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La ausencia de José Fernández aún pesa sobre los Marlins

Unas cuantas semanas después de terminada la campaña, Giancarlo Stanton viajó a Río de Janeiro para pintar con aerosol un mural callejero en homenaje a José Fernández.

El dolor por la trágica muerte del estelar lanzador sigue a flor de piel en los Marlins de Miami al afrontar la temporada de 2017. Durante el año, los jugadores lucirán un parche con un círculo negro y el número 16 de Fernández estampado al costado izquierdo, cerca de sus corazones.

Los Marlins perdieron mucho más que un pilar de la rotación el 25 de septiembre, cuando el derecho cubano falleció en un accidente náutico, ocurrido en el último fin de semana de la pasada campaña.

Fernández no solo era el eje del cuerpo de lanzadores sino que tenía un carisma especial, era adorado por la afición y ejercía una gran influencia en el vestuario.

"No vamos a contar con su sonrisa o la energía que aportaba. Es otra cosa que deberemos superar en conjunto", dijo Stanton, el jardinero derecho, quien ha quedado como el referente principal del equipo.

¿Cómo reemplazar a Fernández? Realmente no se puede.

"Invertimos mucho tiempo durante el invierno tratando de medir la dimensión de esa enorme sombra", declaró el presidente del equipo David Samson.

En el receso, Miami intentó infructuosamente fichar a los cerradores Aroldis Chapman y Kenley Jansen. Los dos agentes libres no mordieron el anzuelo. El que los Marlins estuvieran interesados en reforzarse con relevistas de lujo asombró al mundo del béisbol: ¿acaso lo primero no debe ser la rotación? En todo caso, añadieron a Brad Ziegler y Junichi Tazawa para complementar al cerrador A.J. Ramos.

Con Fernández, los Marlins eran un conjunto al umbral de dar pelea en la división Este de la Liga Nacional, pese a que su última temporada con saldo positivo se remonta a 2009. Sin Fernández, las posibilidades son más remotas.

"Nunca olvidaremos a José, pero tenemos que disputar juegos. Tenemos un buen equipo, y queremos dar ese paso al frente", destacó Samson.

Ese paso consistiría en acceder a la postemporada por primera vez desde que en 2003 conquistaron su segundo campeonato de la Serie Mundial. Ese también era el objetivo que tanto anhelaba Fernández.

En una campaña en la que su estadio será sede del Juego de Estrellas, los Marlins creen que pueden lograrlo y el frugal club ha incrementado el gasto de nómina, disparándolo de los 70 millones de dólares invertidos el año pasado a una proyección apenas sobre los 100 para 2017.

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¿EN VENTA?

Cuando se dio la luz verde para aumentar el gasto, de inmediato surgieron las conjeturas de que el plan del propietario Jeffrey Loria era tener un equipo competitivo con el fin de hacerlo más atractivo para posibles compradores.

Y resultó que por primera vez desde que compró la franquicia en 2002, el comerciante de arte de Nueva York tiene la intención de venderla.

El nombre de Loria, de 76 años, también suena para ser nominado como nuevo embajador de Estados Unidos en Francia.

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LOS ALTIBAJOS DE STANTON

Aunque ganó el Derby de Jonrones en San Diego con una cifra récord de 61, el año de Stanton fue decepcionante, el segundo seguido tras firmar un contrato de 325 millones por 13 campañas. Arrancó bien, pero a mediados de junio exhibía un promedio de .193 y al final acabó con .240, el más bajo de su carrera. Se perdió un casi un mes en el tramo final por una dolencia en la ingle, ausencia que incidió en el bache que sacó de carrera a los Marlins.

Miami necesita que vuelva a ser el toletero que en 2014 lideró la liga con 37 jonrones y quedó segundo en la votación del Jugador Más Valioso. Las lesiones le han limitado estos dos últimos años, a 74 juegos en 2015 y a 119 en 2016.

Su presencia constante en una alineación que incluye a sus colegas jardineros Marcell Ozuna y Christian Yelich es fundamental. El resto se mantiene intacto, con el tercera base venezolano Martín Prado, el cátcher J.T. Realmuto, el segunda base Dee Gordon, el torpedero Adeiny Hechavarría y el primera base Justin Bour.

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ICHIRO, ETERNO

Ichiro Suzuki es infatigable. El japonés de 43 años regresa en su papel de jardinero suplente, y en busca de engrosar su total de 3,030 hits en las mayores.

Las bajas en los jardines provocaron que el manager Don Mattingly recurriera a Suzuki en 78 oportunidades, mucho más de lo previsto. La idea ahora es emplearlo como titular no más de dos veces por semana. Pero Suzuki aún produce: sus promedios de bateo (.291), embasado (.354) y slugging (376) fueron sus mejores desde 2010.

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LAS PROMESAS

Los Marlins no tenían las piezas atractivas en las menores a fin de negociar con los Medias Blancas de Chicago por Chris Sale para que comandara la rotación. Y es que muchos canjes en tiempos recientes han dejado a la cantera prácticamente vacía de talento que pueda tener un impacto inmediato. Fue lo que hicieron cuando cedieron a los Rojos de Cincinnati al dominicano Luis Castillo, el segundo mejor prospecto de la organización, para obtener al abridor Dan Straily.

La pieza más prometedora es Braxton Garrett, un zurdo que tomaron en el pasado draft. Pero apenas tiene 19 años.

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LO QUE PUEDE SALIR MAL

No hay un número uno indiscutido en una rotación a todas luces insuficiente. Wei-Yin Chen y el dominicano Edinson Volquez, dos treinteañeros, son los líderes. Tom Koehler y Adam Conley, dos lanzadores surgidos de sus filas, redondean un grupo con demasiadas interrogantes.