Chris Herro no quería enviar el mensaje de texto, ni siquiera levantar el teléfono. Pero era padre de un joven de 19 años, estaba preocupado y no podía evitarlo.
Eran las 11:30 de una noche de verano, y su hijo, Tyler Herro, había sido seleccionado unas semanas antes por el Miami Heat. Tyler había conducido desde su casa cerca de Milwaukee a Chicago después de recibir una invitación de su nuevo compañero de equipo Jimmy Butler, un All-Star de la NBA de 29 años, y estaban teniendo su primera noche en la ciudad. Y, bueno, Chris no estaba muy seguro de todo esto.
"Como padre, escuchas historias sobre Jimmy y solo quieres asegurarte de que esté bien", recordó el padre de Tyler sobre esa noche en julio de 2019. "Me respondió bruscamente: 'Papá, tienes que dejar de enviarme mensajes de texto. Jimmy es un buen amigo'".
Al final de esa semana juntos, era Butler quien contaba historias sobre Herro.
"Obviamente, es un novato. Pero te digo que cada vez que está en la cancha, el estilo con el que juega, los movimientos que hace, pensarías que ha estado en la liga por más de 10 [años]", dijo Butler.
La historia de Tyler Herro que se está desarrollando ahora es bien conocida. Está teniendo una de las actuaciones más prolíficas de un novato en los playoffs en la historia de la NBA. El escolta del Heat irrumpió en escena con un estallido de 37 puntos en el Juego 4 de las finales de la Conferencia Este y luego un último cuarto de 11 puntos en el Juego 6 para acabar con Boston Celtics. El domingo, lanzó una mueca de desprecio que se vio en todo el mundo del baloncesto cuando con un doble y un libre adicional para completar la jugada de 3 puntos, puso fin a una actuación de 17 puntos asegurando el triunfo de Miami en el Juego 3 de las Finales de la NBA.
Herro ha ganado atención por sus habilidades, pero aún más por la mezcla discordante de su cara de bebé y su confianza. Cuando hizo esa canasta contra Los Angeles Lakers, frunciendo el labio mientras miraba a la sección de la familia del Heat. Hasta allí había acertado 6 de 18 lanzamientos y había volado una bandeja fácil unos minutos antes. Estas no son las acciones típicas de un jóven en el escenario más grande en la liga de hombres.
Sin embargo, conocer a Herro es saber que no le importa lo que se supone que debe hacer.
No le importó cuando tuvo un miserable primer partido en las Finales y regresó con un fuerte Juego 2. Luego, a pesar de que acertó 3 de 13 tiros en tres cuartos en la noche del domingo, anotó ocho puntos vitales al convertir 3 de 5 tiros en el último cuarto para ayudar al Heat a cerrar el camino y ganar el primer partido de la serie que ahora está 2-1 a favor de Lakers.
"Mi confianza es... simplemente eso es lo que soy", dijo Herro. "No puedes sobrevivir en esta liga si no tienes confianza".
Herro es el primer novato en comenzar en las Finales desde Courtney Lee en 2009 y el jugador más joven en comenzar un juego de Finales en la historia de la liga. Y de acuerdo con los ESPN Datos, Herro está en camino de promediar la mayor cantidad de puntos (16) y minutos (36.7) por juego como novato en las Finales desde Magic Johnson en 1980. Nada de esto lo desconcierta. Su confianza y los destellos son los mismos que cuando tenía 12 años.
"Fue un torneo de 3 contra 3. Y hubo tres estudiantes de sexto grado que vinieron y se inscribieron en la división de octavo grado", recordó Andy Monfre, un entrenador de baloncesto juvenil que dirigía el evento. "Les pregunté, '¿Están seguros de que ingresaron al grupo correcto aquí?' Me dijeron, 'Sí, estamos seguros'".
Resultó que uno de los alumnos de sexto grado era Tyrese Haliburton, quien luego se convirtió en Estrella de Iowa State y en noviembre sería una selección de primera ronda del draft. El otro fue Herro. Ambos ganaron el torneo.
Este ha sido un tema recurrente durante el viaje a la NBA de Herro. Las grandes ambiciones y el ser subestimado lo obligaron a responder con trabajo duro y confianza.
Sucedió cuando estaba en la escuela primaria, secundaria y cuando se decidió alejarse de Wisconsin y pasar a Kentucky cuando tenía 17 años. Y todavía está sucediendo cuando toma a sus compañeros de la NBA por sorpresa.
Su padre y sus entrenadores perdieron la cuenta de la cantidad de veces que se presentó en un campamento o en un torneo de la AAU y nadie lo miró dos veces. Luego descubrirían lo rápido que era, cómo podía cambiar de dirección y manejar la pelota y ese tiro rápido.
"Lo que la gente no entiende es que tienes que tener confianza en ti mismo para jugar a un alto nivel", dijo el padre de Herro. "Puedes decirles: 'Eres bueno', pero si [ellos] no creen en eso, no importa. Ty siempre creyó en sí mismo".
Hay una letanía de historias de "ratas de gimnasio" por ahí. Monfre, quien comenzó a entrenarlo después de que guio a los estudiantes de octavo grado en aquel torneo, vivía cerca y lo recogía para entrenar a las 6 a.m. en el verano antes de ir a su trabajo diario como abogado. Cuando Monfre regresaba al centro comunitario para trabajar con otros niños por la noche, Herro todavía estaba allí.
Una vez a las 5 a.m., Chris Herro se levantó para usar el baño y encontró a Tyler a punto de irse al gimnasio. Tyler se había sentido frustrado porque el entrenador de la escuela secundaria no abría el gimnasio antes de las 6 a.m., por lo que optó por ir a un club abierto las 24 horas, donde podría comenzar antes de la escuela.
"Se mantiene a un nivel muy alto", dijo Travis Riesop, entrenador de Tyler en Whitnall High School. "Es muy meticuloso con los entrenamientos, [Tyler] espera tener velocidad de juego en un movimiento en el tercer intento".
"Cuando tenía 12 años, aprendía cosas en una semana que a otros niños de su edad les llevaban un mes", dijo Mondre.
"Tyler ha trabajado duro desde que era un niño", dijo Haliburton. "[Lo que está haciendo ahora] es lo que hemos soñado desde que éramos niños y no me sorprende".
Herro no fue de los mejores; no alcanzó el crecimiento acelerado que lo llevó a medir 6 pies 5 pulgadas hasta su segundo año en la escuela secundaria. Pasó sus años de formación sorprendiendo a la gente y luego, cuando su nombre comenzó a conocerse y los oponentes comenzaron a perseguirlo y los fanáticos rivales comenzaron a abuchear, empezó a callar a la gente.
"Voy a apostar por mí mismo. He estado haciendo eso toda mi vida", dijo Herro. "Fui de un pueblo pequeño en Milwaukee a Kentucky y nadie pensó que sobreviviría allí. Nadie pensó que sobreviviría [en la NBA]".
Hay algo de dolor detrás de sus palabras. Tiene algunas cicatrices. La mayoría de los jugadores de alto nivel soportan críticas y dudas; es parte del viaje. Muchas de sus dudas se relacionaban con su decisión de irse de Wisconsin después de su tercer año de secundaria y, en cambio, ir a jugar para John Calipari.
Los Badgers llegaron a la Final Four cuando Herro estaba en octavo grado. Vencieron al invicto Kentucky en la Final Four en 2015, cuando Herro era un estudiante de primer año en la escuela secundaria. Al año siguiente, como estudiante de segundo año, se presentó en Madison para un campamento.
"Eso dio inicio a la leyenda de Tyler Herro", dijo Nigel Hayes, una estrella de Wisconsin de 2013 a 2017. "Todos hablaban de este otro niño. Observo a los niños y veo a Tyler. Y comencé a decirle a la gente, 'No sé quién es este chico blanco, pero es especial. Quizá quieras vigilarlo'".
Herro se comprometió con los Badgers al comienzo de su tercer año. Pero esa leyenda siguió creciendo y tuvo una temporada explosiva de AAU antes de su último año. Los entrenadores de renombre lo comenzaron a llamar y, 13 meses después de hacer su promesa, se marchó. En cuestión de semanas, estaba encerrado en Kentucky, un lugar al que había soñado ir durante años.
Tyler no tuvo un gran recibimiento cuando volvió a su casa; fue aplastado en las redes sociales y abucheado implacablemente por los fanáticos cuando salió de gira. Luego recibió dos grandes desaires: el primero por parte del comité que eligió a los jugadores para el McDonald's All Americans, y también del panel de Wisconsin que no le otorgó el premio estatal de Mr. Baloncesto, a pesar de que promedió 33 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias y 3 robos por juego.
"Esto va a enfadar a algunas personas. Yo fui uno de los que le aconsejó que no fuera a Wisconsin con el talento que tiene", dijo Hayes, quien terminó su carrera tercero en la lista de goleadores de todos los tiempos de los Badgers. "Le dije que las únicas personas que están molestas con él son las que son egoístas. La única forma en que puede prosperar es no caminar pensando que es menos que nadie. Es una semilla en crecimiento".
Hayes guio a Herro a través de esos desafíos, haciendo una declaración al presentarse en la noche de último año de Herro con el equipo completo de Badgers para mostrarle su apoyo. Ese manto ha sido recogido por los jugadores del Heat esta temporada, particularmente por Butler. La intensidad y la fe de Herro en sí mismo se mostraron rápidamente una vez que llegó a la NBA e inmediatamente se ganó un papel en un equipo con muchos veteranos.
"Es implacable con su ética de trabajo", dijo el entrenador Erik Spoelstra. "Tiene una gran humildad competitiva. Tiene confianza. Tiene una valentía poco común. Pero es lo suficientemente humilde para trabajar, para ser dirigido, para recibir la tutoría de los jugadores veteranos que tenemos en nuestro equipo".
Butler se ha convertido en un miembro adjunto de la familia Herro. Cuando todos se juntaron por primera vez en un desayuno el año pasado, Jimmy le cayó muy bien a Austin y Myles, los hermanos menores de Tyler. Chris Herro vio como Butler, sabiendo que los hermanos de Tyler lo admiraban tanto, construyó al novato frente a ellos.
La gente del equipo le dirá que fue Butler quien detuvo a Tyler durante la temporada cuando la vida de South Beach resultaba tentadora. Y fue Butler quien ayudó a mantener el ánimo de Herro cuando una lesión en el pie en el mes de febrero interrumpió su temporada durante 15 partidos. Hasta podría haber obstaculizado a Herro por más tiempo si la pandemia no le hubiera dado tiempo para sanar.
Ese apoyo de sus compañeros y el empuje natural de Herro allanaron el camino para su juego. Y eso ha emocionado al Heat sobre su futuro, para las Finales y más allá.
"Sabes, al final del día, que todo lo que puedes hacer es trabajar en ello, perfeccionar tu oficio, entrar con una gran actitud y respetar a todos en el edificio", dijo Herro. "A partir de ahí sucederán cosas buenas. Se trata de poner el trabajo y realmente dedicar tiempo y esfuerzo a algo que amas".