Bienvenidos a la historia de una rivalidad perfecta. De héroes y villanos. De épica y tragedia. El duelo entre Knicks y Pacers tuvo, tiene y tendrá de todo. Sangre, sudor y lágrimas.
¿Viajamos en el tiempo? Del Market Square Arena al Madison Square Garden en una travesía de introspección.
Reggie Miller. John Starks. Mark Jackson. Patrick Ewing. Spike Lee. Jalen Brunson. Tyrese Haliburton. Piezas de un puzzle que encastran una con otra para contar una historia infinita.
Ajusten sus cinturones. Es tiempo de regresar.
El origen de la rivalidad: el cabezazo de John Starks a Reggie Miller (1993)
Teatro puro. Acción y reacción. La ira de Starks y la dramaturgia de Reggie. En la época fluorescente, en la era del VHS, las cosas eran genuinas. Starks corre la cancha, cabecea a Miller y el escolta infinito, villano y héroe según desde dónde se lo mire, estira sus brazos a modo de queja, se sorprende y se ríe. Patrick Ewing, macho alfa de New York, le grita a Starks en la cara por su error infantil.
Así funciona la frustración. Así es el origen de un duelo que hasta hoy llevamos en los corazones. En aquella llave, los Knicks habían llegado primeros tras ganar 60 partidos en serie regular. Los Pacers eran los octavos. Pensaron todos que sería un trámite para los Knicks, sobre todo porque ganaron los primeros dos partidos, pero lo raro llegó después.
Cuenta Reggie Miller en el documental 'Winning Time',de la serie 30x30, de ESPN, que prometió que "avergonzaría a Starks" luego de recibir una negativa previa al inicio del juego al intentar estrecharle la mano. Cuando Starks lo cabeceó, Miller fingió inocencia: "¿Qué? ¿Yo haciendo trash talk? ¿Para un equipo con récord de 41-41?", dijo Reggie. "Me sorprendió que John hiciera eso delante del árbitro".
Los Pacers ganaron ese juego 116-93. Miller hizo 36 puntos, máximo anotador del partido. Starks se fue expulsado. Los Knicks ganaron el cuarto partido y se llevaron la serie.
La semilla había sido colocada. El fruto de la rivalidad se gestaría año a año hasta hacer crecer un árbol de infinitas ramificaciones.
¡El ahorcado de Reggie Miller a Spike Lee! (1994)
Pocas imágenes son más cinematográficas que el gesto de Reggie Miller a Spike Lee, legendario director de cine neoyorquino y fanático número uno del equipo de la Gran Manzana.
Quinto partido de las Finales del Este. Los Pacers entran al último cuarto perdiendo 70-58. Spike Lee, en primera fila, comete un error garrafal: le hace una señal de ahogamiento a Miller. Y Reggie, viejo zorro, se disfraza de Wilt Chamberlain, despacha 25 puntos en el período definitorio, los Pacers ganan 35-16 el último cuarto y cierra su planilla con 39. En el camino de su hazaña, le devuelve el gesto a Spike Lee para que lo registren las cámaras. Una y otra vez. En cada punto. Esa imagen vivirá para siempre en la mente y el corazón de todos los aficionados de la NBA.
Miller es entrevistado al cierre del partido. Le preguntan por Spike Lee y su respuesta es infinita: "¿Spike Who?"
"Es su mayor fan. No se le puede culpar por eso, pero a veces habla demasiado y pone a los demás en marcha", agrega Reggie. "Creo que esta noche fue una de esas noches".
Pese a todo, los Knicks se llevarían la serie tras ganar el sexto juego en Indianápolis y el definitorio en el Madison Square Garden.
Ocho puntos en nueve segundos: la hazaña de Reggie Miller (1995)
El 7 de mayo de 1995, Reggie Miller conmocionó al MSG con un cierre increíble en el 'clutch' para robar una victoria 107-105 a favor de los Pacers.
Lo que ocurre en 18.7 segundos es tan espectacular que merece ser contado en detalle. Los Pacers están 105-99 por detrás en el marcador. Parece historia juzgada... pero no. Sacan desde el lateral, Mark Jackson encuentra a Reggie, quien anota un triple desde 45 grados.
105-102. Anthony Mason saca de fondo de cancha, pero se equivoca y le entrega el balón a... Miller. Lo agarra, retrocede a máxima velocidad hasta detrás de la línea de tres, lanza y convierte con 13.2 segundos por jugarse. Están iguales.
Los Pacers le cometen falta a Starks. El tirador erra los dos libres, Patrick Ewing toma el rebote ofensivo del segundo lanzamiento y falla. Starks le hace falta a Miller, quien sí anota los dos libres. Ocho puntos en nueve segundos.
Hay tiempo para ganar o al menos empatar, pero Greg Anthony se resbala. Los Pacers ganan 107-105 en una noche que será recordada por siempre.
"Realmente pensé que no teníamos ninguna chance de ganar", confiesa luego Larry Brown, coach de Indiana. "¡Pero no se los diré! Hasta que termine, siempre hay que intentarlo. Aunque nunca pensé que ocurriría de esta manera".
"Mason se ahogó, me la regaló, encesté un triple... John Starks se ahogó, hicimos una gran jugada", le dijo un eufórico Miller a Dan Hicks de NBC. "¡Creemos que podemos barrer a este equipo! ¡Esto es por ustedes, Indiana!", gritó Reggie.
Lo cierto es que Indiana no barrió, pero sí logró ganar en siete juegos. En el decisivo, en el Madison Square Garden, Ewing erró una bandeja insólita para ganar.
"Ding Dong, la bruja ha muerto", gritó el relator de los Pacers.
De la mano de Reggie Miller, los Pacers vuelven a ser verdugos de los Knicks (1998)
Podríamos definir esta jugada como un escape de New York. Hacía dos postemporadas que no se enfrentaban, pero la tercera sin verse fue la vencida.
Reggie, siempre Reggie. Quedan cinco segundos en tiempo regular. Juego 4. Los Pacers habían ganado los dos primeros en el Market Square Arena. Los Knicks, el tercero en el Garden. Miller se eleva y anota un triple fundamental para ir a tiempo extra.
En el overtime, los Pacers se llevan el triunfo 118-107, apoyados en los 38 puntos de Reggie. Indiana gana la serie 4-1 y en el quinto juego, Mark Jackson hace el primer triple-doble de Indiana en la historia de playoffs.
Bienvenidos a la polémica: la jugada de cuatro puntos de Larry Johnson (1999)
Es el día de hoy que se sigue hablando de esta jugada. Sí, es cierto, fue emocionante para los Knicks, pero el reclamo de los Pacers tiene lógica: dieron continuidad a una falta que empezó antes del tiro.
Ya hablamos de la era post Michael Jordan en Chicago. Patrick Ewing se lesiona el Aquiles en el segundo partido y no volverá a jugar en lo que queda de temporada. El juego pivote, el tercero, se define de una manera surrealista.
Los Pacers están 91-88 arriba. Quedan pocos segundos para terminar. Larry Johnson, desde el margen izquierdo del ataque, recibe falta de Antonio Davis, continúa la acción y mete un triple. El árbitro da la continuidad, es triple y falta, con la chance para los Knicks de ganar. Muy, pero muy polémico. Johnson completa la jugada de cuatro puntos y es celebración para New York. Será el punto de inflexión de la eliminatoria, porque los Knicks ganarán los dos juegos siguientes y se meterán en las Finales de la NBA, instancia en la que perderían frente a San Antonio Spurs en lo que fue el primer trofeo de campeonato de Gregg Popovich y Tim Duncan.
Los Pacers alcanzan las Finales de la NBA con Larry Bird en el banco (2000)
Ya es un clásico entre ambas franquicias. Se miran y se gruñen antes de ver el balón al aire. Y si hay un ticket a la final de por medio, mucho más. Los Pacers, ahora, juegan en su nuevo estadio, el Conseco Fieldhouse, hoy conocido como Gainbridge Fieldhouse. Ganan fácil en los primeros dos juegos y los Knicks responden con triunfos en el Madison Square Garden. Indiana gana el quinto partido.
El sexto, en New York, es otra exhibición de Miller con Larry Bird, desde el banco, de testigo. Tiradores en complicidad, uno en la cancha, el otro en el banco. Reggie anota 34 puntos y brilla en el cuarto decisivo para despegarse en el marcador: los Pacers vencen 4-2 a los Knicks y en las Finales caen por la misma diferencia ante Los Angeles Lakers, con Shaquille O'Neal y Kobe Bryant como estrellas.
El triunfo en el sexto partido, icónico, es el último partido de playoffs de Reggie Miller en el Madison Square Garden.
La tapa de Hibbert a Carmelo y la clasificación de Indiana (2013)
Pasan 13 años para que se vuelvan a enfrentar Knicks y Pacers. Camisetas similares, caras nuevas. En los Knicks juega Carmelo Anthony. En los Pacers, Paul George, Lance Stephenson y Roy Hibbert. Los Pacers ganan el primer juego en New York, los Knicks igualan en casa. Indiana se queda con los dos siguientes como local y New York vence en el quinto juego.
El sexto partido significa el pasaje de los Pacers a las Finales del Este. Melo convierte 39 puntos esa noche, pero un momento clave define el triunfo para Indiana. Los Knicks están 92-90 arriba. Quedan cinco minutos. Anthony se mete por línea de fondo e intenta una volcada, pero aparece Hibbert y le coloca una tapa monumental que levanta a todos del asiento. Es un póster increíble, pero también un inflador anímico. Los Pacers, a partir de ese momento, hacen un parcial de 16-7 para terminar el partido -y la serie- 106-99.
Los Pacers y su récord en el séptimo partido en el MSG (2024)
Pasa ahora más de una década sin que se crucen ambas franquicias. Por ende, los entrenadores son otros y los jugadores, también. Pero no se apaga el fuego de la rivalidad. Ya están Jalen Brunson en los Knicks y Tyrese Haliburton en los Pacers. Los primeros dos juegos son para los Knicks, los dos siguientes quedan en manos de los Pacers, con Andrew Nembhard en rol de héroe en el tercero -y trascendental- partido de la eliminatoria, y una lección en el cuarto.
El quinto aplasta New York en casa. El sexto aplasta Indiana en su feudo. ¿Resultado? Todo se resolverá en un séptimo y decisivo partido en el templo del básquetbol llamado Madison Square Garden.
El estadio es un hervidero. Los Pacers, un equipo de jovencitos con poca experiencia. Parece que será una fiesta en la Gran Manzana. Parece para todos, menos para los jugadores de Indiana, que están concentrados y dan una clase de básquetbol: 70 puntos en el primer tiempo. 67.1% en tiros de campo en todo el juego, un récord para la NBA que supera el de 67.0% de Boston Celtics en 1990. Algo más: el 76.3% en el primer tiempo es, para ese entonces, el mejor porcentaje de una primera mitad en los últimos 25 años de liga.
Los Pacers ganan en su visita 130-109, con 26 puntos de Haliburton, 20 de Paskal Siakam y 20 de Nembhard.
Brunson vs. Haliburton: las Finales de Conferencia entre Knicks y Pacers, 25 años después (2025)
El cruce de playoffs 2025 será, entonces, la revancha esperada por los Knicks. Todavía queda el mal sabor de boca de esa derrota ante su gente en 2024. Pero más que un cruce en particular, será la síntesis de todos los cruces anteriores: del cabezazo de Starks a los ocho puntos en nueve segundos de Reggie Miller. De la polémica del tiro de Larry Johnson al ahogamiento de Spike Lee. La tapa de Hibbert y el récord con Haliburton como estrella emergente.
Todo junto, en un duelo de pistoleros que nació para nunca más morir. Ahora, estará el coach Tom Thibodeau, asistente de Jeff Van Gundy en los Knicks del 2000, frente a Rick Carlisle, asistente de Bird en los Pacers en la misma serie. Ric Brunson, en aquellos años base de rol de New York, hoy asistente, gritándole a su hijo Jalen, aspirante a rey de New York. Lo que el viento se llevó, hoy lo trae.
Los Knicks no ganan un campeonato desde hace 52 años. Los Pacers jamás levantaron un trofeo Larry O'Brien.
La rivalidad infinita, cargada de épica, con éxtasis y tragedia en partes iguales, escribe un capítulo más. Con tinte cinematográfico, se abre el telón.