Enamorado de la arquitectura que presenciaba en las calles, Alejandro von Humboldt bautizó en el siglo XIX a la Ciudad de México (CDMX) como la “Ciudad de los Palacios”.
En el siglo XXI, la tradición sigue revalidándose, ahora gracias a otra joya de la arquitectura, un inmueble dedicado a los deportes y el entretenimiento: la Arena Ciudad de México.
Cinco mil toneladas de acero estructural; 25 mil toneladas de acero reforzado; 100 mil metros cúbicos de concreto en una área total de construcción 25 mil metros cuadrados y una altura de 45 metros, conforman el alma de la Arena Ciudad de México, que este jueves y sábado será la sede de dos partidos de temporada regular de la NBA.
Dos años de construcción y una inversión de 300 millones de dólares permitieron que se erigiera la Arena, misma que por su estilo y funcionalidad seguramente también provocaría algún cumplido de Von Humboldt, considerado el padre de la geografía moderna universal.
CAPITAL DEL DEPORTE Y GRANDES RECINTOS
La Ciudad de México (CDMX), una urbe poblada por 8.9 millones de habitantes, no solamente es el centro económico, político y cultural mexicano, sino también referente de la actividad deportiva amateur y profesional.
Consecuencia de esto es que la CDMX alberga algunos de los recintos deportivos más importantes de América Latina: el estadio Azteca, testigo de dos Copas del Mundo de fútbol, y el Olímpico Universitario, sede de México 68.
En dicha tradición, el Gimnasio Juan de la Barrera y el Palacio de los Deportes fueron al final del siglo XX e inicio del XXI los inmuebles en los que se escenificaron las más importantes contiendas de uno de los deportes favoritos de los mexicanos: el básquetbol.
Conforme pasó el tiempo, ambos inmuebles se hicieron antiguos y poco funcionales. Al entenderse la necesidad de renovación, en 2009 arrancó el proyecto de la Arena Ciudad de México.
Y si, por ejemplo, el estadio Azteca fue por muchos años una de las construcciones deportivas con más capacidad en el mundo, la Arena Ciudad de México entendió que más allá del tamaño, la experiencia de acudir a ella debería regirse bajo un concepto de funcionalidad, seguridad y comodidad.
“Un concepto que permitiera que todos los asistentes disfrutaran la experiencia, pero pensada en un nivel máximo, comparado al del Madison Square Garden, en Nueva York, o el Stapless Center, en Los Ángeles”, relata Alberto Familiar, director corporativo de Grupo Avalanz, propietaria de la arena y empresa asociada a Televisión Azteca, una de las dos grandes televisoras mexicanas.
“A diferencia de un estadio, en una arena se pondera la comodidad, la seguridad y la amabilidad de los servicios para los asistentes, fue por eso que se pensó en todos los aspectos”, agrega Familiar.
Así, la Arena Ciudad de México no escatimó en los detalles más importantes, pues cuenta con 124 suites de lujo; un circuito cerrado de 800 pantallas en todo el inmueble; cinco mil cajones de estacionamiento; dos helipuertos y 300 cámaras de seguridad.
Como joya de la corona, alberga una pantalla central de 600 metros cuadrados de leds (luces) de alta definición, la cual es considerada una de las más impactantes del mundo.
“No es tan grande como la pantalla del estadio de los Dallas Cowboys, pero en proporción, por el tamaño de los inmuebles, la nuestra es visualmente más impactante”, resalta Familiar.
Ubicada en una zona industrial al norte de la CDMX, la Arena comenzó a construirse el 18 de marzo de 2009 y se inauguró el 25 de febrero de 2012. La firma responsable de materializar el proyecto fue la empresa internacional Kaplan, McLaughlin, Diaz Architects, que también intervino en la edificación del Ford Field, en Detroit, Estados Unidos.
Con una capacidad máxima de 22 mil 300 asistentes, dependiendo del tipo de evento, la Arena Ciudad de México sería la culminación máxima de un proyecto que el mismo Grupo Avalanz inició unos años antes con la Arena Monterrey, ubicada en la capital del estado de Nuevo León, y de la cual también es propietario.
LA MEJOR EN AMERICA LATINA
En años recientes, la gira de partidos de la NBA en América Latina ha tenido como sedes la Arena Monterrey, el Coliseo de Puerto Rico y la Arena Ciudad de México.
De ellos, el inmueble de la capital mexicana alcanzaría las mejores calificaciones por su modernidad, costo de edificación e instalaciones.
La Arena Monterrey, inaugurada el 27 de noviembre de 2003, tiene una capacidad para 17 mil 599 espectadores, pero sólo costó 50 millones de dólares.
El Coliseo de Puerto Rico, también llamado José Miguel Agrelot, tuvo un costo de 252.5 millones de dólares y abrió sus puertas el 4 de septiembre de 2004.
Entre 2005 y 2006 el Coliseo boricua contó con partidos de pretemporada de la NBA, aprovechando la novedad de unas instalaciones que incluyen capacidad para 17 mil 24 asistentes para un partido de baloncesto.
Pese a esto, el que la Arena Ciudad de México sea sede de dos partidos de temporada regular en un periodo de solo tres días, refiere la confianza que la NBA le tiene.
Respecto a las arenas estadunidenses, la Arena de la Ciudad de México se encontraría en el rango de capacidad del Stapless Center, que para los juegos de los Lakers alberga a 18 mil 900 aficionados; sin embargo, la también casa de los Clippers lo supera en costo de construcción, el cual fue de 375 millones de dólares.
Como últimas referencias, las arenas más modernas y caras en la actualidad de la NBA son el Barclays Center, casa de los Brooklyn Nets y que costó de un billón de dólares, y el Golden 1 Center, hogar de los Sacramento Kings, que se financió con 558 millones de dólares.