Los mexicanos fueron piezas clave para la obtención del campeonato para la novena angelina
Los lanzadores mexicanos Víctor González y Julio Urías figuraron con los Dodgers en la Serie Mundial por apuntarse triunfo y salvamento, respectivamente, y con ello quedará en la memoria por mucho tiempo sus nombres y los números que portaban en sus jerseys, que para uno representó un reto y para el otro un orgullo porque lo porta desde que era niño.
Víctor González llegó a las Grandes Ligas para jugar con los Dodgers y fue ahí donde le asignaron el número 81, el cual aceptó sin mayores problemas en busca de llevarlo a la fama.
Guillermo González, abuelo del lanzador mexicano, indicó que en su momento Víctor le dijo que haría resaltar ese número y que ahora tienen el orgullo de que ganó el último partido ante los Tampa Bay Rays que le dio el campeonato a la novena angelina.
"Le dije por qué el 81 y me dijo pues a mí me lo dieron, así de sencillo, pero lo voy a hacer famoso, con esa seguridad me comentaba y ahí está el 81. Una razón especial que él me haya dicho no, la verdad, me dijo este número me dieron, pues me lo pongo, pero lo voy a hacer famoso", expresó a ESPN Digital.
Guillermo González resaltó la sencillez de su nieto y dijo que ahora sólo tienen que disfrutar el momento que viven como familia y después ver qué pasa más adelante con el desarrollo de Víctor González en la Gran Carpa.
El otro lanzador mexicano que resaltó en la Serie Mundial fue Julio Urías, quien portaa el número 7 desde que era pequeño y ahora con el equipo de Los Angeles hará recordarlo por apuntarse el salvamento.
Urías dominó en la novena entrada a Manuel Margot, luego que dio un batazo elevado, mientras a Michael Brosseau y Willie Adames los poncho, con lo cual logró los tres últimos outs del partido para ayudar al equipo a coronarse.
Con ello también quedará grabado el número 7 de Urías, quien lo porta desde que tuvo su primera camisa, que fue a los cinco años de edad, y lo hizo por un jugador de los Tomateros de Culiacán.
El entonces jardinero central, Darrel Sherman, era la inspiración de todos los niños de Culiacán, la ciudad natal de Urías, por lo que hacía dentro del terreno de juego, los pequeños buscaban portar el número 7 y él no fue la excepción.
Ahora, ha logrado resaltar con ese jersey en la Serie Mundial con Dodgers, así como lo hizo Víctor González con su número 81, y ahora el reto para ambos será mantenerse en el mismo camino dentro de las Grandes Ligas.