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Paulo Orlando se afianza como la bujía del ataque de los Reales

En una campaña en la que la producción ofensiva es anémica para el campeón defensor de la Serie Mundial, Paulo Orlando es de lo poco rescatable y constante.

El pelotero brasileño pegó cuatro imparables, incluido un jonrón, se quedó a un doble de batear para el ciclo y remolcó seis carreras para ayudar a los Reales de Kansas City a vencer 11-4 a los Mellizos de Minnesota.

Con su actuación, Orlando, quien se despachó con un jonrón con dos a bordo, dejó su promedio con el madero en .334 para afianzarse como líder en esa categoría de los Reales, que han olvidado el bateo oportuno y la paciencia en la caja de bateo que los llevaron a ganar la Serie Mundial en 2015.

De hecho, el brasileño es el único pelotero con promedio superior al .300 en Kansas City. El bateador más cercano es el nicaragüense Cheslor Cuthbert con .295.

Al no tener los Reales bateo colectivo regular y por ende, escasa producción de carreras, el manager Ned Yost ha intentado variantes que le permitan al lineup ser más consistente y en varias de ellas, Orlando ha sido la pieza principal.

Orlando, quien mantiene su promedio arriba de .300 desde el pasado 17 de mayo, ha bateado por todo el orden de los Reales y en casi todos los turnos ha dado resultados.

El nacido en Sao Paulo había bateado en la parte baja del orden con promedios de .196 como sexto, .436 como séptimo, .387 como octavo y .396 de noveno y en días pasados fue colocado como primer bat, donde su promedio en 2016 es de .417.

Desde el 9 de agosto, cuando Orlando comenzó a abrir el orden al bat, los Reales promedian 5.1 carreras en seis juegos. En el mismo número de encuentros previos, la novena promediaba 3.1 rayitas por encuentro.

Quizá Orlando no pueda por sí solo resolver la anemia ofensiva de Kansas City, pero puede ser la chispa que este ataque necesitaba para despertar y llevar a los Reales a reaccionar y, al menos, aspirar a terminar el año con marca ganadora.