El banquete de la gloria no sació el hambre de Oklahoma City Thunder. Todo lo contrario: despertó un apetito voraz en el campeón de la NBA, que comenzó la temporada 2025-2026 con 11 triunfos en los primeros 12 partidos.
Ese choque de manos, como gesto de felicitación y satisfacción por la tarea realizada, entre Shai Gilgeous-Alexander, líder indiscutido del equipo, y Chet Holmgren, un jugador con tanto futuro prometedor como presente destacado, ofrece una imagen de fortaleza que agiganta el deseo propio y genera temor en los contrarios.
El Thunder desfila ante sus rivales. Los lleva a su terreno de asfixiante presión defensiva, contraataque, circulación de pelota, agresividad para ir hacia el aro y compromiso para conseguir rebotes. El conjunto dirigido por Mark Daigneault conoce el libreto a la perfección y sabe cómo ejecutarlo.
Houston Rockets, Indiana Pacers, en el reencuentro de los últimos dos finalistas, Atlanta Hawks, Dallas Mavericks, Sacramento Kings, dos veces, Washington Wizards, New Orleans Pelicans, Los Angeles Clippers, Memphis Grizzlies y Golden State Warriors sufrieron al campeón.
Solo Portland Trail Blazers lo pudo vencer, en un partido que Oklahoma City tenía dominado y dejó escapar increíblemente. Sirvió para demostrar que son seres humanos y no máquinas programadas exclusivamente para ganar.
El encuentro frente a los Warriors de un Curry que ya ve su reinado en la NBA como una película de un pasado lejano, a pesar de que no pasó tanto tiempo, era señalado como una prueba importante para el Thunder. No lo fue, ya que el campeón tuvo el control de principio a fin y consiguió una cómoda victoria por 24 puntos, la más holgada sobre Golden State en los últimos 6 años.
La próxima estación de este tren que viaja a máxima velocidad es Los Angeles Lakers. Se presenta como otro desafío importante, pues el equipo de JJ Redick, liderado por Luka Doncic, llega con buenas sensaciones y capacidad para resolver los problemas que se le presentan.
¿Será un obstáculo complicado para Oklahoma City? Hasta conocer la respuesta, el Thunder se presenta como el equipo con mejor net rating de la liga (diferencia de puntos anotados y recibidos por cada 100 posesiones), con 14.4 y mejor rating defensivo, con 104.1 puntos recibidos de promedio por juego.
El campeón llegó a un nivel altísimo en la campaña pasada, pero no le bastó. Demuestra que quiere más, mucho más.
El problema de ausencias en el Thunder tiene solución: Ajay Mitchell
Jalen Williams, el socio ideal de Shai, aún no jugó en la temporada. Una lesión en la muñeca derecha lo tiene, por el momento, como espectador privilegiado del contundente andar del Thunder.
Luguentz Dort e Isaiah Joe se perdieron cinco partidos cada uno. Alex Caruso, cuatro. Cason Wallace, uno.
¿Las ausencias en el perímetro mermaron el nivel de Oklahoma City? No. La solución tiene nombre y apellido: Ajay Mitchell.
El escolta zurdo entró a la dinámica del equipo a la perfección.
La selección número 38 del Draft de 2024 jugó apenas 36 partidos en la temporada 2024-2025, con un rol menor y una lesión que lo marginó de las canchas hasta que pudo regresar cerca de las Finales, sin oportunidades de insertarse de manera consistente.
En este curso, Mitchell, nacido en Bélgica, promedia 17.2 puntos, con un 46.2% de acierto en tiros de cancha, 3.9 rebotes, 3.9 asistencias y 1.8 robos. Ya fue titular en cuatro partidos, cuando había iniciado solo uno en su campaña de rookie.
Mitchell se acopla a la granítica y comprometida defensa del Thunder. Y en ataque aporta valiosos puntos con penetraciones punzantes que define cerca del aro y lanzamientos certeros.
Ajay surge como una opción concreta, incluso cuando el equipo tenga al plantel completo.
El belga, con inicio en el básquetbol de su país y perfeccionamiento en la Universidad de Santa Barbara, hace aún mejor al Thunder.
El base belga arrancó en alto nivel la temporada NBA y le da energía al estilo aceitado del Thunder. Promedia 17.2 puntos, 4 rebotes y 4.1 asistencias en 28 minutos de juego.
Shai, el MVP que se sostiene en la cima de la NBA
Gilgeous-Alexander se llevó todos los honores en la temporada pasada. El MVP de la temporada regular y las Finales de la NBA sigue su camino sin mirar atrás.
El canadiense lleva 84 partidos consecutivos con al menos 20 puntos anotados, la tercera racha más larga de la historia detrás de dos de Wilt Chamberlain (126 partidos en 1961 y 64 en 1963).
Shai no solo anota, también reparte juego, defiende y marca el rumbo como bandera de la voracidad del campeón.
Si Oklahoma City Thunder se mantiene con el deseo que mostró hasta ahora, tiene todo para construir una dinastía que reine por años en la NBA.
