La superestrella de Milwaukee pasó de liderar a su equipo al título de la NBA en 2021 a fracasar en cada nuevo intento.
Esto es efímero, ahora efímero, ¡cómo corre el tiempo!
Tic... tac efímero, luces efímeras, pero te creo.
Ya nadie va a escuchar tu remera - Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota
50 puntos para terminar con una sequía de 50 años sin consagrarse campeón. Eso es lo que hizo Giannis Antetokounmpo el 20 de julio de 2021 para darle el título a Milwaukee Bucks en el Juego 6 de las Finales de la NBA contra Phoenix Suns.
Apenas cuatro años después, solo cuatro años después, Giannis ve cómo su equipo fracasa una vez más. Eliminado en la primera ronda de los playoffs de la Conferencia Este 4-1 por Indiana Pacers.
El vergonzoso cierre del Juego 5, en el Gainbridge Fieldhouse de Indianápolis, debe ser el punto final de Antetokounmpo en los Bucks. El partido se les escapó dos veces. Y la frustración se transformó en empujones con los rivales y en una discusión del griego cara a cara con el padre de Tyrese Haliburton. La imagen del adiós.
Los Bucks se despidieron en semifinales de Conferencia en 2022 contra Boston Celtics y en la primera ronda en 2023 frente a Miami Heat, con un par de ausencias de Giannis por dolores en la espalda.
"No es un fracaso; son pasos hacia el éxito", dijo Antetokounmpo ante una pregunta en la conferencia de prensa posterior a la eliminación en el quinto partido contra el Heat. "Siempre hay pasos. Michael Jordan jugó 15 años y ganó seis campeonatos. ¿Los otros nueve años fueron un fracaso? ¿Eso es lo que me estás diciendo?", agregó Giannis.
No le gustó la referencia al fracaso por parte del periodista.
Dice la Real Academia Española que fracasar es que se frustre una pretensión o un proyecto.
Eso es lo que les ocurrió a los Bucks cuatro años seguidos, ya que apuntaban a llegar más lejos en la postemporada y no lo lograron.
En 2024, los Bucks perdieron nuevamente en la primera ronda de los playoffs, ante los Pacers, sin el griego por una lesión en la pantorrilla izquierda.
Y en 2025, lo dicho: Indiana fue su primer y único rival en las series de eliminación directa.
Antetokounmpo recibió, se adueñó de la pelota, soportó la doble marca, giró, tiró y falló. El quinto juego se fue a tiempo suplementario cuando segundos antes los Bucks tuvieron el partido en las manos, pero el griego falló un tiro libre clave.
En la prórroga, Milwaukee sacó una ventaja de 7 a falta de 40 segundos y se encaminaba a extender la serie. Pero no. Otra vez la debacle. Sin ideas, sin carácter, sin respuestas. Andrew Nembhard, con un triple, y Haliburton, con un dos más uno, achicaron a la mínima distancia. A Gary Trent se le escapó insólitamente la pelota de las manos. Haliburton se hizo cargo de la última ofensiva de los Pacers, atacó a Giannis en el uno contra uno y no falló. No había más tiempo. Victoria 119-118 para Indiana. No había otra manera para que terminara otra decepcionante campaña de los Bucks.
Antetokounmpo se lució en el juego de despedida de la temporada: 30 puntos, 20 rebotes, 13 asistencias, 2 robos y 2 tapones. No alcanzó.
En los cuatro partidos anteriores de la serie, Giannis también brilló: convirtió 135 puntos, líder en el rubro en estos playoffs e igualó Kareem Abdul-Jabbar, en 1970, como el máximo anotador de la historia de los Bucks en los primeros cuatro encuentros de una eliminatoria. Pero su aporte no fue suficiente.
Los Bucks se despidieron pronto.
Antes, en 2021, Giannis no solo era el mejor sino que sus compañeros lo rodeaban bien. O, a veces, alcanzaba con los unipersonales del griego.
Desde entonces, ya no. Antetokounmpo promedió 30 o más puntos por partido en cada una de las últimas tres temporadas, pero Milwaukee no ganó ni una serie de playoffs. Solo dos jugadores habían registrado esos números con esa consecuencia negativa en postemporada: Oscar Robertson, entre 1964 y 1967 y Adrian Dantley, entre 1980 y 1983.
De la gloria al fracaso en un abrir y cerrar de ojos. Esto es efímero, Giannis.
La debacle de los Bucks de Giannis tras el título de 2021
Antetokounmpo promedió 35.2 puntos, 13.2 rebotes, 5 asistencias y 1.8 tapones por partido en las Finales de 2021. El deslumbrante sexto juego lo hizo indiscutido merecedor del premio al MVP.
Soñaba con más, con construir una dinastía. Pero lo onírico se desvaneció.
Los Bucks tuvieron cuatro entrenadores en las últimas cuatro temporadas: Mike Budenholzer, Adrian Griffin, Joe Prunty y Doc Rivers. Solo Sacramento Kings y Brooklyn Nets cambiaron tanto como ellos en ese período de tiempo.
En los playoffs de 2023 Milwaukee se convirtió en el sexto primer clasificado de la historia en perder contra el octavo (Heat). Allí comenzó la danza de directores técnicos y la búsqueda por mejorar el plantel. Se fue Budenholzer, llegó Griffin. Incorporó a Damian Lillard mediante un traspaso y la ilusión renació. Giannis extendió su contrato hasta la temporada 2027-2028.
La campaña pasada inició de manera excelente y terminó, otra vez, de manera precoz.
En esta, Antetokounmpo se quedó sin su socio Khris Middleton (intercambiado por Kyle Kuzma) y cerró sin Lillard, quien se rompió el tendón de Aquiles y tendrá un largo tiempo de recuperación.
Giannis hizo de todo, pero no pudo. Estuvo solo. O mal acompañado. El griego es el segundo jugador de la historia de la NBA con partidos de eliminación consecutivos con al menos 30 puntos y 20 rebotes (38 y 20 en el quinto partido de 2023 frente al Heat). ¿El otro? Wilt Chamberlain.
¿Cuál será el futuro de Giannis en los Bucks?
Antetokounmpo no dio señales de querer irse de Milwaukee. Al menos hasta ahora.
Brian Windhorst, colega de ESPN en Estados Unidos, dijo en el podcast The Hoop Collective que "Giannis no ha dado ninguna indicación durante toda esta temporada de que no esté 100% concentrado en maximizar lo que los Bucks tienen".
Un detalle: el griego no esperaba volver a quedar eliminado tan pronto. Tampoco la grave lesión de Lillard ni la escasa respuesta del resto de sus compañeros.
¿Es el momento para que Antetokounmpo decida cambiar de rumbo? Sí, sin dudas. En los Bucks, llegó a su techo. Y el equipo no le presenta panoramas alentadores.
A los 30 años, Giannis aún es un jugador que tiene mucho para ofrecer. Y cualquier equipo con posibilidad salarial quisiera contratarlo.
¿Cómo no soñar con un trío junto a Luka Doncic y LeBron James en Los Angeles Lakers? ¿Por qué no imaginarlo en New York Knicks?
Los mercados grandes quieren nutrirse de estrellas. Giannis dice que no se quiere ir, que se quiere quedar. Sin embargo, llegó la hora de marcharse.
Dice que no quiere ir, se quiere quedar
(...)Dice que no quiere hablar, quiere escuchar
Dice que no quiere ser, quiere intentar
Dice que no quiere oír, quiere patear
Dice que no quiere estar, quiere arrancar
Dice no querer reír, quiere llorar
(...)De nada sirve si no quiere, si no va a tratar
Pero no importa si convence a los demás
Llegó su hora y no le vale solo discutir
Ahora te muerde y solo la quiere pudrir