Si Manny Machado firma un contrato cercano a los $250 millones con los Padres de San Diego, podrían entenderlo por completo si lo perciben desde su punto de vista. El mercado por sus servicios no ha sido tan robusto como se esperaba inicialmente; pero, incluso tomando en cuenta los impuestos en el estado de California y diferimiento alguno, se trata de un monto de dinero que cambiaría la vida de cualquier persona.
Si bien firma con los Padres o los Medias Blancas de Chicago, o quizás termina girando hacia los Phillies, a Machado le irá bien en la agencia libre, o así parece, después de una larga espera invernal. Bien por él.
Aunque una vez más, la pregunta pertinente es: ¿Qué están pensando los Padres?
Es la misma pregunta que surgió cuando lo apostaron todo durante el invierno de 2014-15 y terminaron ganando menos partidos durante la temporada siguiente. Se trata del mismo rompecabezas del invierno pasado, cuando invirtieron más dinero en un agente libre que cualquier otro equipo a fin de hacerse con los servicios del inicialista Eric Hosmer por $144 millones para quedar con récord 65-97.
Machado es un pelotero de alta calidad y hará a San Diego mejor equipo con su excelente defensiva y poder. Desde la perspectiva de la Asociación de Peloteros, sería un buen indicativo ver a un equipo que perdió en exceso y recortó su nómina al extremo contar ahora con tres costosos peloteros en su roster, con Machado, Hosmer y Wil Myers (quien se apresta a percibir $22.5 millones al año entre 2020 y 2022, según los términos de un contrato muy abultado en sus tramos finales).
Aunque, tal como fue el caso de Hosmer el invierno pasado, el momento de una posible contratación de Machado parece extraño porque San Diego, si bien es un equipo repleto de prospectos, no parece siquiera acercarse al nivel de contención. Los Padres terminaron en el último puesto de la División Oeste de la Liga Nacional, a 25 ½ juegos detrás de los Dodgers y si bien cuentan con una gran cantidad de prometedores prospectos que empiezan a superar la adolescencia, esta organización no ha hecho demasiado a fin de mejorar un staff de pitcheo que se ubicó en el puesto 13 de 15 en efectividad colectiva (4.40). Sus pitchers abridores contaron con la peor efectividad, con 5.09
Por ahora, su rotación parece estar conformada de la siguiente manera, según lo indica el sitio Web oficial del equipo:
Joey Lucchesi, 25 años; efectividad de 4.08 en 2018
Eric Lauer, 23 años; 4.34 de efectividad.
Robbie Erlin, 28; 4.21
Jacob Nix, 23; 7.02 en nueve aperturas
Bryan Mitchell, 27; 5.42
Dentro de muy poco, el prometedor MacKenzie Gore, quien cumplirá 20 años esta semana, ascenderá a las ligas Mayores, aunque comenzará el presente año en Clase A.
Sigue siendo una posibilidad para los propietarios de los Padres atender esa área este invierno por lo lento que ha resultado el mercado de agencia libre. San Diego aún podría pactar con Dallas Keuchel para convertirlo en ancla al frente de la rotación, o a Gio González; o vamos, si están dispuestos a invertir esa cantidad de dinero en Machado, podrían contratar a Keuchel y González simultáneamente, a un posible costo de $30 millones al año.
A menos de que los Padres inyecten esa clase de capital en su rotación, parece que Machado se aprestaría a encontrarse en una situación similar a la de Alex Rodríguez luego de que A-Rod firmara por 10 años y $252 millones con los Texas Rangers. Rodríguez hizo todo lo posible para justificar la inversión hecha por los Rangers en él: durante tres temporadas, ligó promedio de bateo de .305, disparó 156 jonrones, se alzó con un Premio al Más Valioso y terminó segundo y sexto en la votación, respectivamente, durante los dos años posteriores. Fue algo excepcional.
A pesar de ello, nada cambió para los Rangers, porque no lograron conformar un grupo a su alrededor con suficiente calidad como para convertirse en un equipo ganador y en particular, porque no tenían algo que se acercara a un pitcheo solvente. Allí es exactamente donde parecen encontrarse los Padres.
Con la contratación de Hosmer y este fuerte coqueteo con Machado, los dueños de los Padres parecen nuevamente mostrar deseos de capitalizar el largo y lento proceso de reconstrucción que se inició con el desmontaje del equipo 2015. San Diego cuenta con un buen sistema de granjas, eso es seguro, con la presencia de prospectos altamente cotizados como lo es Fernando Tatis Jr., aunque, tal y como han aprendido Phillies y White Sox en años recientes, puede tomar algo de tiempo para que el talento logre madurar hasta alcanzar nivel de Grandes Ligas. El sendero no fue tan fácil como se esperaba en los casos de Maikel Franco, J.P. Crawford y Yoan Moncada. Ocurren cosas.
Armar un staff de pitcheo capaz de superar a los Dodgers podría requerir de otros dos años y sí, agregar a un defensor de calidad Premium como Machado les ayudaría con su pitcheo. Aunque, para el momento en el cual los Padres estén realmente listos para cambiar su suerte, Machado ya tendría un par de años cumplidos en su contrato y Hosmer podría tener 31 o 32 años.
Una vez que los Padres asumieron la senda del desmontaje completo y comenzaron a agregar un montón de prospectos adolescentes, la gerencia y propietarios tenían que estar completamente comprometidos (y aún necesitan mantener dicho compromiso) a mantener paciente espera a fin de que esos jugadores se desarrollen. Muy parecido a cuando vemos a los niños esperar durante los primeros días de diciembre por la mañana de Navidad.
Han pasado ocho años desde la última ocasión en la cual los Padres ostentaron récord positivo y han transcurrido 13 temporadas desde la última vez en la cual San Diego clasificó por última vez a la postemporada. Quizás la gerencia ya está hastiada de espera. Es el dinero de los Padres, no una prerrogativa para ellos.
Sin embargo, contratar a Machado se sentiría muy similar a romper con ansias los paquetes Navideños el 16 de diciembre sin que los familiares estén cerca. El momento no es el apropiado, la oportunidad no es la correcta y parece destinado a terminar mal.