Antes de que se cante playball, los Yankees ya están en una situación difícil, ¿se aprovechará Red Sox?
¿La desgracia de New York Yankees se convertirá en el gozo de Boston Red Sox en el Este de la Liga Americana?
Antes de que siquiera se cante la voz de playball, los Yankees ya están en una situación comprometida. La pérdida de piezas clave en el roster de los neoyorquinos ha creado, la que puede ser, la tormenta perfecta para Red Sox. Y de paso, los Baltimore Orioles también se frotan las manos con la idea de emerger en la División Este de la Liga Americana.
Yankees perdió en la temporada muerta a Juan Soto, quien emigró al vecindario de enfrente con los New York Mets. Conscientes de lo que implicaba esa salida, los del Bronx apuntalaron su clubhouse. Se armaron con el abridor zurdo Max Fried, uno de los agentes libres de mayor calidad en el mercado, le agregaron poder a su lineup con Paul Goldschmidt, quien hace tres temporadas fue el Más Valioso de la Liga Nacional con St. Louis Cardinals y, en una brillante negociación que involucró al pitcher derecho Cody Poteet, se hicieron de los servicios del jardinero e inicialista Cody Bellinger, procedente de los Chicago Cubs, quien podría aprovechar con su bat las bondades del jardín derecho para carabineros zurdos.
Hasta ese momento, los Yankees lucían como un claro favorito a repetir en la cima divisional y a navegar hacia la postemporada con altas posibilidades de alcanzar de nuevo la Serie Mundial, la cual perdieron el año pasado en cinco juegos ante Los Angeles Dodgers.
Sin embargo, el huracán de malas noticias llegó con el spring training. Giancarlo Stanton acusa problemas serios en los tendones de ambos codos que hoy lo mantienen bajo pronóstico reservado con respecto a la fecha de su regreso a la actividad y, más aún, se teme que podría alejarse de los diamantes por toda la temporada. El pitcher derecho Luis Gil tampoco está listo para el Opening Day, está previsto para regresar hasta junio, luego de sufrir una distensión dorsal que le impidió completar una sesión de bullpen el pasado 28 de febrero.
El panorama ya lucía bastante mal... y se puso aún peor. El tiro de gracia llegó esta semana con la noticia, luego de consultar a dos médicos expertos, de que Gerrit Cole debía someterse a la cirugía Tommy John, la que le fue realizada el martes. Trasciende que, al as derecho de 34 años, ganador del Cy Young en 2023, se le practicó un procedimiento quirúrgico, con una variante respecto del habitual, que ayudaría a acelerar su recuperación a un periodo de entre 10 y 12 meses.
El torbellino que sacudió a Yankees puede ser, entonces, un oasis para sus rivales de división. Y el equipo comandado por Alex Cora, especialmente, se perfila a ser el que mayor ventaja tome de la pesadilla en la Gran Manzana.
Boston hizo movimientos sobre el tablero que lucen muy interesantes. El primero, Walker Buehler, quien a pesar de una temporada de lesiones, sumó un segundo anillo de Serie Mundial tras coronarse en octubre pasado con Dodgers. Si bien no viene de su mejor temporada, tiene recursos para volver a ser el lanzador que en 2021 quedó cuarto en la carrera por el Cy Young, luego de presumir un 7.1 de WARb. El segundo, Alex Bregman, otro jugador con ADN de postemporada, quien también suma dos anillos de campeón y además recién conquistó su primer Guante de Oro en la antesala. Bregman firmó en 2024 su tercera temporada al hilo con, al menos, 23 cuadrangulares y está llamado a ser una de las figuras de Boston en la temporada 2025.
Estas adiciones se suman a un roster en el que destacan Jarren Duran y Rafael Devers. El primero viene de liderar la Liga Americana en dobles (48) y triples (14). El segundo acaba de dar un mensaje contundente en un momento preciso.
Tras la polémica que se suscitó al inicio del spring training con la llegada de Bregman y su feroz negativa a la posibilidad de dejar la esquina caliente para asumir las responsabilidades de bateador designado, el dominicano ha dicho hace unas horas que está listo para aportar en donde sea más necesario para su equipo. El mensaje de calma, parece asegurarle al manager Cora que tendrá en 2025 un clubhouse unido y apuntalado, hambriento de aprovechar las vicisitudes por las que atraviesan sus rivales históricos.
Un movimiento que podría redituar con creces a Boston, una especie de as bajo la manga, es Garrett Crochet. Es cierto que suma sólo campañas con récord perdedor en su trayectoria, pero en 2024 tuvo su primera convocatoria al Juego de Estrellas y en 2025 llegará a su prime con 26 años. El zurdo ganó una milla de velocidad promedio en su recta, que pasó de 96.2 mph en 2023, a 97.2 mph en 2024; sumó el cutter a su repertorio, una recta cortada que viaja en promedio a 91.5 mph y le quitó estrés a su brazo al disminuir de 28 a 10 por ciento la cuota de sweepers entre 2023 y 2024. Crochet es un arma secreta.
Recuerden estos nombres, el infielder Kristian Campbell, el jardinero Roman Anthony y el shortstop de sangre mexicana, Marcelo Mayer. Esos tres jóvenes posiblemente iniciarán en Ligas Menores, pero en cualquier momento pueden recibir el llamado para sumar su talento al equipo grande. Mayer es sobrino nieto de Héctor 'Chero' Mayer, quien brillara como torpedero de los Diablos Rojos en la segunda mitad de la década de los cincuenta.
Red Sox también lidia con algunos problemas. El debut primaveral de Devers se ha aplazado mientras supera dolencias de hombro, aunque está previsto que pueda jugar este fin de semana. Los abridores Lucas Giolito y Brayan Bello tampoco estarán listos para el Opening Day, pero no parece que se trate de un problema que le cause dolores de cabeza mayores al manager Alex Cora.
¿Se presenta la tormenta perfecta para Red Sox que no gana boleto a postemporada desde 2021?
Si bien Yankees tiene de dónde echar mano y las adquisiciones de Fried y Bellinger los pueden sacar a flote, es un momento coyuntural para Boston y no dejemos de lado a Baltimore, ambas novenas pueden apretar en una división que siempre ofrece grandes emociones por ser la que hospeda a la mayor rivalidad en el deporte.
Orioles, previsto para terminar en la segunda o tercera posición de la división, ahora se catapulta a pelear por la cima junto con Boston. Quizás, si Baltimore hubiera invertido más en su pitcheo abridor habría escalado en los momios. Con todo, se antoja que Zach Eflin, el recién traído Charlie Morton, Tomoyuki Sugano y Cade Povich le puedan dar soporte desde el montículo a una ofensiva juvenil que ha cobrado experiencia: Gunnar Henderson, Adley Rutschman, Colton Cowser, Jordan Westburg y Jackson Holliday.
Un freno para Baltimore en la pelea por la división es que el arranque será lento con Gunnar Henderson acusando dolencias en la pretemporada, Jorge Mateo previsto para regresar a principios de abril tras una cirugía de reconstrucción del ligamento colateral cubital izquierdo; así como Andrew Kittredge, de los elementos adquiridos en la agencia libre para robustecer su pitcheo, quien por problemas en la rodilla izquierda no estará listo sino hasta finales de junio.
El inicio de la temporada 2025 está cada vez más cerca. Ya veremos si los de Bronx son capaces de crecerse al castigo o si terminan por colapsar en su intento de ser protagonistas por segundo año consecutivo.