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Dramático inicio para los Marlins en la era Don Mattingly

MIAMI -- La era Mattingly en los Marlins de Miami comenzó con mucho drama y decepción.

Los peces nadaron contra la corriente, pero al final murieron en la orilla y cayeron 8-7 tras 11 peleados innings ante los Tigres de Detroit.

Desde que se dio la voz de play ball en el Marlins Park, la lógica y el sentido común comenzaron a mostrarle al recién estrenado manager de los peces cuán equivocada estuvo la designación del taiwanés Wei-Yin Chen como abridor del Juego Inaugural.

A la salida del estadio, muchos de los 36,911 fanáticos que asistieron seguían sin entender por qué no fue el cubano José Fernández el indicado para tan señalado día.

Los Tigres le fueron temprano encima al asiático y antes de que hubiera completado dos episodios de actuación ya le habían anotado cuatro limpias, con cinco hits, mientras las cámaras de televisión enfocaban a un muy serio Fernández en el dugout de los Marlins.

Ian Kinsler, primer bateador de Detroit, le abrió con sencillo y con doblete de Justin Upton llegó a tercera, desde donde anotó por rola impulsadora del venezolano Miguel Cabrera.

En el segundo, tras sacar dos outs, Chen toleró imparables de Anthony Gose y del lanzador Justin Verlander, remolcados por cuadrangular de Kinsler.

El taiwanés, adquirido durante el invierno en la agencia libre, terminó con cinco limpias y nueve hits en cinco de labor, aunque escapó de cargar con la derrota por la reacción ofensiva de sus compañeros en los innings finales.

''No era lo que esperábamos, pero es apenas el primer juego. De todos modos estoy orgulloso por la manera en que peleó el equipo, que nunca se dio por vencido. Vamos a necesitar ese esfuerzo a lo largo de toda la temporada'', dijo Mattingly, quien llega al sur de la Florida tras pasar cinco años al frente de Dodgers de Los Ángeles.

En la trinchera opuesta, un Verlander reconvertido, sin la velocidad de un lanzallamas, pero con la astucia de la veteranía, mantenía en un puño a los dueños de casa, al punto de que el fantasma del juego sin hits ni carreras comenzó a rondar el estadio de la Pequeña Habana.

Pero en el sexto se rompió la magia con doblete de Dee Gordon, quien en una ceremonia previa al partido recibió el Guante de Oro y el Bate de Plata que ganó la pasada campaña.

El dominicano Marcell Ozuna lo remolcó con sencillo y tras un out, Giancarlo Stanton despachó un bombazo salvaje muy por encima de la barda del jardín izquierdo, para su primer cuadrangular de la temporada.

En total, Verlander caminó seis innings, con tres limpias e igual cifra de imparables y cinco ponches, para apuntarse la victoria.

Por primera vez en la historia se vieron las caras en un partido inaugural los líderes de los bateadores de ambas ligas, Gordon por la Nacional y Cabrera por la Americana.

Además del doble con el que rompió el no-hitter, el segunda base de Miami añadió un triple abriendo el octavo, para anotar la cuarta carrera del equipo por línea de sacrificio de Christian Yelich.

En el inicio del noveno, los Tigres rugieron nuevamente, cuando Gose y el venezolano Víctor Martínez, de emergente, le botaron la pelota de manera consecutiva al relevista Bryan Morris y pusieron el marcador 7-4.

Por cierto que Martínez fue el primer beneficiado por el acortamiento de las distancias del terreno del Marlins Park.

Su batazo se fue justo sobre la marca de 407 pies, donde antes la barda estaba a 418.

Pero en su última oportunidad, Miami cargó contra el venezolano Francisco Rodríguez, quien ya no es ni la sombra de aquel cerrador dominante de la pasada década.

Racimo de tres carreras coronado por el segundo doblete de Gordon, que empató las acciones, mandó el juego a innings extras.

Brad Ausmus, manager de Detroit, reconoció haber sentido mucha tensión al ver cómo los Marlins remontaban un marcador que parecía ser decisivo.

''No voy a ponerme ahora las manos en la cabeza y lamentar lo que pasó. A fin de cuentas es el primer juego y esto es un maratón de 162 partidos'', señaló Ausmus, quien dijo sentirse complacido por el trabajo de Drew VerHagen y Shane Greene, los dos últimos relevistas que usó y que garantizaron el triunfo.

En el comienzo del undécimo, ante el relevista Craig Breslow, volvió a aparecer el bate de Kinsler, convertido en el verdugo de los Marlins.

Con sencillo remolcó desde segunda a Gose con la carrera que rompió el empate y los peces ya no pudieron responder más en el final de ese episodio, para morir en la orilla después de tanto nadar.

El segunda base de los visitantes disparó en total tres imparables en seis veces, uno de ellos jonrón, con dos anotadas y cuatro impulsadas.

Gordon por su parte, empezó el 2016 como terminó el 2015 y en seis veces ligó tres extrabases, dos dobles y un triple.

El juego lo ganó VerHagen y lo perdió Breslow, con salvamento para Greene, quien retiró el último inning de 1-2-3.