El jugador se ha mostrado a la defensiva en medio de cuestionamientos sobre ser movido de posición y su mal arranque en la temporada.
Rafael Devers está en medio de uno de los peores inicios de temporada de su carrera y probablemente de la historia reciente de Grandes Ligas. Luego de unos entrenamientos en los que fue bombardeado por críticas y cuestionamientos sobre no querer ser movido de la tercera base en favor de Alex Bregman, además de no poder accionar de manera significativa por encontrarse en un proceso de recuperación de lesiones en los dos hombros, el arranque del dominicano ha sido uno para el olvido.
Para nadie que siga a Boston Red Sox es desconocido que Devers se convirtió en el primer bateador en poncharse diez veces en los primeros tres partidos de la temporada y es evidente que eso, junto al hecho de que no ha conectado hit todavía y que el conjunto ha perdido dos de sus tres primeros compromisos, no pueden tener a nadie feliz a lo interno de la organización.
Es por ello que cuando Devers respondió preguntas de la prensa tras el segundo encuentro entre Red Sox y Texas Rangers, era evidente que no podía estar cómodo con la situación, a pesar de que aseguró en repetidas ocasiones que solo iban dos partidos y que físicamente, se sentía bien que era lo más importante, porque con salud y ajustes, las cosas están llamadas a regularse. Sin embargo, Devers también tomó una actitud defensiva cuando fue cuestionado sobre si el cambio de posición podría tener algo que ver con el mal arranque y básicamente les dijo a los medios de prensa que buscaran otro tema del cual reportar.
“Ustedes siguen con la misma pregunta. Ya empezó la temporada y creo que eso es pasado (el cambio de posición), ya ustedes ven donde estoy jugando y ya, vamos a cambiar el tema porque tienen que buscar otro tipo de contenido”, dijo Devers, obviamente frustrado con la pregunta de si cambiar de posición ha afectado su labor como bateador.
Raffy continues, denying any frustration with moving off 3rd base:
— NESN (@NESN) March 29, 2025
"That's in the past... I'm a DH. I feel like you guys need to change the subject because that is over, and I'm the DH."#RedSox https://t.co/JJTIjfwApj pic.twitter.com/oFYvs5b5LF
A pesar de que es completamente entendible de que como ser humano y jugador, Devers esté cansado de los cuestionamientos, su atención debe estar en el terreno de juego, no en decirle a la prensa qué debe o no debe reportar. La frustración, especialmente en medio de un inicio para el olvido en un año de altas expectativas es comprensible, pero se trata de una temporada de 162 partidos, no de dos o tres, por lo que el enfoque tiene que encontrarse al máximo en poder corregir lo que está ocurriendo a nivel deportivo.
Abrirse un frente, antagonizando a la prensa, solamente hará crear una percepción hacia el exterior que dañará la imagen de Devers, quien ya vio como la misma sufrió un golpe por las declaraciones que dio durante los entrenamientos sobre que él no era designado, sino tercera base. Los periodistas le harán preguntas que no serán cómodas, depende de él si las contesta o no y en caso de decidir dar una respuesta, dependerá de sí mismo el cómo responde. Lo que no puede pretender el jugador es que le trazará pautas a los periodistas sobre qué temas tocar o cuáles no, esa es una idea equivocada de su parte.
El enemigo de Devers está en su cabeza, no es la prensa y eso es algo que él tiene que entender pronto.