Con 65 puntos combinados de Azzi Fudd, Sarah Strong y Paige Bueckers, las Huskies vuelven a ser campeonas del baloncesto femenino de la NCAA.
TAMPA, Florida -- UConn ha esperado nueve años para conseguir su duodécimo campeonato nacional. Pero, en muchos sentidos, llegó en el momento justo.
Las Huskies, segundas cabezas de serie, dejaron en el camino a tres cabezas de serie No. 1, culminando con una victoria por 82-59 sobre South Carolina en la final del Torneo de la NCAA el domingo, consiguiendo un título que quizás tenga un significado aún mayor debido al camino recorrido por el programa y la estrella senior Paige Bueckers para conseguirlo.
Tras ganar cuatro campeonatos consecutivos de 2013 a 2016 con la superestrella Breanna Stewart como protagonista, las Huskies se enfrentaron a una serie de obstáculos con duras derrotas y lesiones desgarradoras.
Pero el domingo, las Huskies volvieron a la cima del baloncesto femenino, dejando a Bueckers --quien se espera que sea la primera selección del draft de la WNBA el 14 de abril-- con su primer campeonato nacional.
Bueckers, entre lágrimas, hundió la cara en el hombro del entrenador Geno Auriemma mientras se abrazaban en la banda al salir del partido a poco más de un minuto del final. Misión cumplida, por fin.
WE'RE BACK
— UConn Women's Basketball (@UConnWBB) April 6, 2025
THE HUSKIES ARE NATIONAL CHAMPIONS pic.twitter.com/YSPS5mARm7
Con las escoltas Bueckers y Azzi Fudd, quien se perdió la mayor parte de la temporada pasada por una lesión de rodilla, sanas al mismo tiempo, y la mejor novata del país, la alero Sarah Strong, UConn se parecía a muchos de sus antiguos equipos campeones. No solo el mejor equipo, sino también el que mejor jugó.
Fudd y Strong terminaron con 24 puntos cada una, y Bueckers sumó 17. La novata Joyce Edwards y la sophomore Tessa Johnson lideraron a South Carolina con 10 puntos cada una, mientras que las Gamecocks se quedaron a las puertas de repetir el título nacional y terminaron con un récord de 35-4.
UConn ahora suma 12 victorias en el Final Four por 20 o más puntos. Todos los demás equipos en la historia de la División I femenina suman 11 en conjunto.
Antes del partido del domingo, le preguntaron a Bueckers cómo le gustaría ser recordada en UConn.
"Como una gran compañera de equipo, una gran líder. Creo que esas son las dos cosas más importantes para mí: ser alguien con quien a la gente le encanta jugar, que ayuda a sus compañeras a mejorar y que lleva la camiseta de UConn con orgullo", dijo.
Ahora, también será recordada como campeona nacional. Es cierto que hubo momentos en su carrera en los que parecía que eso no sucedería. Las decepciones de UConn se remontan, de hecho, al final de su racha de 111 victorias consecutivas en el Final Four de Dallas en 2017. Las Huskies fueron derrotadas con un tiro sobre la bocina en tiempo extra en las semifinales nacionales por Mississippi State.
Luego, en 2018, 2019, 2021 y 2024, las Huskies también perdieron en las semifinales nacionales. Cayeron en el partido por el campeonato nacional de 2022 ante South Carolina y se perdieron la Final Four de 2023, la única vez desde una derrota en el Elite Eight de 2007 que las Huskies no han llegado al último fin de semana de la temporada. Bueckers se perdió la temporada 2022-23 por una lesión de rodilla.
Con Fudd fuera la temporada pasada, las Huskies llegaron al límite contra Iowa en las semifinales nacionales, pero perdieron 71-69. Esto generó mucha presión sobre Bueckers y las Huskies para hacer realidad sus sueños este año.
UConn no estuvo perfecto esta temporada, como ha sido el caso de seis ex equipos campeones de UConn. Pero tras una derrota por 80-76 en Tennessee el 6 de febrero, las Huskies no perdieron ni un solo partido. Ganaron los títulos de la temporada regular y del torneo Big East, y luego dominaron el torneo de la NCAA (incluyendo victorias sobre USC, UCLA y South Carolina, cabezas de serie No. 1) para terminar con un récord de 37-3.
El domingo, las Huskies se pusieron 19-14 arriba tras un primer cuarto marcado por un ritmo vertiginoso y una intensa defensa interior por parte de UConn. Las Huskies marcaron la pauta con un 52.9% de acierto en tiros de campo en el primer periodo, mientras que las Gamecocks se quedaron en el 40%. A diferencia de UCLA en su derrota en semifinales ante UConn, South Carolina llevaba el balón a los espacios que buscaba, pero no terminó bien.
El contundente bloqueo de Strong a un intento de bandeja de Raven Johnson a los 9:04 del segundo cuarto envió un mensaje, al igual que su juego durante su primera postemporada.
Strong estableció un récord de puntos para una estudiante de primer año en un solo torneo de la NCAA con 114, superando a Tamika Catchings de Tennessee, quien había anotado 111 en 1998. Ese año, por cierto, la madre de Strong, Allison Feaster, lideró a Harvard como cabeza de serie No. 16, superando a Stanford, No. 1, en el torneo de la NCAA. Feaster continuó su carrera de 10 temporadas en la WNBA, adonde su hija se dirigirá en unos años.
Strong también es la primera jugadora (independientemente de su clase) en conseguir al menos 100 puntos, 25 asistencias y 10 tapones en un solo torneo de la NCAA desde que los tapones se convirtieron en una estadística oficial en 1988.
La entrenadora de South Carolina, Dawn Staley, predijo el sábado que, en los próximos años, Strong podría convertirse en la mejor jugadora de las Huskies. Lo cual es mucho decir considerando que UConn cuenta con exjugadoras como Stewart, Diana Taurasi, Swin Cash y dos de las más recientes integrantes del Salón de la Fama Naismith, Maya Moore y Sue Bird, quienes fueron homenajeadas en el partido del domingo.
UConn, que llegó al domingo con un promedio de 8.7 triples por partido, solo anotó uno en la primera mitad, pero ese tiro --de Ashlynn Shade desde la esquina izquierda a nueve segundos del fina-- dio impulso a las Huskies al llegar al descanso con una ventaja de 36-26.
Las Huskies continuaron controlando el partido durante la segunda mitad. UConn ahora tiene un récord de 91-2 cuando llega al descanso con una ventaja de dos dígitos en el torneo de la NCAA. Las dos derrotas fueron en la semifinal nacional de 2001 (ganando 12 puntos al descanso), cuando perdieron contra el eventual campeón Notre Dame, y en la primera ronda de 1989 (ganando 10 puntos) contra La Salle.
Auriemma entrenaba en su primer torneo de la NCAA en 1989, en su cuarta temporada en UConn. Las Huskies han participado en 36 torneos de la NCAA y 24 Final Fours. Auriemma, quien cumplió 71 años en marzo, es el primer entrenador en ganar un campeonato a los 70 años o más en baloncesto femenino o masculino de la División I.
Bromeó antes del partido diciendo que había pensado en retirarse varias veces durante la temporada en los últimos años, pero que luego iba a entrenar y siempre volvía a participar.
"Creo que mucha gente cuenta conmigo para seguir haciendo lo que hago en UConn: todo mi equipo, todo mi personal", dijo Auriemma. "Creo que cuentan conmigo para seguir adelante, seguir impactando y seguir haciendo lo que hacemos".