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David Schoenfield | ESPN 4y

MLB: ¿Gerrit Cole, Francisco Lindor y Anthony Rendon? Esto es lo que los Yankees harán en invierno

De muchas maneras, esta fue una década de éxitos para los New York Yankees: Sumaron la mayor cantidad de triunfos en las Mayores con 921, batearon más jonrones que cualquier otro equipo y anotaron la segunda mayor cantidad de carreras, nunca tuvieron una temporada con récord negativo y jugaron en la mayor cantidad de partidos de postemporada entre equipos de la Liga Americana.

Sin embargo, el único hecho que importa a los aficionados de los Yankees: cero apariciones en la Serie Mundial. La década del 2010 fue la primera desde la del 1910 en la que los Yankees no lograron aparecer en el Clásico de Otoño. Esa fue la década, por cierto, antes de que un cierto "Sultán del Bateo" fuera adquirido proveniente de los Boston Red Sox.

Oigan, al menos tenemos algo positivo: los Yankees terminaron en la cima por primera vez desde 2012. Pasaron seis temporadas consecutivas sin que los Yankees lograran un título divisional. No obstante, 103 triunfos y una derrota posterior en la Serie de Campeonato de la Liga Americana ante los Houston Astros por segunda ocasión en tres temporadas dejaron una sensación final de frustración. Eso no satisface a una franquicia y afición que consideran las apariciones en la Serie Mundial como un derecho adquirido por nacimiento.

Es algo especialmente frustrante a la luz de lo ocurrido en la temporada baja anterior. Luego de adquirir a James Paxton, DJ LeMahieu, Zack Britton y Troy Tulowitzki, la contraportada del diario New York Daily News los denominó los "Snore 4" ("4 del ronquido"). Durante los entrenamientos primaverales, se cuestionaron el por qué los Yankees no contrataron a Manny Machado o a Bryce Harper; el dueño de los Yankees Hal Steinbrenner expresó: "Todos los años, me machacan por algo. Si no ganamos la Serie Mundial, es algo perfectamente justificable".

Lo irónico es que Gio Urshela tuvo una mejor temporada que Machado. LeMahieu fue mejor que Harper. Buen trabajo, pero eso no le resta presión a Steinbrenner y a Brian Cashman para conseguir la forma de hacer que los Yankees regresen a la Serie Mundial. La verdad radica en que los seguidores de los Yankees aún desean tener juguetes brillantes y nuevos. Se trata de toda esa percepción de derecho de nacimiento que se remonta a los años de Catfish Hunter y Reggie Jackson. Steinbrenner puede decir: "Hicimos todo lo que quisimos hacer para mejorar de verdad", tal como lo hizo la primavera pasada; no obstante, hasta tanto no se levante ese primer trofeo de Serie Mundial desde el año 2009, la creencia siempre será que los Yankees no lo hicieron todo.

A los medios de comunicación locales en Nueva York les encanta insistir en este relato. Gerrit Cole, Stephen Strasburg, Madison Bumgarner, Francisco Lindor, Luis Castillo, Zack Wheeler, Jonathan Villar, Anthony Rendon y Josh Donaldson son todos objetivos de los Yankees, según el reporte periodístico que prefieran.

Tres de los juguetes antes mencionados le brindarían mucha felicidad a los aficionados de los Yankees. Sin embargo, ha pasado mucho tiempo desde que los Yankees dejaron de operar de esa forma. Desde la contratación de Masahiro Tanaka, Jacoby Ellsbury, Brian McCann, Carlos Beltrán e Hiroki Kuroda en la temporada baja 2013-14 (parte de un botín de $471 millones en un solo invierno), los Yankees no han firmado un solo agente libre por $100 millones. Existe el antiguo método Yankee de hacer las cosas y el nuevo estilo.

Analicemos a esos tres juguetes y ver qué podría ocurrir.


Antiguo estilo: Firmar a Gerrit Cole

Nuevo estilo: Darle una oportunidad a Michael King y a Deivi García

Durante su ciclo de 17 apariciones en postemporada durante un periodo de 18 años entre 1995 y 2012 (que incluye 13 títulos divisionales), los Yankees nunca dejaron que el dinero se interpusiera con la contratación de un pitcher agente libre de alto calibre. Entre los abridores que firmaron en dichos años se encuentran David Cone (a quien renovaron después de adquirirlo inicialmente en un canje), David Wells, Mike Mussina, Andy Pettitte y Roger Clemens (lo cual implicó el regreso de ambos a Nueva York), A.J. Burnett y CC Sabathia.

Luego de que esa inversión de $471 millones en agentes libres que resultó en un récord de 84-78 en el 2014, los Yankees no han vuelto a jugar en dicho mercado. Dieciséis peloteros han pactado por más de $100 millones y ninguno terminó jugando con los Yankees. Los pitchers por $100 millones que no fueron contratados por los Yankees: Max Scherzer, Jon Lester, David Price, Zack Greinke, Johnny Cueto, Jordan Zimmermann, Yu Darvish y Patrick Corbin. Ciertamente hablamos de un grupo con resultados dispares, aunque con Scherzer vistiendo el clásico uniforme de rayas, quizás los Yankees lo ganan todo en el 2017 y 2019. El contrato de más valor otorgado por los Yankees en las cinco temporadas bajas más recientes fue el de $86 millones que le dieron a Aroldis Chapman. El segundo pacto más costoso fue por $85 millones con Chase Headley.

Obviamente que Cole probablemente sea más similar a Scherzer que a Zimmermann. Quizás sea el lanzador que haga que Hal actúe de forma similar a su padre. Adicionalmente, después de quedar por debajo del impuesto de lujo en el 2018 para reajustar su tarifa impositiva, los Yankees volvieron a superarla en el 2019. Su nómina de 2020 se ubica actualmente en $196 millones, incluyendo los $21.1 millones que deben a Ellsbury y que, de forma vergonzante, intentan evitar desembolsar.

Eso les da aproximadamente $35 millones para gastar e igualar la nómina del año pasado. Aunque también tendrán mucho dinero que se liberará después del 2020, incluyendo los compromisos con Ellsbury, Tanaka, Paxton, LeMahieu y posiblemente, el de J.A. Happ (quien tiene una opción "vesting", que sería un año opcional al final del contrato garantizado si el pelotero cumple con ciertos mínimos en su producción). En otras palabras, podrían contratar a Cole, asumir un aumento sustancial de un año en su nómina (que podrían costear sin mayor dificultad) para luego volver a los niveles salariales de 2019.

Ahora bien, quizás Cole no quiere lanzar en Nueva York y es probable que Strasburg regrese con los Nationals. Los Yankees también podrían creer que cuentan con suficiente profundidad en su pitcheo abridor con un Luis Severino sano, más Paxton, Tanaka, Happ, Domingo Germán y Jordan Montgomery, además de García (quien ponchó a 165 bateadores en 111 1/3 innings en Grandes Ligas) y King (quien luchó contra lesiones en 2019 pero dominó en las menores en 2018).

El nuevo coach de pitcheo Matt Blake llega proveniente de Cleveland, donde acababa de ser ascendido al cargo de Director de Desarrollo de Pitcheo. Los Yankees quizás quieren ver si Blake puede trabajar con los lanzadores que ya se encuentran en su staff, similar al desarrollo de figuras tales como Aaron Civale y Zach Plesac para llegar a las Mayores.

Qué pasará: Existe la sensación de que los Yankees conseguirán un pitcher, aunque lo más probable es que se trate de uno de segundo nivel como Bumgarner, Wheeler, Michael Pineda o Dallas Keuchel. Bumgarner sería el juguete nuevo que agradaría a la afición de los Yankees, pero en estos momentos, Paxton es mejor lanzador que Bumgarner.

Antiguo estilo: Cambian por Francisco Lindor, juegan a Gleyber Torres en segunda base y LeMahieu en primera
Nuevo estilo: Juegan a Torres en el jardín corto, LeMahieu en segunda y Luke Voit/Mike Ford en primera

La adquisición de una gran estrella en cambio ha sido una tradición de los Yankees por mucho tiempo. Desde 1995, esos cambios incluyen a Cone, Chuck Knoblauch, Clemens, Alex Rodríguez, Randy Johnson, Bobby Abreu, Chapman y, más recientemente, Giancarlo Stanton.

Lindor, sin embargo, es un caso diferente al de Stanton. Esa transacción dependió de los Marlins rogando por alguien que tomara el contrato de Stanton, y los Yankees no tuvieron que sacrificar talento estelar para conseguir al toletero. Lindor costaría varios prospectos y talento listo para jugar en las Mayores. Miguel Andujar podría ser carnada, pero no encaja bien en los Indians que ya tienen a Jose Ramirez en la antesala y Carlos Santana en primera base. El lanzador García es un prospecto interesante, pero Cleveland tiene profundidad en sus abridores. Clint Frazier no mueve la aguja. Realísticamente, un equipo con una mejor finca de talento joven sería un socio más compatible.

Además, los Yankees no tienen que hacer un cambio en esta situación. Torres puede jugar como torpedero y LeMahieu fue Guante de Oro en la intermedia. Claro, LeMahieu fue un valioso jugador como utility en el 2019 y Torres quizás no tiene el alcance óptimo en el jardín corto, pero una doble combinación de Torres/LeMahieu sería una de las mejores en las Grandes Ligas si LeMahieu repite su gran 2019.

Existe un escenario loco que podría estar en juego: ¿Qué tal Lindor por Torres? Antes de que se mofen, consideren lo que ganarían los Yankees:

1. El mejor jugador. Lindor tuvo un WAR de 4.7 la temporada pasada (y se perdió 19 juegos) y 7.9 en el 2018. Torres tuvo WAR de 3.9 en el 2019.

2. El mejor torpedero defensivo.

3. Un bateador ambidiestro que le brindaría más balance a la alineación de los Yankees que se inclinó demasiado al lado derecho (y que los lanzadores derechos de Houston lograron dominar).

En resumidas cuentas, ¿cambiarías cinco años de Torres por dos de Lindor? No. Pero quizás los Indians incluyen a alguien más como parte de la transacción, como uno de sus lanzadores jóvenes, o quizás acuerden tomar el contrato de Happ. Es un escenario extremadamente improbable, pero por lo menos es divertido considerarlo.
Qué pasará: Se quedan con Torres y LeMahieu en el medio, con Thairo Estrada sirviendo como un reemplazo capaz.

Antiguo estilo: Firman a Anthony Rendon

Nuevo estilo: Juegan a Gio Urshela

Si no logran firmar a Cole, ¿por qué no invertir dinero en Rendon? Eso también seguiría una larga tradición de los Yankees que comenzó con Reggie en el 1977. Desde 1995, firmaron a jugadores estelares en el mercado de agencia libre como Jason Giambi, Gary Sheffield, Hideki Matsui, Johnny Damon, Mark Teixeira y Ellsbury (oops). ¿Necesitan en realidad a Rendon? No, no si Urshela batea .314/.355/.534 otra vez. También tienes a Andújar de vuelta tras cirugía del hombro, así que esto crearía un tapón innecesario en la antesala que costaría mucho dinero.

Claro, pero no olviden que no fue el pitcheo lo que le costó a los Yankees en la Serie de Campeonato de la Liga Americana. Batearon solo .179 con 21 carreras en seis juegos contra Houston. El grupo de lanzadores mantuvo a los Astros en 22 anotaciones. En la serue divisional contra los Red Sox en el 2018, los Yankees batearon apenas .214 con un total de 14 carreras en cuatro desafíos. En la derrota ante los Astros en la SCLA del 2017, apenas tuvieron promedio de .205 con un total de 22 carreras y siete partidos.

Ha sido la ofensiva la gran debilidad de los Yankees en la postemporada. Rendon batea del lado derecho, pero fuera de eso, engranaría perfectamente. Como vimos en octubre, sabe batear contra buen pitcheo. Pone la bola en juego (a diferencia de varios de los toleteros en los Yankees). Si lo pones en el tercer turno de la alineación, le quita mucha presión a los otros. Podrías mantener a Urshela como un gran utility (jugando quizás segunda con LeMahieu en primera) y cambiar a Andújar por pitcheo o ponerlo como 1B/DH.

Qué pasará: Si no es Rendon, Josh Donaldson o hasta Mike Moustakas (como bateador zurdo) podrían llenar un rol similar, siguiendo la norma modica adaptada por los Yankees a la hora de hacer las cosas.

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