Con el futuro de la franquicia en un estado incierto, la pregunta de si el estelar jardinero podría vestir una camiseta distinta a la del equipo de San Diego ha vuelto a colocarse sobre el tapete.
Los San Diego Padres atraviesan un momento particular de su historia. Esta semana, el equipo hizo público que entrará en un proceso de revisión interna y evaluación de su futuro, el cual podría incluir no continuar bajo el control de la familia Seidler, propietaria de la organización desde 2012.
Lo que pasará en el futuro inmediato luce incierto. Sin embargo, en medio de este proceso ha surgido una pregunta inevitable, ¿continuará Fernando Tatis Jr. siendo parte del futuro de los Padres?
Tatis Jr. firmó en 2021 una extensión contractual por 14 años y 340 millones de dólares, pensada para consolidarlo como la principal figura de una franquicia que lleva años tratando de salir de la sombra de Los Angeles Dodgers. Con él como punta de lanza, los Padres han construido un roster con múltiples estrellas para dar el salto al siguiente nivel, algo que, hasta ahora, no se ha concretado.
Frente a una posible venta y un futuro organizacional indefinido, cuestionarse si Tatis Jr. cumplirá por completo su contrato con el equipo es más que lógico.
Empecemos por lo básico: Tatis Jr. está bajo contrato hasta 2034 y cuenta con una cláusula total de no cambio hasta 2028; a partir de ahí, tiene una cláusula parcial frente a 10 equipos. En otras palabras, cualquier movimiento involucrándolo requiere su aprobación, al menos hasta dentro de unas temporadas.
Aun así, reportes de Bob Nightengale (USA Today) y Kevin Acee (San Diego Union-Tribune) apuntan a que la organización no tiene planes de cambiar a Tatis Jr. en lo inmediato. No obstante, ninguno de ellos asegura que esa postura se mantendrá si eventualmente llega un nuevo grupo propietario.
A esto se suma el hecho de que el salario de Tatis Jr. aumentará de manera considerable en los próximos años: de 20.7 millones en 2026 a 25.7 millones entre 2027 y 2028, antes de subir a 36.7 millones anuales desde 2029 hasta el final del contrato. Si agregamos el tema de la salud, que no ha sido una constante en su carrera, cualquier equipo interesado exigiría que San Diego absorba una parte importante del compromiso económico.
Cambiar a Tatis Jr. también implicaría arriesgarse a irritar a una fanaticada ya inconforme con los resultados recientes y, además, debilitaría de forma notable el roster actual.
Claro, unos nuevos dueños podrían buscar liberar espacio financiero y obtener capital de prospectos para construir un equipo sostenible en el tiempo. Bajo ese escenario, mover a Tatis Jr. podría resultar más lógico que considerar a otros jugadores con grandes contratos, como Manny Machado o Xander Bogaerts, quienes son significativamente mayores y, por ende, ofrecerían un retorno menos atractivo en caso de un cambio. Por el contrario, pero también posible, nuevos propietarios pueden ver a Tatis Jr. como lo que es, un 'money player', uno de esos atletas que atraen atención y ponen gente en los asientos, por lo que no quisieran perder un activo como ese.
Al final, si Tatis Jr. continuará o no con los Padres dependerá de varios factores todavía en el aire: la situación interna del club, el desenlace de una posible venta y la visión de quienes terminen tomando las decisiones. Lo que sí parece claro es que la idea de moverlo podría hacer sentido para la organización, aunque la fanaticada no lo asimile de inmediato. Si tendrá sentido también para Tatis Jr., quien mantiene las llaves de su destino hasta 2028, es algo que aún está por verse.