Dodgers utilizará durante la Serie Mundial y la temporada 2025 un parche con el número 34 que inmortalizó el mexicano Fernando Valenzuela.
Los Angeles Dodgers anunciaron que utilizarán en el hombro izquierdo de los uniformes un parche con el número 34 en el interior durante la Serie Mundial en homenaje al exlanzador y leyenda del equipo, el mexicano Fernando Valenzuela, que falleció el pasado 22 de octubre a los 63 años.
El equipo angelino, que iniciará mañana viernes 25 de octubre en el Dodger Stadium la Serie Mundial contra los New York Yankees, indicó que el parche se utilizará también durante toda la temporada de 2025.
"En memoria de nuestro héroe Fernando Valenzuela, los Dodgers usarán este parche de uniforme durante la Serie Mundial y durante toda la temporada 2025", anunció el equipo en su cuenta oficial en X.
In memory of our hero Fernando Valenzuela, the Dodgers will wear this uniform patch during the World Series and throughout the 2025 season. pic.twitter.com/7HozGMf2Tr
— Los Angeles Dodgers (@Dodgers) October 24, 2024
'El Toro' firmó grandes gestas en la década de los ochenta. Fue con la franela californiana con la que debutó en 1980; un año más tarde, en 1981, con una gran temporada de 13-7 y 2.48, en que además fue líder de aperturas (26), juegos completos (11) y blanqueadas (8), se erigió como Novato del Año y Cy Young de la Liga Nacional.
En ese mismo 1981, Valenzuela conquistó su único anillo de Serie Mundial con los Dodgers, en que además venció en el Juego 3 a los New York Yankees.
En agosto de 2023, su número fue retirado en una emotiva ceremonia por la franquicia de los Dodgers.
Valenzuela fue uno de los jugadores más dominantes de su época y una figura extremadamente popular en la década de 1980, aunque nunca fue elegido para el Salón de la Fama. Sin embargo, es parte de Cooperstown, que cuenta con varias reliquias suyas, incluyendo una pelota firmada de su juego sin hits en 1990.
Valenzuela desató pasión en los estadios de las Grandes Ligas en 1981, cuando se convirtió en el primer lanzador en ganar los premios Cy Young y el Novato del Año en el mismo año.
En 1981, de manera inesperada, se convirtió en el abridor de los Dodgers en el día inaugural por la lesión de Jerry Reuss y logró un triunfo de 2-0 sobre los Astros de Houston, ese fue el inicio de una tanda de juegos en la que acumuló una marca de 8-0, con cinco blanqueadas, y una efectividad de 0.50.
Sus actuaciones lo convirtieron en un consentido entre la comunidad latina, un delirio que se extendió por varias sedes en las Grandes Ligas.