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Dallas Mavericks evitó la barrida en las Finales de la NBA en un partido atípico frente a Boston Celtics

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¡Los Mavericks reaccionaron a tiempo y siguen con vida en las Finales de NBA! (5:13)

Dallas sacó de la cancha a Boston y le ganó por un contundente 122 a 84 para dejar la serie 1-3. Doncic e Irving se complementaron para sumar 50 puntos entre los dos. Lively fue la figura silenciosa con 11 unidades y 12 rebotes. (5:13)

Atípico desde todo punto de vista. Así fue el triunfo de Dallas por 122-84 sobre Boston en el cuarto juego de la serie. Al margen de las maneras y de la olvidable actuación de los Celtics, los Mavericks consiguieron la tercera máxima diferencia en la historia de las Finales de la NBA. Independientemente de la ventaja en el marcador, consiguieron extender la serie que continuará el lunes en el TD Garden.

Si bien fue una victoria inesperada por cómo se había desarrollado la serie, los Mavericks se apoyaron, una vez más, en lo que produjeron sus dos máximas estrellas. Luka Doncic (29 puntos) y Kyrie Irving (21 puntos) se combinaron para anotar o asistir en 74 de los 92 puntos que convirtió Dallas hasta que los dos salieron cuando restaba 1:29 del tercer cuarto.No hizo falta que volvieran a entrar.

En un encuentro con tamaña ventaja, aunque algunos niños no resistieron al sueño, prácticamente la totalidad de los fanáticos de los Mavericks se quedó hasta el final para acompañar a sus jugadores. Tal vez querían ver cuál era la holgada diferencia o simplemente disfrutar de lo que podría ser el último partido como local de la temporada.

Se pueden buscar distintos enfoques y análisis, pero la historia fue simple: a Dallas le funcionó el mismo plan que le venía fallando. A Boston, en cambio, nada le salió bien.

Ya en el tercer cuarto los Mavericks ganaban por 32 puntos y registraban la segunda máxima diferencia de la historia de las Finales hasta ese momento del juego, solo superada por los 36 de Chicago Bulls sobre Portland Trail Blazers en el primer partido de 1992, según indicó ESPN Stats & Information.

Aunque llegó a liderar por 48 puntos (115-67), Dallas ganó "apenas" por 38 y no pudo registrar un récord. Fue la tercera máxima diferencia en la historia de las Finales detrás de los 42 de los Bulls sobre Utah Jazz en el tercer partido de 1998 y los 39 de los Celtics contra Los Angeles Lakers en el sexto de 2008.

Lo que sí consiguieron los Mavericks fue la diferencia más amplia de un equipo que buscaba evitar la eliminación en la historia de las Finales.

Tan atípico fue este cuarto partido que Tim Hardaway Jr., que no había convertido tiros de cancha en las Finales de Conferencia ante Minnesota Timberwolves ni en los primeros tres encuentros de las Finales de la NBA frente a los Celtics, anotó 15 puntos y fue el tercer máximo anotador de su equipo con un maravilloso 5 de 7 en triples.

Que Jayson Tatum o Jaylen Brown no brillaran había sido aceptable para los Celtics, un plantel con más recursos que el de los Mavericks. Pero que los dos juntos tuvieran una actuación tan pobre fue algo inédito. Tatum y Jaylen Brown sumaron 25 puntos entre los dos, la menor cantidad en un partido de playoffs en el que participaron ambos desde 2019. Las superestrellas de Boston venían de lucirse en el tercer juego y esta contracara es una clara pauta de que a los dirigidos por Joe Mazzulla no les salió nada.

"En la NBA no existe la idea de dejarse perder para festejar en casa", dijo Fabricio Oberto en la transmisión de ESPN. El exjugador argentino estuvo en esa situación cuando San Antonio Spurs concretó la barrida sobre Cleveland Cavaliers en 2007.

Los Celtics querían consagrarse como visitantes. Muy temprano en el juego se dieron cuenta de que sería imposible. Lo intentarán en el quinto partido para que lo que parecía una serie final soñada no encuentre los tormentos de las pesadillas.