SAN JUAN - La liga invernal de Puerto Rico preparó a Frank Robinson para hacer historia como el primer manager afroamericano en las Grandes Ligas.
El miembro del Salón de la Fama del Béisbol de las Grandes Ligas, quien falleció el jueves a la edad de 83 años, tuvo una relación de cinco décadas con Puerto Rico. Con apenas 19 años de edad y tras conectar 25 cuadrangulares en niveles A y AA, el entonces prospecto de los Cincinnati Reds fue contratado en 1954 como refuerzo de los Leones de Ponce en la Liga de Béeisbol Profesional de Puerto Rico en la misma temporada en que los Cangrejeros de Santurce tenía en sus filas a los futuros inmortales Willie Mays y Roberto Clemente.
Pero su gran huella en la pelota puertorriqueña no fue como jugador. A finales de la década del sesenta, todavía activo y ya un consagrado toletero en las Grandes Ligas, Robinson regresó a Puerto Rico, pero a dirigir a los Cangrejeros, como parte de su preparación para convertirse en el 1975 en el primer dirigente afroamericano en las Mayores con los Cleveland Indians.
"Puerto Rico lo ayudó mucho a convertirse en dirigente en las Grandes Ligas. Siempre lo decía", le dijo a ESPNDeportes, el también 'Hall of Famer' Orlando 'Peruchin' Cepeda quien jugó bajo la tutela de Robinson en Santurce. "Estaba muy agradecido de Puerto Rico".
Robinson fue el dirigente de los Cangrejeros en ocho temporadas divididas en dos etapas. Hizo su debut en la campaña 1968-69 y ganó los campeonatos en el 1970-71 y 1972-73. Regresó en el 1978 luego de tres temporadas al frente de Cleveland. En Sarturce dirigió a cinco futuros miembros del Salón de la Fama: Cepeda, Tany Pérez, Jim Palmer, Reggie Jackson y Robin Yount.
"Hizo un gran trabajo con Santurce", dijo Cepeda. "Dirigir no es fácil y la liga de Puerto Rico era bien fuerte, la fanaticada era bien exigente. Probó que podía dirigir. Era una persona bien inteligente. Frank dirigió como jugó, bien estricto, fuerte hasta el último out, nunca se dejaba intimidar", agregó el 'Baby Bull'.
La liga invernal de Puerto Rico, por la que pasaron decenas de estrellas afroamericanas desde los tiempos de las Ligas Negras convirtiéndose en un escape en la era de la segregación racial en los Estados Unidos, también fue el laboratorio para que Robinson probara que merecía la oportunidad de dirigir en las Mayores y así romper otra barrera.
Como si la Isla lo llamara, Robinson volvió a tener como suya la oficina del camerino local del Estadio Hiram Bithorn de San Juan, cuando los desparecidos Expos de Montreal, dirigidos por Robinson, jugaron 44 partidos como local en el estadio capitalino en las temporadas 2003 y 2004 antes de mudarse a Washington.
"Siempre nos decía que disfrutó su tiempo en Puerto Rico. Que la liga invernal lo ayudó grandemente como ser humano a conocer las dos culturas, a apreciar lo que nosotros como latinos teníamos que pasar para llegar a Grandes Ligas", expresó por su parte el ex intermedista boricua José Vidro quien jugó para Robinson con los Expos y posteriormente con los Nationals.
Un niño con los Leones
"Frank era un nene cuando llegó a Ponce", recordó Ramon Luis 'Wito' Conde ex pelotero que fue compañero de equipo de Robinson con los Leones. "Al principio no lució bien, no bateaba, se ponchaba mucho. Pero recuerdo un juego en el Sixto Escobar (viejo estadio de San Juan) que conectó un enorme cuadrangular por el 'right-center' y desde ese momento empezó a batear mejor. Lamentablemente se tuvo que ir antes que acabara la temporada porque recibió un golpe en un juego".
Mas adelante, en la temporada 1969-70, Conde fue rival de Robinson.
"Yo todavia estaba con Ponce y fuimos a la final contra Santurce. En el sexto juego yo di el hit en la entrada 12 para dejarlos en el terreno y ganar el campeonato. Fue una serie bien caliente, de muchos bolazos y peleas. Rubén Gómez por Santurce y nosotros con un refuerzo que se llamaba Wayne Simpson (Jugador Más Valioso). Eran lanzadores que lanzaban pegado. Jim Fregosi dirigía a Ponce y tuvo sus encontronazos con Robinson, quien tenía un carácter fuerte. En esa serie lo conocí mejor".
Regreso con los Expos
Vidro dijo que Robinson se alegró tanto como si fuera un boricua cuando se dio la oportunidad de que los Expos jugaran en Puerto Rico.
"Fue una de las personas que estuvo bien contentas de que nosotros tuviéramos la oportunidad de jugar en Puerto Rico. Se alegró tanto como los puertorriqueños, porque fue de los que hizo el empuje para eso. En el 'spring training' se pasaba mencionado que íbamos para Puerto Rico. Eso fue bien positivo para el equipo ya que no era fácil una temporada de tantos viajes, teniendo dos casas. Nos decía que le recordaba los buenos tiempos que vivió allí con Santurce y los grandes peloteros que pudo dirigir".
Con eso concidió el dominicano Omar Minaya, quien fue el gerente general de los Expos en las temporadas que jugaron en la Isla.
"Frank amaba a Puerto Rico y le encantaba el pueblo puertorriqueño. Siempre hablaba de su buena experiencia en la Isla cuando estuvo con Santurce. Fue algo bien positivo regresar con los Expos, hizo obras de caridad, la fanaticada también lo trato muy bien. La parte difícil eran los viajes, pero él se preparó para eso y mantuvo a los jugadores positivos".
En su paso por la liga invernal de Puerto Rico, Robinson tuvo que demostrar la comprensión que también es necesaria en el arte de dirigir.
"El año que Frank me dirigió en Puerto Rico", relató el ex intermedista Sandy Alomar Sr., "Hiram Cuevas (gerente general de los Cangrejeros) y yo tuvimos una desavenencia con el contrato y yo le dije a Frank que para que no tuviera una manzana que fuera a dañar a los otros, que yo me iba. El respetó mi decisión ya que me conocía desde que jugamos juntos con los Angelinos y sabía que yo respetaba el juego. Entendió que para que un jugador estuviera en el equipo disgustado, lo mejor es que se vaya".
Alomar, Sr. resaltó que el lugar en la historia de Robinson compara con otro 'Hall of Famer' del mismo apellido.
"Toda persona que tiene éxito por primera vez son las que abren puertas", señaló. "Pero son también los que reciben los insultos, los que lucharon por uno para que luego el paso de uno sea más fácil. Y Frank fue uno como lo fue Jackie Robinson (primer jugador negro en las Mayores). No podían pelear porque no los dejaban. Nosotros los peloteros de color y los latinos debemos de estar super agradecidos de ellos".