Luego del que fue, por mucho, el peor año en su carrera en Grandes Ligas, el lanzador dominicano está llamado a ser efectivo desde su primera salida de la temporada.
Desde los inicios de la carrera de Luis Severino, muchos entendían que el dominicano estaba cerca de convertirse en el próximo gran lanzador de New York Yankees, teoría que fue apoyada con dos destacadas temporadas en las que alcanzó votos para el premio Cy Young de la Liga Americana (2017 y 2018). Sin embargo, las cosas no le continuaron saliendo en la misma forma al lanzador, quien tras múltiples lesiones y un 2023 para el olvido, se encuentra en un nuevo equipo en ruta a la temporada 2024.
Con mucho para probar y compitiendo directamente contra varios lanzadores veteranos que se encuentran en una situación similar a la suya, como es el caso de Sean Manaea, cada aparición de Severino en 2024 será una audición, no solo para mantenerse dentro de la rotación de los Mets, sino para su futura agencia libre en 2025. A esto se le debe sumar que Kodai Senga, el hombre llamado a ser la punta de lanza de la rotación abridora de los Mets probablemente no inicie el año con el equipo, mientras se pone a tono nuevamente, tras perder varias semanas con problemas en su hombro de lanzar.
Jugar para los Mets representa una oportunidad única para Severino, quien se mantiene en un mercado que recibe tanta atención de los medios y los fanáticos como lo es Nueva York, pero al mismo tiempo, le permitirá competir en un equipo donde las expectativas son muchísimo más bajas que con los Yankees. Es correcto decir que, al día de hoy, independientemente de tener la nómina proyectada más alta para la campaña 2024, los Mets no tienen una identidad definida.
Es por esto que Severino debe hacer hasta lo imposible por verse como el lanzador de sus dos años de Juego de Estrellas, tomando en cuenta que para el inicio de la campaña 2025 tendrá 31 años, por lo que esta es, probablemente, su mejor oportunidad de alcanzar un contrato multianual.
Lo que no puede hacer Severino es darse el lujo de parecerse a su versión de 2023 donde tuvo una efectividad de 6.14 en 89.1 entradas distribuidas a lo largo de 19 apariciones (18 como abridor). Para evitar esto, necesitará demostrar que se encuentra totalmente recuperado de sus problemas de salud anteriores y que ha corregido lo que ha señalado como su principal problema, telegrafiar lanzamientos.
Retomando el punto anterior sobre competencia dentro de la rotación, Severino deberá mostrarse al nivel (o superarlo) de hombres como José Quintana, el mencionado Manaea, Adrian Houser y Tylor Megill, si quiere tener una oportunidad de ser considerado como uno de los mejores dentro del grupo. En caso de no hacerlo, Severino tendrá muchísimos problemas para alcanzar una nueva oferta contractual de valor para 2025 y los años posteriores.