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Marly Rivera, ESPN Digital 8y

Los Cachorros deberán superar a Bumgarner para barrer a Gigantes

CHICAGO – Lo único que se interpone entre los Cachorros de Chicago y un boleto a la Serie de Campeonato de la Liga Nacional es el abridor más dominante en la historia de los Playoffs de Grandes Ligas, el as de los Gigantes de San Francisco, Madison Bumgarner.

Después de que Chicago se alzó con la victoria por 5-3 en el segundo partido para tomar una comandante ventaja de 2-0 en la serie, Bumgarner estará en la lomita el próximo lunes en AT&T Park, tratando de proteger su inédita marca de 23 entradas en blanco en juegos de vida o muerte.

El derecho de 27 años ha tenido resultados excepcionales en partidos de eliminación, como lo será el del lunes para los Gigantes.

“Tremendo pitcher; pone números increíbles. (Bumgarner) es un pitcher de postemporada. Pero ya el lunes se verá lo que va a pasar”, dijo el receptor venezolano Willson Contreras, quien conectó dos hits y anotó una carrera en su primer partido de postemporada en la victoria de los Cachorros el sábado.

“(Bumgarner) ataca al bateador y tiene el comando de la recta. Cada pitcher que tiene comando de la recta, que la puede poner dondequiera, es un paso ganado que él tiene”, agregó el venezolano. “Solamente el bateador tiene que tener un mejor plan que el del pitcher”.

El partido por el comodín contra los Mets de Nueva York el miércoles pasado, donde Bumgarner lanzó nueve ceros para eliminar al equipo neoyorquino, marcó el tercer juego decisivo en Playoffs donde le tocó estar en la loma.

En 2014, Bumgarner lanzó nueve entradas en blanco también en el comodín contra los Piratas de Pittsburgh, además de lanzar cinco entradas en relevo en el séptimo partido de la Serie Mundial contra los Reales de Kansas City ese mismo año. Desde el segundo juego de la Serie Mundial de 2012, cuando los Gigantes ganaron el segundo de sus tres anillos en un lapso de seis años, Bumgarner cuenta con marca de 5-1 y efectividad de 0.79 en sus últimos nueve partidos de postemporada.

“(Bumgarner) sabe lo que hace, sabe sacar outs a cualquier equipo que enfrente, pero, para nosotros no hay ninguna diferencia. Tenemos que hacer que tire los pitcheos por encima del plato y hacerlo pagar por eso”, señaló Javier Báez.

“[Lo más importante es que] no nos podemos confiar de que tenemos dos juegos ganados, tenemos que salir para allá como si fuera el primer juego”, agregó el infielder puertorriqueño.

Y es que la última vez que los Gigantes estuvieron abajo 0-2 en una serie de postemporada de cinco partidos fue, precisamente, en 2012 contra Cincinnati y remontaron para pasar a la próxima ronda. Allí volvieron a recuperarse de ir abajo 0-2 y de 1-3 contra San Luis para clasificar a la Serie de Campeonato y luego salir airosos en en el Clásico de Otoño.

“Fue difícil perder dos aquí (Chicago), pero hemos pasado por esto antes; nunca es fácil con nosotros”, admitió el manager de San Francisco, Bruce Bochy. “Teníamos la esperanza de llevarnos una victoria (a San Francisco), pero ahora nos vamos a casa y vamos a seguir luchando. Eso es todo lo que se puede hacer”.

LESIÓN DE HENDRICKS CAMBIA EL LIBRETO

La victoria del sábado sirvió para que los Cachorros continuaran cumpliendo al pie de la letra con las expectativas de postemporada del que fue el mejor equipo en Grandes Ligas en 2016.

No obstante, la lograron con una fórmula muy distinta a la que les funcionó a través de la campaña regular, en la que su rotación se combinó para lanzar 989 entradas, demostrando la mayor durabilidad entre todos los equipos de la Liga Nacional.

Después de un excepcional duelo de pitcheo la noche anterior, lo menos que esperaban los Cachorros, al igual que los Gigantes, era que sus dos abridores no completaran cuatro entradas al día siguiente.

Durante el primer encuentro, Jon Lester y Johnny Cueto lanzaron ocho entradas completas y el jonrón de Báez fue la única anotación del partido.

La noche siguiente, la historia fue muy distinta.

El ex Cachorro Jeff Samardizja duró apenas dos innings en los que permitió cuatro carreras limpias en seis hits, por lo que Bochy decidió removerlo antes que los poderosos bates de Chicago hicieran mayor daño.

El relevista George Kontos entró en sustitución de Samardizja y aplacó a la ofensiva de los Cachorros, limitándolos a una ventaja parcial de 4-0 que los Gigantes acortarían a dos carreras en la tercera entrada.

En el caso de Kyle Hendricks, el derecho había retirado a los primeros dos bateadores que enfrentó en la cuarta entrada y tenía a Ángel Pagán en cuenta de 1-2, antes que el jardinero puertorriqueño conectara una línea que impactó al abridor en el antebrazo.

Hendricks fue revisado detenidamente por el preparador físico de los Cachorros e incluso llegó a efectuar unos cuantos lanzamientos de práctica, pero el manager Joe Maddon optó por removerlo del partido.

El equipo anunció que Hendricks fue diagnosticado con una contusión en el antebrazo, descartando fracturas.

“Dándole las gracias a Dios que la salud de él está bien; que no fue nada grave y podremos contar con él para la siguiente ronda”, señaló Contreras sobre Hendricks. “Es difícil perder a tu lanzador principal durante toda la temporada, venía haciendo buen trabajo durante el juego a pesar que permitió dos carreras; son cosas que van a pasar”.

El cuerpo de relevistas de los Cachorros se combinó para lanzar cinco entradas y un tercio, la mayor cantidad de innings en blanco lanzados por un bullpen del equipo en Playoffs desde 1954.

“Tengo que darles crédito a todos los lanzadores que entraron, sabiendo lo que quieren hacer y atacando a los bateadores, dejando al equipo contrario durmiendo”, agregó el receptor.

Hendricks, quien acumuló marca de 9-2 con efectividad de 1.32 en 14 aperturas en Wrigley Field durante la temporada regular, el mejor promedio de carreras limpias para cualquier abridor en casa en las Mayores, fue removido después de tres entradas y dos tercios en los que permitió cuatro hits y dos carreras limpias en 52 lanzamientos.

El bullpen de Gigantes, que había sido el talón de Aquiles del equipo en la segunda mitad de la campaña, también tuvo una sólida labor permitiendo sólo una carrera en siete innings, cortesía de un cuadrangular del relevista Travis Wood.

Wood había entrado en sustitución del lesionado Hendricks y, curiosamente, se convirtió en el segundo relevista en la historia en conectar un jonrón en un juego de postemporada y el primero en lograrlo desde Rosy Ryan en 1924.

El cuadrangular de Wood le dio la ventaja a Cachorros por 5-2 en la baja de la cuarta entrada y los Cachorros nunca miraron atrás.

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