Con apenas cinco meses en el cargo, el puertorriqueño Alex Cora ya consiguió algo que solamente había logrado el dominicano Felipe Alou entre todos los dirigentes latinoamericanos que han pasado por las Grandes Ligas de Estados Unidos.
En su temporada de novato, Cora condujo a los Medias Rojas de Boston a 100 victorias por cuarta ocasión en la historia de la franquicia y por primera vez desde hace 72 años. En el 2003, en su primera temporada con los Gigantes de San Francisco -y la undécima de su carrera- Alou obtuvo el banderín de la División Oeste de la Liga Nacional con marca de 100-61.
Ni aún el venezolano Ozzie Guillén, el único piloto latinoamericano con un título de Serie Mundial, pudo ganar 100 partidos en sus nueve años al frente de los Medias Blancas de Chicago (8) y Marlins de Miami (1). En el 2005, cuando Guillén quebró una sequía de 88 años sin ganar que tenían los Medias Blancas, su novena conquistó la División Central de la Liga Americana con foja de 99-63.
El otro que más se acercó fue el cubano Fredi González, cuando sus Bravos de Atlanta ganaron la División Este de la Liga Nacional en 2013 con récord de 96-66. El año anterior, Atlanta fue segundo de su sector con 94-68.
Desde que el cubano Mike González debutó como capataz interíno de los Cardenales de San Luis en 1938, un puñado de latinoamericanos alcanzó la silla de jefe de terreno en las ligas mayores. Actualmente, además de Cora, tienen esas funciones el mexicano Rick Rentería con los Medias Blancas y el puertorriqueño Dave Martínez con los Nacionales de Washington.
"Me siento muy orgulloso del grupo, desde los dueños, la gerencia, el departamento de desarrollo de peloteros, todo el grupo, los muchachos del camerino", dijo Cora a ESPN Digital.
"Es un trabajo en equipo. Siempre se habla solamente de los jugadores, pero hay cosas más allá que no se ven en televisión que son partes grandes de un equipo y desde el principio nos enfocamos en contar con cada uno de esos departamentos para lograr ciertas metas", agregó el capataz.
Con 15 juegos pendientes en el calendario de la temporada regular, Cora, el primer latino y/o afroamericano que dirige a los Medias Rojas, tendrá la oportunidad de establecer una nueva marca de temporada para dirigentes latinos y, muy probablemente, también para la franquicia de Boston.
Los Medias Rojas ganaron 105 juegos en 1912, el año inaugural del Fenway Park, 104 en 1946 y 101 en 1915.
Paralelamente, el conjunto de Nueva Inglaterra es el único que ya aseguró un boleto para la postemporada (lo peor que puede pasarle es clasificar con un comodín) y ha sacado 10.5 juegos de ventaja sobre los Yankees de Nueva York en ruta a su tercer título divisional consecutivo, otra marca del conjunto.
"Clasificar y tener cien victorias es tremendo, pero, no me mal interpreten, tenemos otras cosas que son más grandes y este grupo lo sabe. Estamos enfocados en eso", dijo.
Cora, el quinto dirigente de Grandes Ligas que gana 100 juegos en su año de debut y el primero desde Dusty Baker en 1993, tendrá un buen resumé para tratar de unirse a Alou (Liga Nacional 1994), Guillén (Liga Americana 2005) y el dominicano Tony Peña (Liga Americana 2003) en el exclusivo club de latinos que han ganado el premio Manager del Año.
Sin embargo, el grupo que más importa a Cora es el que forman Bob Brenly (en 2001 con Diamondbacks de Arizona), Ralph Houk (en 1961 con Yankees), Eddie Dyer (en 1946 con Cardinales) y Bucky Harris (en 1924 con los Senadores de Washington), los únicos dirigentes novatos que conquistaron el trofeo de la Serie Mundial.
"La clave es no bajar la guardia hasta que todo haya terminado y mis jugadores lo saben", dijo Cora.
"En ese camerino hay pocos jugadores con anillos de Serie Mundial. Hay varios con premios individuales como Cy Young, Jugador Más Valioso, Juegos de Estrellas y esas cosas. Pero hay pocos que ha ganado la Serie Mundial y no creo que tenga que buscar algo más allá de eso para mantenerlos enfocados en lo que queremos lograr", puntualizó el boricua.