BOSTON -- John Farrell está fuera como manager de los Medias Rojas de Boston.
Después de dirigir a un equipo relativamente joven a los primeros títulos divisionales en fila de la franquicia, pero también a caídas consecutivas en la primera ronda, Farrell fue dejado en libertad por el equipo restándole un año en su contrato, anunció el miércoles el presidente de operaciones de béisbol de los Medias Rojas, Dave Dombrowski.
Dombrowski declinó entrar en detalles específicos sobre la movida - u ofrecer razones para la misma - durante una conferencia de prensa de 34 minutos en el Fenway Park este miércoles. Además no quiso decir si Farrell se habría mantenido al frente del equipo si los Medias Rojas no se hubiesen eliminado ante los Astros de Houston en la Serie Divisional de la LA al mejor de cinco encuentros.
Pero al despedir a Farrell ahora, Dombrowski claramente decidió que el equipo necesita una nueva voz en el camerino y una cara pública nueva. A pesar de otro final en primer lugar en la División Este de la Liga Americana, la impopularidad de los Medias Rojas creció bastante esta temporada. Los 'ratings' de televisión en las horas pico en la telecadena de los Medias Rojas New England Sports Network (NESN) bajaron un 15 por ciento este año respecto al año pasado, que fue la temporada final de David Ortiz.
"No fue una decisión tomada a la ligera que dijera, 'OK, perdimos en la postemporada'. Ese no es el caso", dijo Dombrowski. "Para mí, pienso que el cambio es bueno para la organización y el puesto de manager para los Medias Rojas de Boston al entrar a la temporada 2018".
Cuando se le pidió que ampliara su respuesta, Dombrowski dijo, "Eso es algo que realmente voy a mantener conmigo. No voy a entrar en más detalles más allá de decir que hubo otros factores involucrados".
El popular ex receptor y capitán de los Medias Rojas Jason Varitek será mencionado como posible sucesor de Farrell. Pero Varitek no ha sido manager o coach en las Grandes Ligas o en cualquier otro nivel, características que Dombrowski indicó que son prerrequisitos para el puesto. Dombrowski podría echar mano de Brad Ausmus, a quien contrató en el 2014 para ser manager de los Tigres de Detroit, pero que fue cesanteado luego de concluir la presente temporada. Otra posibilidad es el coach puertorriqueño de la banca de los Astros Alex Cora, quien ha sido candidato para ser manager en otras organizaciones y quien jugó para los Medias Rojas de 2005 al 2008.
Farrell tuvo un récord de 432-378 en un periodo de cinco años de montaña rusa que incluyó un campeonato de la Serie Mundial en 2013 y dos últimos lugares. Es el único manager de los Medias Rojas que gana tres coronas del Este de la Liga Americana y ocupa el sexto lugar en la lista de victorias histórica del club.
Pero Farrell también se convirtió en un saco de boxeo para los frustrados fanáticos y comentaristas radiales. Mientras todos los managers están bajo fuego por los movimientos dentro de juego que no funcionan, Farrell fue objeto de un mayor escrutinio que muchos. Los teóricos de la conspiración sostienen que habría sido despedido en 2015 si no hubiera perdido las últimas seis semanas de la temporada para someterse a un tratamiento contra el cáncer.
Dombrowski se reunió con su personal de operaciones deportivas luego de la derrota del lunes y tomó la decisión de cortar sus lazos con Farrell. El martes, presentó su decisión en una reunión cara a cara con el dueño John Henry y el presidente/CEO del equipo Sam Kennedy, con el presidente Tom Werner escuchando en llamada telefónica.
"Yo tomé la decisión de hacer un cambio", dijo Dombrowski durante una conferencia de prensa en la que curiosamente no estuvieron presentes ni Henry ni Werner (Kennedy estuvo presente, pero no quiso emitir comentarios). "Yo expliqué mi proceso de pensamiento detrás de la decisión (a los dueños), y John básicamente me dijo, "La decisión es tuya".
El miércoles en la mañana, Dombrowski llamó a Farrell al Fenway Park para darle la noticia.
"Yo no sé si él estaba sorprendido", dijo Dombrowski. "Me hizo una pregunta que yo le respondí y realmente eso fue todo. No estoy diciendo que él haya estado complacido. Más bien diría que estaba decepcionado".
Este año, en particular, fue un reto para Farrell. Anteriormente como manager orientado a los jugadores, había una percepción de que había perdido el respeto de algunos veteranos que dudaban de su apoyo. El lanzador zurdo David Price, por ejemplo, parecía tratar a Farrell con burla llamándolo 'Manager John'.
Farrell manejó varios fuegos esta temporada. Hubo una saga de pelotazos intencionales contra los Orioles de Baltimore en abril y mayo en los cuales los lanzadores de los Medias Rojas repetidamente no consiguieron la venganza por un deslizamiento duro contra el intermedista Dustin Pedroia, que a su vez pareció tomar posición contra sus compañeros por sus intentos de represalia. En junio, Price humilló al comentarista Dennis Eckersley en el avión del equipo, un incidente que no produjo ninguna disculpa hacia el miembro del Salón de la Fama por parte del personal uniformado, incluyendo a Farrell.
Sin embargo en el terreno, Farrell manejó de forma maestra el bullpen en ruta a lograr 15 victorias en entradas extras, y logró sacarle el máximo a una ofensiva que tuvo la menor cantidad de cuadrangulares en la Liga Americana al predicar el oportunismo implacable en las bases. En su último acto en el terreno el lunes en el Fenway Park, fue expulsado del Juego 4 de la Serie Divisional de la Liga American al proteger a Pedroia en una discusión con el oficial del plato Mark Wegner. Entonces, Farrell aconsejó al coach de la banca Gary DiSarcina a que dejara a un as Chris Sale en el montículo en la octava entrada. Sale permitió el cuadrangular de Alex Bregman que igualó el encuentro para los Astros.
Pero luego de esa derrota que terminó la temporada para Boston, varios jugadores expresaron su apoyo a Farrell.
"Él me dió todas las oportunidades para tener éxito", dijo Sale. "Puedo decir lo mismo por todos los demás en este equipo".
El estelar jardinero derecho Mookie Betts dijo: "Él hizo un gran trabajo al manejar las personalidades y ponernos en posición de ganar. Nos escucha y habla con nosotros. Esas dinámicas funcionan bien".
Dombrowski ahora podrá seleccionar al manager por sí mismo. Al tomar las riendas de la organización a finales de la temporada 2015, Dombrowski heredó a un Farrell en el puesto que ya sufría de cáncer. Y aunque Dombrowski nunca dejó entrever su incomodidad, llegándo incluso a felicitar a Farrell la semana pasada cuando los Medias Rojas aseguraron el banderín del Este LA, tampoco fue demasiado efusivo en su alabanza.
Dombrowski solo ha contratado dos managers en las pasadas 12 temporadas: Jim Leyland, con quien laboró tanto con los Marlins de Florida como con los Tigres de Detroit, pero que está retirado; y Brad Ausmus, un potencial candidato a reemplazar a Farrell, y quien fue recientemente despedido por los Tigres tras una temporada en la que terminaron en el sótano con 98 derrotas.
Los Medias Rojas podrían mirar dentro de la organización a su ex receptor y capitán del equipo Jason Varitek. Otras posibilidades podrían incluir a DiSarcina y el coach de la banca de los Astros de Houston Alex Cora, quien ha sido entrevistado por varias organizaciones en las pasadas temporadas y quien fue jugador de los Medias Rojas de 2005 al 2008. Dombrowski también tiene una gran relación con el manager y miembro del Salón de la Fama Tony La Russa, quien recientemente cumplió 73 años y no ha dirigido desde 2001 cuando estaba con los Cardenales de San Luis.
En todo caso, observar a Farrell parece haberle dado a Dombrowski una apreciación de la intensidad de la gestión de un manager en Boston. Se necesita una piel dura y la habilidad de hacer caso omiso a las críticas. Y eso no lo puede hacer todo el mundo.
"El ser manager es un trabajo duro, punto. Pienso que hacerlo aquí es más difícil que en otras partes", dijo recientemente Dombrowski. "El escrutinio que recibes - al haber estado en el juego por tanto tiempo como he estado yo - estoy algo sorprendido por el aspecto del escrutinio. Y cuando miro a los nombres detrás del escritorio de Farrell, el número de fotos y los pocos que se han sostenido por mucho tiempo, eso me demuestra que es un trabajo duro".