La Novena: Luz y sombra en el feudo de los Cachorros

1. EN EL BÉISBOL como en la vida uno carga con una bolsa para ganar y otra para perder. A quien diga lo contrario, puede espetarle con total anuencia una soberana y ruidosa trompetilla. Nada es perfecto en la viña del Señor y bien lo han experimentado los Cachorros de Chicago, quienes esta temporada han hecho dos contrataciones que perfectamente entran en ese rango de probabilidades. Por un lado, soltaron $126 millones para sumar a su plantilla al abridor japonés Yu Darvish. No fueron pocos los que cuestionaron semejante desembolso por un lanzador que cumpliría 32 años en el transcurso de la temporada (16 de agosto de 1986) y que, ateniéndonos a la efímera trayectoria de los pitchers de la tierra del Sol Naciente en la Gran Carpa, no auguraba buenos dividendos. Pues, así fue. Darvish apenas lanzó 40 entradas antes de ponerle punto final a la campaña debido a lesiones en el codo y el tríceps. Al menos hasta el presente, dinero tirado por el caño.

2. EN CAMBIO, la firma de Cole Hamels, 34 años, proveniente de los Rangers de Texas y a cambio de varios prospectos y dinero efectivo, ha sido todo lo contrario para la novena del mánager Joe Maddon. Gracias a Elias Sports Bureau, supimos que el serpentinero zurdo es el quinto lanzador en la historia moderna de la MLB (desde 1900) en lanzar al menos 5 entradas y permitir una o menos carreras en cada una de sus primeras 5 aperturas con un equipo en una temporada. Hamels es el segundo en hacerlo después de cambiar de equipo a mitad de temporada (el primero fue Lee Meadows). Desde que se sumó a los Cachorros ha sumado cuatro éxitos en cinco salidas, algo bien contrastante con su paso de 5-9 con Texas y el balance de 1-3 de Darvish.

3.LA SERIE MUNDIAL de Pequeñas Ligas nos ha mantenido en el borde del asiento toda la semana, particularmente los partidos en los que jugaban México (Matamoros), Puerto Rico (Guayama) y Panamá, nuestros representantes en el torneo de Williamsport, Pensilvania. Aparte de seguir a los nuestros, los niños han dado cátedra no solo de buen béisbol, sino de unos aspectos del juego que jamás verás en un partido de béisbol de Grandes Ligas, aunque uno pudiera pensar que deberían ser fáciles de rescatar. Aquí van tres:

1. El saludo del final del partido: Es un juego, no una guerra. A todos los niveles se trata de competir, pero también de compartir. LLWS da cátedra a MLB al instituir esa práctica de pararse en las líneas e ir a saludar uno por uno a los compañeros de terreno, después de un partido intenso.

2. Después del pelotazo, el abrazo. ¿Se imaginan a José Ureña caminando hacia primera en son de paz a darle la mano a Ronald Acuña Jr. después del pelotazo la semana pasada? Tal vez se habría ahorrado varios días de suspensión y menos drama. Pero las 'reglas no escritas del béisbol 'de adultos' no permitirían esa muestra de debilidad.

3. El toque de bola. Los jovencitos en Williamsport nos recordaron esa práctica perdida de Grandes Ligas de cuadrarse para tocar, tanto para adelantar corredores, embasarse o forzar una carrera. En el béisbol pequeño, tocar bola está tan presente como jugar para divertise.

4. LA SAGA de los Marlins de Miami contra el joven venezolano Ronald Acuña Jr. continúa. (Afortunadamente esto es béisbol y no los lacrimógenos culebrones de cadenas que prefiero no recordar el nombre). Después de ser golpeado por José Ureña tras pegar tres jonrones abriendo juego a los Marlins, ayer (23 de agosto) pegó el séptimo cuadrangular a los peces en su campaña de debut (en la tercera entrada) y tres entradas más tarde su muñeca absorbió un pelotazo a 93 millas por hora. No sé ustedes, pero me da la sensación que esa controversia se está saliendo de control y pudiera terminar mal, muy mal. Ojalá mi predicción sea errada, pero las represalias por parte de los Bravos de Atlanta llegarán. No sé si en esta temporada, en la cual Atlanta (72-55) domina la División Este de la Liga Nacional, perseguido de cerca por los Filis de Filadelfia (69-58), o en la siguiente. Dudo que los Bravos se expongan a una trifulca donde puedan recibir sanciones que limiten su poderío en la parte final de la campaña. A esta altura cada juego cuenta para la clasificación y ya habrá tiempo para tomar desquite... al menos, eso creo. A fin de cuentas, la venganza es un plato que, frío se degusta mejor.

Otro pelotazo más para Ronald Acuña, quien hoy otra vez castiga a los #Marlins con HR, y le dieron bolazo en el siguiente turno... ¡Asii no! Otro bolazo de los Marlins para el...#MLB #Picante #Marlins #RonaldAcuña #Atlanta pic.twitter.com/E5XrL4WLNC

— Abriendo el Juego (@AbriendoJuego) 24 de agosto de 2018

5. NADIE EN SU SANO JUICIO se acusará a sí mismo. No por gusto en los Estados Unidos existe la 5ta Enmienda. José Ureña tampoco lo hará. En una entrevista concedida al colega Jorge Morejón, el lanzador de los Marlins trató de justificar -a mi modo de ver- lo que para la mayoría se trató de un pitcheo mal intencionado para cortar la racha ofensiva del Ronald Acuña Jr. Ureña respondió a la interrogante ¿Piensas llamar a Acuña y conversar sobre el hecho?: "No. Yo hice lo que tenía que hacer. Yo le pregunté en ese momento a él si estaba bien. Muchas personas piensan que yo dije algo malo. Si ellos no saben hablar español, tal vez tienen que informarse un poquito. El sí sabe lo que yo le pregunté. Y él actuó de una manera que no fue buena, tirándome algo ahí. El respeto fue mío, pero así ya no vale la pena". O sea, ahora el dolido es Ureña. De verdad que en ocasiones hay que escuchar cada cosa...Y, por cierto, Ureña apeló la suspensión de seis juegos que le impuso MLB por el incidente con Acuña y lanzó a mitad de semana contra los Nacionales de Washington . Luego aceptó la sanción y así evadió una apertura en la serie de cuatro partidos contra los Bravos en el Marlins Park (jueves a domingo). Dicen algunos que la estrategia es para enfriar los ánimos. Pero me pregunto, sí está tan seguro de que no lanzó la pelota a propósito, por qué utilizar semejante argucia. No dicen por ahí que "quién no la debe no la teme".

6. SI POR ALGUNA CASUALIDAD pensó en cuál es la manera más eficiente de tocar y poner out a Javier Báez aquí los Cachorros le proponen la ecuación que mejor funcionaría: