Conocido por su capacidad para batear, pero también por ser propenso a las lesiones, el dominicano busca tener una sólida primavera junto a Tampa Bay.
Eloy Jiménez fue uno de esos jugadores que llegó a Grandes Ligas con la etiqueta de no fallar. Chicago White Sox le dio una extensión contractual sin siquiera haber pisado un estadio en MLB y la expectativa era que fuese el rostro de un núcleo joven que llevara al combinado a una nueva etapa competitiva.
En principio, las cosas salieron bien para Jiménez, quien quedó cuarto en la votación al premio de Novato del Año de la Liga Americana en 2019 y ganó un premio Bate de Plata en 2020, estableciendo temprano que era una fuerza ofensiva de alto nivel en la liga. Sin embargo, las cosas se descarrilaron rápido para Jiménez, quien vio su participación en cada temporada reducirse considerablemente debido a múltiples lesiones, perdió su condición física y a pesar de trabajar para recuperarla, las cosas no salieron bien, especialmente en 2024.
Jiménez fue cambiado desde White Sox a Baltimore Orioles y tuvo el peor año en cuanto a rendimiento ofensivo de su carrera en MLB, al punto que el conjunto decidió no tomar la opción de equipo para una temporada más, convirtiendo al dominicano en agente libre. Es cuando, viendo la oportunidad perfecta y un compromiso con mejorar, Tampa Bay Rays le ofreció un contrato de liga menor con invitación a los entrenamientos primaverales a Jiménez.
La pregunta se hace evidente, ¿será esta la última oportunidad del dominicano de establecerse en Grandes Ligas? La respuesta es compleja.
A pesar de sus problemas de salud, es indudable que cuando ha estado saludable, Eloy Jiménez ha sido capaz de batear en Grandes Ligas, probablemente la herramienta más importante que necesita un atleta para establecerse. Sin contar 2024, Jiménez bateó para .275 con OPS de .811, 89 jonrones y 275 remolcadas junto a White Sox, obteniendo un WAR de 5.6 en 436 partidos. El año pasado esos números se vieron sumamente golpeados por un promedio de bateo de .238 con OPS de .626 en 98 juegos.
Así que, obviando este último año, el desempeño ofensivo de Jiménez es incuestionable. Su problema son las demás variables del juego.
En 6 años, solo ha podido accionar 534 de 870 partidos por motivos de salud. Defensivamente, ha sido un jardinero desastroso, el cual en 250 tiene un DRS (carreras defensivas salvadas) de -18, es decir que su defensa le ha costado 18 carreras a su organización, por lo que, en su momento, White Sox decidió convertirlo en un bateador designado a tiempo completo. En los últimos tres años, Eloy Jiménez solo ha jugado 81 partidos como defensor.
Sin embargo, Tampa Bay presenta una para Jiménez y es que el equipo está urgido por producción ofensiva, mientras cuenta con un núcleo defensivo que puede hacer el trabajo. Eso implica que el dominicano puede enfocar todo su esfuerzo a hacer lo posible por estar saludable y al lado ofensivo de su juego.
#Rays B. Lowe and Eloy Jiménez taking batting practice on 1st day of full squad workouts. pic.twitter.com/Q4kvVIdhw5
— Marc Topkin (@TBTimes_Rays) February 17, 2025
Al respecto de eso, el dirigente Kevin Cash dijo que tuvo una reunión productiva con Jiménez cuando estuvo en República Dominicana a principios de año y señaló que lo vio en una gran forma física, lo cual se ha podido constatar con las imágenes de los primeros días de entrenamientos del pelotero.
“Sé que trabajó duro. Ha llegado a los entrenamientos muy, muy motivado. Es un tipo que ha mostrado que puede batear, realmente batea. En el pasado, ha lidiado con algunas lesiones, especialmente en la parte baja de su cuerpo, pero está saludable ahora”; dijo el dirigente de acuerdo con Marc Topkin del Tampa Bay Times.
Así que si esta es la última oportunidad de Jiménez para establecerse en MLB, todo empezará por el factor salud y posteriormente, si aún puede batear y lo ocurrido el año pasado fue, simplemente, un año por debajo a lo que ha venido mostrando.