(Nota del editor: Este artículo fue publicado originalmente en abril de 2020)
Chicago, entre 1985 y 1998, era un gran lugar para ser fan de los deportes, a pesar de los Cubs, que en aquellos tiempos todavía eran perdedores adorables. La ciudad de los vientos era el lugar que Michael Jordan llamaba su casa, en el que celebró seis campeonatos y en el que nos deleitó con sus grandes hazañas individuales.
Para un adolescente, significaba vivir un sueño, tener en su misma ciudad al mejor jugador del mundo y ser la primera línea de recepción de cada uno de sus zapatos insignia.
Alejandro Orozco es un fan de los Bulls y gran conocedor de los Air Jordan, vivió su niñez y su adolescencia en ese Chicago de Jordan, los Bulls y los zapatos de ensueño para millones de chicos. De ahí que tenga 26 de 34 ediciones de Air Jordan y vaya siempre por más.
“Cuando él jugaba, yo solo tuve un par de zapatos porque eran muy caros, y mis padres muy sabiamente me decían que no iban a gastar tanto dinero en esos”, recuerda Orozco. “Pero ya más adelante que comencé a trabajar, comencé a hacer mi colección. ¿Cuál es mi favorito? Bueno, yo no tengo hijos, pero sé que si le preguntas a un padre cuál es su hijo favorito te va a decir que todos. Para mi todos son iguales, pero los XIII tienen un significado especial porque son los únicos que tuve cuando él todavía jugaba. Lo mismo me pasa con los seis títulos. No hay uno favorito”.
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Junto a Orozco, recordamos los momentos cumbre de la carrera de Jordan y los zapatos que tenía en cada uno de ellos, por orden cronológico.
La canasta del título de North Carolina de 1982
Qué calzaba: Converse All-Star. Con esos, Jordan convirtió la canasta que le dio el título a North Carolina sobre los Hoyas de Georgetown y Patrick Ewing, uno de los jugadores que privó más tarde de un campeonato en la NBA. Más tarde, y en homenaje a su Alma Mater, Jordan creó varios modelos Air Jordan en azul celeste y blanco.
Orozco: “Esta es la única jugada histórica en la que no tiene su propio zapato, pero sí es un clásico: los Converse All Star que hizo famoso Dr. J con su gran salto. Era un tiro al futuro al jugador ‘clutch’ que iba a ser Michael Jordan”. Los Converse eran la marca suprema en ese momento, y los que tenían los grandes jugadores como Magic Johnson y Larry Bird”.
Los 63 puntos en frente a los Celtics en playoffs de 1986
Qué calzaba: Air Jordan I (blancos): “Esta noche, Dios vino al mundo disfrazado de jugador de básquetbol”, de esta manera, el gran Larry Bird reconoció la grandeza del joven Michael Jordan luego de su extraordinario desempeño ante los poderosos Celtics. Boston gano ese partido en doble prórroga en ruta a una barrida de tres juegos y más adelante gano el título de la NBA, pero Bird, Nike y el resto del mundo sabían que había nacido una estrella.
Orozco: “Ese zapato es icónico. Fue el de los primeros dos años. Es el único Air Jordan que tiene el logo de Nike. Es uno de los zapatos más vendidos y más populares, al punto que ha reemplazado el Chuck Taylor como el más vendido de la historia. Lo vi una vez jugando con esos zapatos en su última temporada con los Bulls. Los llevo en un partido frente a los Knicks, en el Garden, uno domingo en televisión nacional. Cuando vean los ‘highlights’ de este juego, fíjense que son los blancos, porque en ese tiempo, todavía los Bulls no tenían la tradición de llevar los zapatos negros en playoffs”.
Concurso de clavadas en el Juego de Estrellas
Qué calzaba: Air Jordan III. Era los que tenía durante su primer gran momento en la NBA, incluso más grande que aquella derrota ante los Celtics dos años antes: con todos los reflectores sobre él, televisión nacional y el gran Dominique Wilkins como su rival, Jordan salta desde la línea de tiros libres y ejecuta su emblemática volcada. Los llevó toda la temporada de 1987-88 y con estos ganó su primer premio de Jugador Más Valioso.
Orozco: “Es uno de los zapatos más cómodos que he tenido en mi vida. Para jugar, para vestir, para todo. Fue el primero de los Air Jordans que uso el ‘Jumpman’, que es el logo que vemos ahora. No recuerdo haber visto ese momento porque era muy pequeño, pero los compré luego, y me encantaron. Sabía que, en cuanto a diseño, él tenía la última palabra de cómo se iban a ver los zapatos y aquí le puso todo porque son zapatos muy cómodo”.
El tiro en 1989
Qué calzaba: Air Jordan IV. Jordan recibe el balón por el costado derecho, lo controla con la izquierda y llega a su zona de peligro en la parte superior de la llave, levanta, tira sobre Craig Ehlo y… los Bulls avanzan camino a su primera aparición en las Finales del Este. La celebración tras el tiro es uno de los momentos clásicos de Jordan.
Orozco: “Naturalmente, fueron de los zapatos más vendidos y más buscados de los coleccionistas y sobre todo de los fans de los Bulls. Esa victoria cambio el futuro de dos franquicias, ahí llegaron a la primera final del Este. Si la falla a lo mejor el equipo de los 90 no eran los Bulls. Los Bulls habían cambiado a Charles Oakley, Jordan no estaba del todo contento, y quién sabe, si falla, quizás se hubiese ido de Chicago. Por eso, esos que llevo ese día significan tanto”.
Los 69 puntos vs. Cavaliers
Qué calzaba: Air Jordan V blancos. Jordan anotó la mayor cantidad de puntos de su carrera, al irse de 23-37 de campo y de 21-23 desde la línea de tiros libres en la victoria 117-113 de los Bulls sobre Cleveland en tiempo extra en en 1990.
Orozco: “El V es un zapato muy cómodo y es icónico porque recibió una tremenda publicidad. Los vimos en el recordado anuncio con Spike Lee; los vimos también con Will Smith en The Fresh Prince of Bel Air. Yo era un niño, y me acuerdo más por eso que por el juego en sí”.
El pase de manos ante Lakers
Qué calzaba: Air Jordan VI, versión negra. En 1991, Michael va por una clavada, pero se da cuenta de que no va a llegar, así que – en el aire – decide cambiar de opinión y buscar otra alternativa. Todavía en el aire, se pasa el balón a la mano izquierda y convierte dos puntos con una bandeja, dejándonos a todos boquiabiertos. Todos querían sus tenis.
Orozco: “Te muestra su primera gran jugada icónica en las finales de la NBA. Fue un pase de la antorcha de la espectacularidad de Magic y Bird en los 80, a Michael Jordan, que dominaría los 90. Este modelo también es recordado como el que utilizo en la jugada contra los Knicks que se le escapa a dos defensores y la clava frente a Ewing”.
El ‘Shrug Game’
Qué calzaba: “Air Jordan VII, versión negra. Michael llevaba seis triples en seis intentos en la primera mitad frente a los Portland Trail Blazers en el Juego 1 de la Final de 1992. Luego de un triple, mira a Magic Johnson, que estaba de comentarista y encoge los hombros como diciendo “qué voy a hacer, la bola sigue entrando”. Jordan era reconocido como un tirador de media distancia. Ese día demostró una nueva dimensión en su juego.
Orozco: “En esa época de la dinastía tenían tradición de usar zapatos blancos en la temporada regular y negros en playoffs. Con esos también ganó el oro con el ‘Dream Team’, aunque esa versión era la de rojo, blanco y azul. Para esa época yo tenía ocho años y me sentía impresionado. Pensaba, ‘este tipo, ¿cuándo va a fallar?’”.
55 puntos en su regreso
Qué calzaba: Air Jordan X. Después de varios partidos con actuaciones frías y calientes en su regreso con el número 45, Jordan volvió a ser el Jordan de siempre. El 28 de marzo de 1995 anotó 55 puntos frente a los Knicks en el Garden, acertando 21 de 37 de campo y 10-11 desde la línea de tiros libres.
Orozco: “Este sí recuerdo que lo vi. Todavía había un rencor contra los Knicks, porque nos eliminaron sin Jordan en 1994. Ahí nos dimos cuenta de que ya podríamos prepararnos para otro desfile, porque Jordan no había perdido nada durante su retiro. Estos me recuerdan mucho a Scottie Pippen porque cuando se rumoraba que Michael iba a regresar, Scottie mostraba la suela a la cámara como invitándolo a volver. Son los que lleva la estatua de Jordan frente al United Center”.
El ‘Juego del flu’
Qué calzaba: Air Jordan XII (versión negro y rojo). En el Juego 5 de las Finales de 1997 frente a Utah, Michael se presentó con una fiebre alta, producto de una influenza, pero se recuperó lo suficiente para anotar 15 de sus 38 puntos en el último cuarto (y 17 en el segundo) y encaminar a los Bulls a una importante victoria. El juego paso a conocerse como ‘The Flu Game’, del que se recuerda la imagen de Pippen casi cargando a Jordan hasta la banca.
Orozco: “Yo estaba en octavo grado y de inmediato quería esos zapatos, porque lo que uno recordaba era a Michael dejándolo todo en la cancha, en la altura de Utah. Esos venían en cuatro versiones distintas. Me gusta para pisar, en la parte de atrás tiene el 23 y el apellido Jordan. Siempre que lo veo pienso en ese quinto campeonato. Jordan se los regaló a un chamaco que estaba en el vestidor y hace unos años fueron subastados en un precio récord. Ese fue el último partido que ganó en esa serie con esa versión. En el siguiente partido usaba los negros y blancos”.
El último tiro
Qué calzaba: Air Jordan XIV. La jugada completa comienza en el lado defensivo, cuando Jordan le da un manotazo a un balón que recibe Karl Malone bajo el canasto, y se queda con este. Ya en el lado defensivo, hacia amague de penetrar, pero tras el ‘step back’ más célebre de la historia (empujoncito incluído) anota el tiro que le da la victoria a los Bulls en el Juego 6 de las Finales de 1998.
Orozco: “Jordan era muy fanático de la escudería Ferrari, de ahí que tenga esos guiños hacia Ferrari. Es otro zapato muy cómodo. Ese fue el broche de oro, ahí es cuando termina su carrera con los Bulls. Solo usó ese modelo en ese juego. En la postemporada llevaba mayormente los Air Jordan XIII. Los ‘sneakerheads’ siempre salen a comprarlos, precisamente por eso”.