Desde que Steve Cohen completó la compra de los New York Mets por $2,400 millones de dólares en noviembre, el conjunto con sede en Queens ha hecho notables progresos para intentar regresar al camino correcto en la búsqueda de su primer campeonato desde 1986.
El equipo que está recibiendo el manager dominicano Luis Rojas en el campamento de entrenamientos en Port St. Lucie, Florida, es un poco diferente al que tuvo el año pasado en su debut, cuando además de las lesiones y acontecimientos normales de una temporada tan larga como la de Grandes Ligas, tuvo que lidiar con jugar un calendario recortado y condiciones inusuales provocadas por la pandemia del coronavirus.
"Estoy muy emocionado de estar de vuelta", dijo Rojas durante una conferencia vía zoom el miércoles desde el cuartel de preparación de los Mets.
"Tenemos un gran equipo, un roster que ha ido mejorando añadiendo piezas que nos dan bastante profundidad para jugar diferentes posiciones y mejorar la defensa, que fue nuestro Talón de Aquiles", dijo Rojas. "Tenemos buena ofensiva, mejoramos en la receptoría y hemos añadido pitcheo", agregó.
Lanzadores y receptores de los Mets comenzaron a trabajar en el Clover Park el miércoles, bajo la supervisión de Rojas y el resto de staff de coaches y cuerpo médico. Incluso el derecho Noah Syndergaard, quien no está programado para regresar todavía de una operación Tommy John hasta junio, lanzó una sesión de bullpen, informó el dirigente.
El resto de los jugadores de posición se integrarán la próxima semana y el primer juego de exhibición del conjunto está programado será el primero de marzo, contra los Miami Marlins en Jupiter.
"Fue un gran primer día. Todo se hizo al punto, como lo planeamos, y eso se lo debemos a nuestro coach de banca Dave Jauss, quien fue el encargado de diseñar todo. Jauss es el maestro de armar calendarios de trabajo en los entrenamientos", dijo Rojas.
"Pero lo que más ansío son los juegos. No es una división fácil y quiero que los jugadores comiencen a sentir el calor de la competencia, practicar el competir", agregó el piloto.
En la temporada irregular de 60 partidos del 2020, los Mets (24-36) empataron con los Washington Nationals en el último lugar de la División Este de la Liga Nacional. Aparte de los problemas para anotar y limitar a los rivales, con 20 bases robadas y -20 carreras salvadas, Nueva York fue uno de los equipos más lentos en las bases y menos eficientes a la defensa de todo el béisbol.
"No quisiera ranquear las prioridades, pero debemos ser un mejor equipo defensivo, controlar el el corrido de los contrarios y mejorar nuestro propio desempeño en las bases", dijo Rojas.
Con la bendición de Cohen, la oficina de operaciones de béisbol que lidera el veterano Sandy Alderson estuvo muy activa, firmando en la agencia libre a los jardineros Kevin Pillar, Albert Almora Jr. y Jose Martinez, al intermedista Jonathan Villar, al receptor James McCann, al pitcher abridor Marcus Stroman y los relevistas Trevor May y Aaron Loup, además de una serie de acuerdos de ligas menores sin garantías.
Sin embargo, el movimiento más importante de Nueva York en todo el invierno se completó en la primera semana de enero, cuando adquirió al estelar torpedero puertorriqueño Francisco Lindor y al lanzador venezolano Carlos Carrasco desde los Cleveland Indians por el infielder dominicano Amed Rosario, el torpedero venezolano Andres Gimenez, el lanzador Josh Wolf y el jardinero Isaiah Greene.
Lindor, de 27 años, es un cuatro veces Todos Estrellas con dos Guantes de Oro y dos Bates de Plata que promedia 29 jonrones, 21 robos y casi 5.0 WAR por cada 162 partidos desde que llegó a las ligas mayores en el 2015.
Posteriormente, Anderson consiguió al zurdo Joey Lucchesi, quien puede abrir y relevar, desde los San Diego Padres en una transacción que también involucró a los Pittsburgh Pirates.
Con una ofensiva comandada por Lindor, el inicialista Pete Alonso, el polivalente Jeff McNeil y los jardineros Michael Conforto y Dominic Smith y un staff de pitcheo que incluye al derecho Jacob deGrom, el mejor lanzador de Grandes Ligas hoy día, y al cerrador puertorriqueño Edwin Diaz, Nueva York no solamente luce listo para dar la pelea, sino que muchos consideran que es el mejor equipo de la división más reñida del béisbol.
"La división completa está equipada. No será fácil, pero me siento bastante confiado con el equipo que tenemos", dijo Rojas. "Mejoramos la defensa, ahora tenemos varios jugadores que pueden jugar en diferentes posiciones. Es una división dura y debemos prepararnos para una larga batalla", agregó.
Los Atlanta Braves, que ganaron el banderín en los tres años anteriores, siguen entre los favoritos de la liga para alcanzar la Serie Mundial. El venezolano Ronald Acuña y el dominicano Marcell Ozuna son potenciales candidatos al Jugador Más Valioso, que ganó su compañero Freddie Freeman el año pasado.
Los Philadelphia Phillies invirtieron cerca de $150 millones de dólares para retener al receptor J.T. Realmuto y al torpedero curazoleño Didi Gregorius en la misma alineación que Bryce Harper.
Washington, que ganó su primera Serie Mundial en 2019, agregó al zurdo Jon Lester a una magnífica rotación que ya tenía a Max Scherzer, Stephen Strasburg y Patrick Corbin, y además, tienen a Juan Soto, posiblemente el mejor bateador del mundo actualmente.
Y los Marlins vienen de derribar todos los pronósticos adversos y un brote de coronavirus para meterse a los playoffs del año pasado, por primera vez desde el 2003.
La proyección de Baseball Prospectus tiene a los Mets ganando la división con 94 triunfos, casi 10 más que Washington. Fangraphs le da al equipo de Queens un 81.2% de probabilidades de alcanzar la postemporada, muy por encima de Atlanta (67,8%), Washington (24,6%), Filadelfia (13,4%) y Miami (0,7%).
Nueva York no ha ganado su división desde el 2015, cuando perdió la Serie Mundial frente a los Kansas City Royals. Fue apenas la quinta visita del club al clásico de otoño, que ganó dos veces, la primera en 1969.
"Fue un desafío el año pasado y sigue siendo un desafío ahora", dijo Rojas sobre el peor enemigo que enfrentan actualmente los Mets y el resto del béisbol: El coronavirus.
"Mantener a todos saludables mientras te preparas para competir, es desafiante. Hay que estar preparado para reaccionar ante cualquier eventualidad", agregó.