Revisen el jonrón que les mostramos arriba. Cortesía del asombroso Willians Astudillo, ya tenemos el mejor video de jonrones de 2019. Se produjo en Venezuela y desafía cualquier descripción.
Creo que la única forma que podría ser superado es si Yasiel Puig conecta un cuadrangular para dejar en el terreno al rival en el Juego 7 de la Serie Mundial, pero eso implicaría que los Rojos clasifiquen a la Serie Mundial, lo cual parece poco probable.
Astudillo hizo su debut en Grandes Ligas la pasada temporada con los Minnesota Twins y en 29 encuentros, bateó para .355 con dos cuadrangulares. Aunque, si recuerdan algo con respecto a Astudillo, probablemente sea este video de él corriendo las bases:
Size doesn't measure speed. pic.twitter.com/r13jphlD9j
— MLB (@MLB) September 13, 2018
Con su físico poco tradicional y cabello volando detrás de él como si estuviera sacando su cabeza de un 747, Astudillo se convirtió inmediatamente en héroe de culto. Incluso existe un video de cinco minutos de duración con sus proezas logradas en 2018, disponible en YouTube.
Por ejemplo:
Aquí lo tenemos atrapando a Shane Robinson en primera base en un partido de entrenamientos primaverales con un lanzamiento sin ver:
Aquí está, logrando salirse con la suya con el truco de la pelota escondida, jugando con el Rochester:
Aquí lo tenemos dándole cariño a un caballo falso. Sí, un caballo falso. Vean el video y presten atención:
También tenemos esta cara que llevó a su compañero Jose Berríos a lanzarle semillas de girasol:
Tal como lo mencionamos, Astudillo no solo es una novedad circense. Aquí lo tenemos soltando un jonrón para dejar en el terreno a los Reales en septiembre pasado:
Como pueden concluir al ver los videos, Astudillo no carece de destrezas atléticas a pesar de su contextura y puede jugar múltiples posiciones. Con los Mellizos, fue titular en 14 partidos como receptor, cinco en la tercera base, uno en la segunda e incluso, jugó varios innings en los jardines, incluyendo una entrada en el center field, lo cual lo convierte, según Ben Lindbergh en el primer jugador en la historia de las Grandes Ligas con estatura de 5 pies, 9 pulgadas o menos y con peso de al menos 215 libras en jugar al jardín central.
En la pelota invernal ha jugado durante mayor tiempo como left fielder. A sus 27 años, es demasiado viejo como para ubicarlo en puestos altos en listados de prospectos, pero sí puede jugar y tiene probabilidades de permanecer con los Mellizos como utility.
Todo esto ha ayudado a hacer de Astudillo uno de los jugadores más fascinantes que ver en 2019. Aquí está el detalle: No he mencionado aún lo más interesante con respecto a él. Este chico nunca se poncha… Casi nunca. Con los Mellizos, abanicó en apenas tres ocasiones en 97 apariciones al plato, lo cual nos da un promedio de ponches de 3.1 por ciento.
El segundo menor promedio le perteneció al infielder de los Mets Luis Guillorme, quien se ponchó en apenas tres ocasiones en un total de 74 apariciones al plato, lo cual nos da un promedio del 4.1 por ciento (aunque Guillorme se ubicó por encima del 10 por ciento en Triple-A). También es un total atípico: el tercer menor promedio fue obtenido por Andrelton Simmons, con el 7.3 por ciento y otros seis jugadores se ubicaron por debajo del 10 por ciento.
No poncharse es el juego de Astudillo. Con el Rochester en Triple-A, abanicó en apenas 14 ocasiones en un total de 307 turnos al plato. En la pelota invernal, cuenta con cuatro ponches en 236 oportunidades al plato. En su carrera en ligas menores, cuenta con apenas 81 ponches en 638 encuentros. Joey Gallo se ponchó en 80 oportunidades en mayo y junio.
Cierto, las Ligas Menores no son las Mayores, y tenemos que apuntar que Astudillo casi nunca negocia boletos: apenas consiguió dos bases por bolas con los Mellizos y 84 en su carrera en Ligas Menores. Tuvo esos 14 ponches con el Rochester con solo 10 boletos, lo cual le da una línea ofensiva de .276/.314/.469. Básicamente, cuando hace swing, pone la pelota en juego. Es un iconoclasta en esta era de hacer swing y fallar.
Puede argumentarse que Joe Sewell, miembro del Salón de la Fama, es el mejor bateador de contacto en la historia del béisbol. En 1925, jugó por espacio de 155 encuentros, bateó en 699 ocasiones y se ponchó en apenas cuatro. En su carrera de 14 años en Grandes Ligas, bateó en 8.333 ocasiones y abanicó en 114 ocasiones. Yoan Moncada denomina algo similar como receso del Juego de Estrellas. El promedio de ponches de por vida de Sewell fue un minúsculo 1.4 por ciento.
Baseball-Reference tiene data de partidos de Sewell entre 1925 y 1933. Tuvo un encuentro con dos ponches el 26 de mayo de 1930, cuando un pitcher llamado Pat Carraway de los Medias Blancas lo neutralizó en el primer y tercer innings. Sewell, quien usaba un bate de 40 onzas, no se ponchó nuevamente por todo el resto de la campaña.
Claro que esa era una época muy distinta. En 1925, el promedio general de ponches en las Grandes Ligas era de un discreto 6.9 por ciento. En 2018, fue del 22.3 por ciento. Astudillo se poncha muy raramente en una era de rectas a 100 millas por hora, cutters difíciles y sliders que se deslizan de precipicios. Sewell se enfrentaba a Lefty Grove… y a un montón de pitchers que lanzaban a 85 millas por hora. (Por cierto, Sewell se enfrentó a Grove, el mayor ponchador de la Liga Americana en su época, en 129 ocasiones y apenas fue ponchado una vez).
Comparemos a Astudillo a otros bateadores con baja tendencia al ponche, revisando los bateadores calificados que tuvieron el menor promedio de ponches en cada década. Existen dos formas de examinarlo. Astudillo, en su corta estadía con los Mellizos, se ponchó 19.2 por ciento menos frecuentemente que el bateador promedio. Sewell, en 1925, se ponchó apenas 6.3 por ciento menos, aunque obviamente contaba con menos espacio para “mejorar”.
Si comparamos el promedio del pelotero al de la liga, la temporada 1932 de Sewell sigue siendo la mejor, mientras que el promedio de Astudillo se compara a la temporada 1976 de Boudreau, Fox y Dave Cash con los Filis. (Me pregunto si Cash hizo un esfuerzo concertado para no poncharse en esa temporada. Tuvo 47 hits extrabases en 1975 y 49 en 1977, pero apenas sumó 27 en 1976, bateando más de 700 ocasiones en cada campaña).
¿Qué rol podría desempeñar Astudillo con los Mellizos en 2019? Sus proyecciones de Baseball-Reference lo ubican para terminar la campaña con .279/.335/.438 (con 42 ponches en 249 apariciones al plato, lo cual parece ser demasiado).
Es tercero en la tabla de profundidad de catchers, por debajo de Jason Castro y Mitch Garver, aunque las métricas de Ligas menores para colocar pitcheos de Baseball Prospectus lo ubicaron como sólido a la hora de colocar los envíos de sus lanzadores.
El tercera base es Ehire Adrianza (o Miguel Sano, si los Mellizos intentan ponerle allí de nuevo), por ello, quizás hayan oportunidades para él en ese aspecto. Los jardines parecen estar definidos, con Eddie Rosario, Byron Buxton y Max Kepler, con Jake Cave como suplente. Nelson Cruz tomará todos los turnos como bateador designado. Aún así, queda tiempo de juego por definir y creo que Astudillo tiene como batear para hacerse con al menos 300 apariciones al plato.
Lo cual significa que habrán muchos videos para mantener a todos contentos durante el próximo verano.