. En el primer juego de la serie, Doncic había metido 33 y Kyrie 30.
El aporte de este dúo exquisito no solo fue en ataque. Irving se mostró activo en defensa durante todos los playoffs, metiendo presión sobre los portadores de balón. Y Doncic, con algunas intermitencias, levantó notablemente su aporte defensivo. Este domingo hubo una jugada que anticipó que Luka sería una vez más el factor decisivo del encuentro: Rudy Gobert, su víctima en el cierre del segundo partido, intentó atacar a Luka en el poste bajo, pero el esloveno, astuto, le robó la pelota. Después, con su cada vez más recurrente actitud de soberbia, miró hacia el banco de suplentes de los Wolves y se rio. Ya sabía que el juego estaba en sus manos. Ese fue el cuarto de cinco recuperos de balón para igualar un récord personal de su carrera en la NBA.
Doncic, con estas actuaciones magníficas, se sumó a una lista de un grupo selecto de jugadores que registró al menos 30 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias en cada uno de los primeros tres partidos de unas Finales de Conferencia o División. Los otros son: Jamal Murray con Denver Nuggets en 2023, LeBron James con Cleveland Cavaliers en 2015, Tim Duncan con San Antonio Spurs en 2003 y Lew Alcindor con Milwaukee Bucks en 1970.
El horizonte está despejado para estos Mavericks conducidos por Doncic e Irving. En la historia de los playoffs, nunca un equipo revirtió una desventaja de 3-0. Por si esto fuera insuficiente, Kyrie tiene el récord de 14 triunfos sin derrotas en su carrera en partidos para sentenciar una eliminatoria, algo que ningún otro jugador pudo conseguir.
La clasificación de Dallas a las Finales de la NBA es solo una cuestión de tiempo. Su próximo rival seguramente será Boston Celtics. Ahí, Luka y Kyrie buscarán la gloria que ya consiguió Nowitzki.