<
>

Dafne Bravo, del Halcón Milenario en Disney a la primera histórica temporada de softbol femenino en México

play
Dafne Bravo y sus orígenes en el softbol (1:36)

La receptora tuvo que hacer una pausa en su trabajo para ir a jugar a México (1:36)

La catcher de Diablos Rojos del México Femenil no tuvo que pensar mucho para abrir un compás de espera y dejar por un tiempo su vida en Los Ángeles para perseguir el sueño de ser protagonista y brillar en el deporte mexicano.


El trabajo como anfitriona en el Halcón Milenario, la nave que pilota Han Solo en la saga de la Guerra de las Galaxias, es una oportunidad única para Dafne Bravo. Además de disfrutar de sesiones divertidas con los cientos de visitantes que acuden diariamente a la atracción más importante de Star Wars: Galaxy’s Edge, en Disney World, el parque de diversiones más famoso del mundo, Dafne tiene el tiempo suficiente y los recursos económicos para continuar sus estudios en la Universidad de California.

Dafne guía a los fanáticos de las películas de Star Wars en la misión de asaltar un tren de carga de la Primera Orden para robar un cargamento de coaxium, un combustible altamente explosivo, de acuerdo con la narrativa que sigue el exitoso largometraje creado por George Lucas. El reto que plantea el juego interactivo requiere de habilidad. Dafne ayuda a los visitantes a ser protagonistas de sus propias aventuras, los guía y cuando es necesario, también los regaña. Un trabajo que disfruta al máximo.

“Yo trabajo en el parque de diversiones de Disneyland. Cuando estaba entrenando para los juegos en Disney, a los tres meses recibí una llamada de un señor que me dijo que me podía dar una posición en Star Wars y dije que sí porque es mi juego favorito. Me entrenaron en una nave y me encantó, luego quise trabajar con más gente en ‘Rise of the Resistance’, y ahí me encanta, me gusta ayudarle a toda la comunidad, tengo amigos que me apoyan mucho y me gusta mucho estar con ellos, ellos están orgullosos”, explica Dafne.

“En el juego la Primera Orden, recibo mi horario y me indican qué voy a trabajar ese día; siempre soy Resistance, pero luego trato de agarrar Primera Orden, porque puedes sonreír más, hacer bromas y hasta regañar un poco. Cuando trabajo en Resistance tengo que invitar a todos, dejarlos entrar en una nave y ellos tienen que hacer una misión, luego de la Primera Orden, les dices en qué color se tienen que parar en el juego, hacer algunas cosas y seguir las reglas, luego las resistencias los salvan. Es algo muy chido”, dice Dafne sobre su trabajo con una amplia sonrisa.

La rutina ideal para una joven de 22 años, nacida en Los Ángeles, de padres mexicanos, con tres hermanos. Admiradora de Yadier Molina y ávida consumidora de todos los capítulos de la popular serie de televisión Grey’s Anatomy, estelarizada por la actriz Ellen Pompeo.

¿Qué podría motivarla a establecer un compás de espera y apartarse por un tiempo de su mundo perfecto?

Sólo una razón. Convertirse en protagonista de la historia del deporte mexicano y jugar en la primera temporada profesional de la Liga Mexicana de Softbol, una disciplina que Dafne abrazó desde pequeña.

“Mi papá jugó futbol y trató de que yo también lo hiciera. Empecé a practicarlo a los seis años, pero no me gustó por tener que correr mucho, me paraba y mi papá me gritaba que tenía que correr. Después, me colocó en un deporte donde no tenía que correr tanto y me metió al softbol”, recuerda.

“En Los Ángeles empecé desde los siete años, pero siempre jugué donde juegan otros equipos de los parques, algo más recreativo, donde hay algunas chicas que son buenas. De ahí jugué en la preparatoria, jugué muy bien y algunas amigas me dijeron que debía entrenar con su equipo en donde había más competencia, contra otros equipos. Empecé a jugar con Ohana Tigers y de ahí me encontré con algunas universidades”.

Después, Dafne se unió a Toros, el equipo de la Universidad de California. Los estudios son una prioridad para la catcher, pero su carrera deportiva también guarda un lugar importante. Por ello, no necesitó pensarlo mucho al enterarse de que existía la posibilidad de realizar un tryout en la Ciudad de México, organizado por la Liga Mexicana de Beisbol, para reclutar el talento necesario y darle forma a la primera liga profesional femenina de softbol.

Con el respaldo de sus padres, la catcher se atrevió a dar el siguiente paso. “Es algo difícil, porque soy una chica que me gusta seguir mis planes, parar los estudios pensé que era algo que no podría hacer, pero mis papás me están apoyando; en este momento no estoy trabajando y es algo muy difícil, pero también sé que necesito enfocarme en el softbol para jugar bien y divertirme.

“Ya tenía un año y medio sin jugar. Llevé a mi hermana a practicar y, no recuerdo si fue el papá o el tío de una amiguita, me dijo que su sobrina jugaba en la Liga Mexicana de Softbol, me causó interés, no pensé que podría lograrlo porque tenía un rato sin jugar. Después me dijo mi mamá, 'me llamó este señor y me comentó que puedes hacer el tryout para ver si te quedas en un equipo', mi mamá me dijo, 'sí quieres ir, vámonos, y me fui”, relata.

En un abrir y cerrar de ojos, se conjuntaron las circunstancias para propiciar la participación de Dafne en la primera temporada de la Liga Mexicana de Softbol. De inicio, sus jefes en Disneyland le extendieron todas las facilidades para probar suerte en México.

“Cuando fui al tryout pedí esos días y me ayudaron”, recuerda. “Tenía miedo porque son tres meses (de temporada en México) y para dejar el trabajo sólo pueden ser 30 días y tiene que ser un caso particular, por ejemplo, que te enfermes. Pero hablé con un manager que me ayudó muchísimo, a él le encantan los deportes, me dijo que le encanta ver el soft, me felicitó cuando le dije que quedé en un equipo y me dijo que no iba a detenerme.

“Tengo algunos otros managers que me apoyan en el trabajo, ven mis juegos por Youtube y son muy lindos todos”, subraya.

El orgullo de jugar con el jersey de Diablos Rojos

¿La cereza en el pastel?

Luego del tryout celebrado en la Liga Olmeca y el posterior Draft en el Estadio Alfredo Harp Helú de la Ciudad de México, Dafne fue seleccionada para jugar con Diablos Rojos, la franquicia de mayor tradición y jerarquía en el beisbol mexicano que comienza a escribir una nueva historia, ahora, en el softbol femenino.

“Yo no sabía mucho de beisbol en México, no conocía tanto al equipo de los Diablos Rojos, pero ya cuando empecé a estudiar sobre la historia, se me hace un gran equipo, se me hace muy bueno por la actitud y cosas que son importantes para mí en el juego, lo son también para ellos como equipo”, señala.

“Cuando quedé estaba muy orgullosa y emocionada, luego hay algunos equipos y coaches que no valoran el tema moral y aquí las cositas pequeñas sí las toman en cuenta”, agrega.

Dafne conduce el pitcheo de Diablos Rojos del México Femenil y ha logrado conformar una buena batería con las lanzadoras del club capitalino. Transcurrida la primera mitad de la temporada, el equipo se ubica en el segundo lugar del standing, a sólo un juego de distancia de las líderes Charros de Jalisco Softbol. La catcher conoce su trabajo y lo ejecuta con dedicación y profesionalismo en cada oportunidad en el terreno de juego, con la cima del standing en la mira.

“Quiero ser alguien en quien (las pitchers) puedan confiar. Ellas son las más importantes del juego, mi trabajo es que ellas se miren bien, ése es mi trabajo. Yo trabajo mucho en la química de nosotras, aunque no sean mis mejores amigas, ellas saben que yo las voy a levantar cuando se caigan. Ellas saben que yo seré una pared para que ellas no se vean mal y si tienen un error, yo siempre voy a asumir la responsabilidad”, advierte.

“Yo siempre quiero ser uno en todo, y al ver a Charros, bueno, todavía es temprano y las vamos a enfrentar de nuevo. En la Serie de Campeonato, siento que vamos a ser Charros y nosotras”, confía.

El subliderato en la Liga Mexicana de Softbol es el reflejo de la buena química que las jugadoras mantienen en el clubhouse. Esa leyenda urbana de que las mujeres ‘suelen ser complicadas’ en la convivencia queda totalmente descartada en el equipo de softbol de Diablos Rojos.

“Todas las chicas son muy amables y muy lindas, son bromistas, nunca estoy aburrida con ellas, me divierto, yo creo que cada una tiene su chispa y creo que me caen bien todas. No tengo problema con ninguna de ellas y es algo que me encanta, porque siempre hay una manzanita mala en un equipo, pero, aquí, no. Me encanta este equipo”, asegura.

Por razones de logística, Diablos Rojos no pudo jugar su temporada debut de la Liga Mexicana de Softbol en el Estadio Alfredo Harp Helú. A pesar de ello, el equipo juega arropado por su afición en un campo de la Ciudad Universitaria, la buena convocatoria que se registra en la gradas en cada juego representa una calurosa respuesta que ha dejado a las jugadoras gratamente sorprendidas.

“Estamos tristes por no jugar en el Estadio Alfredo Harp, pero en C.U. nos encanta, se nos hace más bonito porque los fans se pueden sentir parte del juego. Lo importante es que nos están apoyando y nosotras podemos jugar donde sea con mucha entrega.

“No estamos acostumbradas a tanta gente, pero es algo muy bonito y nos ayuda mucho, especialmente, porque yo soy catcher y al tener a la afición a mis espaldas, cuando me hablan y me gritan, me ayuda mucho para empujarnos y hablar con mis chicas. Ellos me ayudan a darme energía dentro del campo”.

En 12 juegos disputados hasta ahora, Dafne registra un promedio de bateo de .167, con cinco imparables, cuatro carreras remolcadas y nueve anotadas, estadísticas que se encuentran por debajo de los registros habituales de la catcher, quien, sin embargo, no pierde la perspectiva.

“Ahorita no estoy bateando como yo quisiera, eso es algo que pasa. Soy una jugadora que piensa mucho y me complico mucho y eso me está pasando, pero cuando logre meter las manos en la pelota, le voy a dar, y se me hará más fácil. A mí se me hace ahora más importante la defensiva.

“Yo quiero enseñarles a todas que puedo ser una buena catcher y jugar a un alto nivel profesional”, subraya.

El primer paso está dado, el camino aún es largo. Dafne se mantiene enfocada en su responsabilidad como guardiana de la receptoría de Diablos Rojos del México y en su compromiso con la historia del deporte femenino mexicano. Su deseo es hacer una carrera larga con el club capitalino, una carrera de éxito.

“Sí me veo en una carrera larga, ojalá me inviten el año que entra. Diablos Rojos es un gran equipo, lo que representa el logo, el nombre; es un gran honor jugar con ellos”.

A partir de este jueves, la temporada continúa para el club capitalino con un par de series en las que enfrentarán al Águila de Veracruz y Olmecas de Tabasco.