HOUSTON - Para los Houston Astros es lo mismo, pero muy diferente.
Los Astros disputarán su cuarta Serie Mundial en seis años, con la esperanza de conquistar el segundo campeonato de las Grandes Ligas en su historia.
Salvo siete peloteros, el resto ya ha estado en el máximo escenario del béisbol y coinciden en que cada experiencia es diferente, con mayor responsabilidad y un reto superior, sin importar el rival de la Liga Nacional.
"Siempre se disfruta todo esto porque nunca sabes si se repetirá otra vez. Es algo que todo pelotero anhela", dijo el jardinero de los Astros Yordan Álvarez, quien está en el Clásico de Otoño por tercera ocasión. "Esta vez tenemos que ganar. La tercera tiene que ser la vencida. Venimos obviamente a tratar de ganar, después de que nos hemos quedado cortos".
Álvarez es parte del grupo de peloteros de Houston que perdieron las series mundiales del 2018 contra los Washington Nationals y la del año pasado contra los Atlanta Braves. En ambas, eran favoritos.
Esta vez, los Astros comienzan también como los favoritos para llevarse el título, después de jugar un béisbol casi impecable durante las series divisional y de campeonato que los mantiene invictos.
Houston es apenas el quinto invicto en la historia de la postemporada que gana sus primeros siete partidos de playoffs, aunque sólo uno (Cincinnati Reds) de los anteriores cuatro se coronaron en la Serie Mundial.
"Es tremenda motivación que tenemos en el equipo", dijo Álvarez. "Ahora mismo creo que nos hemos enfocado al máximo con la experiencia de los años anteriores. Estamos disfrutando muchísimo, pero a la vez estamos en una misión que ha sido la meta desde el spring training".
"El trabajo no ha terminado todavía y vamos a tratar de salir adelante", agregó.
El receptor Christian Vázquez, quien llegó de los Boston Red Sox como refuerzo a Houston en la fecha límite de canjes entre equipos en agosto pasado, reconoció que este equipo es especial, sobre todo cuando el enfoque y la única meta válida es el título de las Grandes Ligas.
"Este equipo es especial", comentó Vázquez el jueves en el Día de Prensa de la Serie Mundial. "Cuando los ves de afuera o los enfrentas, de inmediato sabes que es un equipo con demasiado talento en cada una de sus posiciones. Cuando estás adentro aprendes que la diferencia es el compañerismo, la amistad. Tal vez porque muchos de ellos vienen desde abajo (Ligas Menores) juntos o han estado aquí arriba mucho tiempo juntos".
Los Astros están conscientes de que tienen la presión de ganar en todos los aspectos. Dominaron la Liga Americana de punta a punta, para poner la mejor marca con 106 victorias, la segunda mejor de su historia.
Han limpiado las dos series anteriores y enfrentan a un equipo, los Philadelphia Phillies, que ni siquiera llegó a los 90 triunfos (87-75), después de que cambiaron de mánager avanzada la temporada y que se clasificó a playoffs con el último boleto disponible como terceros en su división.
Los Astros ganaron 19 partidos más que Philadelphia en temporada regular, que representa la segunda mayor disparidad para equipos que se enfrentan en el Clásico de Otoño. La única diferencia más grande sucedió en 1906 cuando los Chicago Cubs obtuvieron 111 victorias, contra los Chicago White Sox, de 93 triunfos.
Sin embargo, Houston sabe que no es la manera cómo se llega a la postemporada, sino cómo se termina. Aprendieron eso de dura manera en sus dos fracasos anteriores en el Clásico de Otoño, frente a equipos que a media temporada nadie apostaba por ellos y que se "calentaron" en el momento más oportuno.
"De todo lo que hemos hecho nada garantiza el triunfo", dijo el lanzador Framber Valdez. "Tenemos que salir a ejecutar nuestros mejores pitcheos, nuestros mejores turnos al bate... Tenemos que enfocarnos en los pequeños detalles, en todos los aspectos, sin dejar que todo esto nos distraiga o que nos importe lo que pasa a nuestro alrededor".
"Tenemos que salir a jugar pelota y disfrutar", agregó. "Al final, la Serie Mundial sólo va a disfrutarla el que gane...".