DALLAS -- Si un equipo puede calificar su temporada como fracaso, al menos de momento, es el de los Houston Rockets.
Los Rockets comenzaron su temporada con aspiraciones reales de protagonismo y campeonato; lógico si se considera que fueron finalistas de conferencia hace apenas unos meses.
Pero cuando ni siquiera había pasado el primer tercio de temporada, ya hasta habían despedido al entrenador Kevin McHalen; siguen con un estratega interino, J.B. Bickerstaff.
Pero aún, su vestidor, dicho por los jugadores insignia y Bickerstaff, es una olla de grillos, que les impide competir con el talento y soltura, que los aficionados de Houston anticipaban en octubre pasado.
“Es un hecho que hay problemas de química en el vestidor y para nada es un secreto”, dijo el veterano Jason Terry. “Han sido semanas, meses complicados. Pero de cualquier manera aún estamos en un punto en el que podemos aspirar a arreglar las cosas”.
Con un equipo como Houston, que comenzará el viernes en Phoenix la segunda y última parte de la temporada con marca de 27-28, es difícil anticipar qué se puede esperar.
Al menos a unas horas del límite de canje entre equipos, los Rockets, noveno en la Conferencia Oeste, estaban relacionados con reportes y especulaciones de canjes, en especial de su estelar centro, Dwight Howard.
“No ha sido ninguna distracción el tema de los posibles canjes”, dijo James Harden en días pasados. “Tenemos que juntarnos como equipo y aprovechar que seguimos en competencia”.
Harden es uno de varios Rockets que están conscientes de que el larguísimo descanso por el Juego de Estrellas vendrá bien en la recuperación física y mental del equipo, que es básicamente el mismo que se quedó a unas cuantas victorias de las Finales NBA ante los eventuales campeones Golden State Warriors.
“Hemos tenido destellos y momentos para aplaudir”, dijo Harden, el pasado 11 de febrero, cuando perdieron en Portland, la última de tres derrotas consecutivas, en el último encuentro antes del rompimiento por el Juego de Estrellas.
“Pero últimadamente, el equipo no ha jugado a un aceptable y consistente nivel”, dijo Harden. “Estos días nos vendrán bien para salir de algunas lesiones y reagruparnos para competir por playoffs”.
“Espero que los muchachos estén mentalmente bloqueados y concentrados, listos para cerrar la temporada de la manera correcta”, añadió. “Tenemos la esperanza de tener de regreso a Donatas (Motiejunas). Fue una de las claves importantes para nuestro éxito este año. Todo el equipo tiene que estar en el estado mental correcto”.
Varios reportes han señalado durante esta semana que los Charlotte Hornets están interesados en un canje por Howard, quien podría ser pretendido por varios equipos, incluido el rival divisional y estatal Dallas Mavericks.
Pero para el entrenador interino, esta época de especulaciones sólo debe servir para unir al grupo y darse cuenta de que no hay nada perdido aún; que resta tiempo para componer las cosas.
“No podemos salir y jugar como estamos jugando”, dijo Bickerstaff a ESPN.com la semana anterior. “Es fácil darse cuenta de que somos un grupo fragmentado. No puedes ganar de esta manera”.
Los Rockets ganaron 56 partidos la temporada anterior; esta temporada sólo podrían alcanzar las 54 victorias, si tienen una última parte de la campaña perfecta; algo que es imposible de imaginar siquiera.
Más difícil si se considera que de los 27 partidos restantes, sólo 12 serán en casa y 15 serán contra rivales que pelean postemporada.
Quizá, es cierto que llegó el tiempo de vender y reagruparse, aunque están a un triunfo de zona de postemporada en el Oeste.
“Estamos rotos”, agregó el entrenador antes del descanso. “Así de simple. Somos un equipo roto y todos necesitamos usar este rompimiento para imaginar cómo vamos a impactar en un cambio”.
“Pero si no queremos ser parte del cambio, entonces también tenemos que estar conscientes de eso e ir en otra dirección”.