El campocorto de Cincinnati Reds no termina de encontrarse a nivel ofensivo cuando se para en el plato como bateador derecho, lo que está hiriendo de manera significativa su producción.
Elly de la Cruz es probablemente uno de los jugadores más dinámicos con los que cuenta Grandes Ligas en estos momentos. Es un pelotero que no solo puede generar situaciones con su sorprendente velocidad, sino que ha demostrado que cuenta con múltiples herramientas, a pesar de continuar en una etapa de cierto aprendizaje en su joven carrera.
Una de esas herramientas es, evidentemente, si capacidad de batear de ambos lados del plato, sin embargo, la misma se ha terminado volviendo en contra suya desde que subió a MLB. Obviamente, poder batear desde ambos lados provoca enfrentamientos favorables en contra de los lanzadores, dependiendo del brazo con el que lancen, pero particularmente, cuando De la Cruz se coloca como bateador derecho, sus números sufren de manera significativa y luce como un bateador que no debería estar en Grandes Ligas. En caso contrario, cuando se para a batear como zurdo, es cuando la mayor parte de la magia ocurre, tal y como lo demuestran las estadísticas.
El campocorto de Cincinnati Reds ha agotado un total de 453 apariciones al plato al momento de esta nota ser escrita. En ese espacio, ha tenido 137 apariciones enfrentando lanzadores zurdos por lo que se ha tenido que colocar bateando como derecho en el plato y su línea estadística incluye un promedio de bateo de .190, un porcentaje de embasarse (OBP) de .245 y un slugging (SLG) de .258, lo que se traduce en un pobre OPS de .530, mientras que su OPS+ es de 45. A eso se le deben sumar tres cuadrangulares.
En las apariciones al plato en que se ha colocado como zurdo (316 en total), batea para .263 con OPS de .838, OPS+ de 124 y 15 vuelacercas. Esta es una clara diferencia del cielo a la tierra a nivel de producción.
Los Reds deben enfocarse en preparar a De la Cruz para ser bateador zurdo a tiempo completo y poner todos los esfuerzos necesarios en ese aspecto de su juego, independientemente de las posibles ventajas que aún le vean a mantenerlo como ambidiestro, sin embargo, la estrategia no ha funcionado y ya va siendo hora de que el equipo tome una decisión final por su bienestar y el de la carrera de “La Cocoa”.