La División Este en la Liga Nacional está tan complicada, que lo único claro que hay es que los Miami Marlins volverán a ser los dueños del sótano.
La novena miamense entra en el tercer año de su proceso de reconstrucción, esta vez con la filosofía de Derek Jeter de crear una franquicia sostenible a largo plazo.
Y aunque la plantilla ha mejorado en comparación con la del 2019 y el futuro se augura promisorio, los Marlins del 2020 no deberían poder competir con sus otros cuatro rivales del grupo.
Así de simple. Es Miami contra cuatro monstruos. Si el equipo que dirige Don Mattingly consigue evitar las 100 derrotas del año pasado, ya será un paso de avance.
Si bordea el balance de .500, ni hablar. Y si logra terminar por delante de uno de sus contrincantes en la tabla de posiciones, habrá sido casi como que ganar la Serie Mundial.
¿Llegó la hora de los Filis?
Los Philadelphia Phillies llevan dos campañas seguidas de rotundos fracasos.
En realidad, hace ocho temporadas que no van a los playoffs y sus mejores resultados entre el 2012 y el 2019 fueron precisamente esos dos años, cuando terminaron con 81-81.
Pero la referencia es al 2018 y 2019, cuando a Gabe Kapler le pusieron en la mano equipos ganadores y a duras penas tuvo balance combinado de 161-163, lo cual le costó el puesto de manager.
Ahora el experimentado Joe Girardi, con un título de Serie Mundial y un Manager del Año en su currículum, llega a Filadelfia para hacer cargo de un equipo que se reforzó en el invierno con el derecho Zack Wheeler, uno de los lanzadores más cotizados en la agencia libre.
Wheeler firmó un pacto por cinco temporadas y 118 millones de dólares, para unirse a una rotación que encabezan Aaron Nola y Jake Arrieta, mientras que en la parte trasera del staff de abridores aparecen Vince Velazquez, Zach Eflin y Nick Pivetta.
El bullpen tiene huecos, pues Hector Neris no es el cerrador más confiable de toda la industria, mientras que Adam Morgan y Seranthony son los otros relevistas principales.
La esperanza de Girardi es que su ofensiva produzca tanto que no se echen a ver las carencias del pitcheo.
La firma del holandés Didi Gregorius viene a redondear una alineación poderosísima, que tiene a Andrew McCutchen (LF), J.T. Realmuto (C), Bryce Harper (RF) y Rhys Hoskins en los cuator primeros turnos.
Gregorius (SS) seguiría en el orden, por delante del dominicano Jean Segura, movido a la intermedia, Scott Kingery en la antesala y el prometedor Adam Haseley en el jardín central, con Jay Bruce como cuarto jardinero y principal bateador emergente.
Los Filis necesitan arrancar fuerte y llegar a mitad de temporada en posición de ventaja, para que la gerencia se mueva antes de la fecha límite de cambios en busca de la ayuda que se necesite en ese momento.
La exigente afición de Filadelfia no perdonaría una nueva decepción.
El campeón es favorito por derecho propio
Para complicar más el circuito, resulta que ahí están los campeones vigentes de la Serie Mundial, los Washington Nationals.
También merecen la etiqueta de favoritos por derecho propio, aun cuando ya no cuentan con Anthony Rendon, uno de los motores ofensivos del equipo que ganó la corona en octubre pasado.
Pero por lo demás, el conjunto está casi intacto, con el tándem de Yan Gomes y Kurt Suzuki en la receptoría, el trío de jardinero de Adam Eaton y los dominicanos Victor Robles y Juan Soto, de derecha a izquierda y el velocísimo Trea Turner en las paradas cortas.
El quisqueyano Starlin Castro refuerza la intermedia, hasta tanto esté listo el prospecto Carter Kieboom, el venezolano Asdrubal Cabrera pasa a la antesala a tratar de llenar los zapatos de Rendón y los veteranos Ryan Zimmerman y Howie Kendrick también tendrán su tiempo de juego.
Los derechos Max Scherzer y Stephen Strasburg y el zurdo Patrick Corbin forman uno de los mejores tríos de abridores de todas las Grandes Ligas, con el venezolano Anibal Sanchez y Joe Ross en la parte baja de la rotación.
Sean Doolittle volverá a ser el cerrador, al menos en principio, con Daniel Hudson, Will Harris y Tanner Rainey como principales piezas del bullpen, mientras que el zurdo cubano Roenis Elias puede hacer las funciones de abridor o apagafuegos.
No se olviden de los Braves
Los Nacionales serán los campeones defensores, pero los Atlanta Braves han dominado la división en los dos últimos años y no parecen tener intenciones de ceder ese reinado.
A pesar de haber perdido un bate del calibre de Josh Donaldson, Atlanta sigue teniendo una alineación poderosa, reforzada con la llegada del dominicano Marcell Ozuna.
El fenomenal venezolano Ronald Acuña Jr. anunció sus intenciones de ser el primer pelotero 50-50 de la historia, algo que para alguien de su talento no es una utopía.
Acuña (CF), Ozzie Albies (2B), Freddie Freeman (1B), Ozuna (LF), Nick Markakis (RF), Travis d´Arnaud (C), Johan Camargo (3B) y Dansby Swanson (SS) es el lineup proyectado para el Día Inaugural.
Además, los Bravos tienen una banca profunda en la que destacan el venezolano Ender Inciarte, el cubano Adeiny Hechavarría y Adam Duval.
El veterano zurdo Cole Hamels, más que probado en los grandes momentos, llegó para redondear una rotación joven que tiene a Mike Soroka a la cabeza y la integran además Max Fried, Mike Foltynewicz y Sean Newcomb, mientras que el bullpen cuenta con el cerrador Mark Melancon, en busca de seguir el repunte que ya tuvo a finales del 2019, cuando pasó de los San Francisco Giants a Atlanta y salvó las 11 oportunidades que tuvo.
El equipo sumó al zurdo Will Smith y cuenta además con Shane Greene para blindar su cuerpo de relevistas.
Los Mets son una cosa en el papel y otra en el terreno
Una vez más, los New York Mets abrirán la temporada con una de las mejores rotaciones de abridores de todo el béisbol, con Jacob deGrom a la cabeza, ganador del premio Cy Young de la Liga Nacional consecutivamente en el 2018 y 2019.
Noah Syndergaard, Marcus Stroman, Steven Matz y el veterano Rick Porcello completan el quinteto de iniciadores de "el otro equipo de Nueva York", que cuenta además con un bullpen reforzado con la llegada del dominicano Dellin Betances.
Ya estaban su compatriota Jeurys Familia, el cerrador puertorriqueño Edwin Diaz y Seth Lugo, también de raíces boricuas. Y cuentan además con Michael Wacha y Robert Gsellman, que partirán desde el bullpen, pero que pueden cumplir funciones de abridores en caso de emergencia.
Así luciría la alineación de los Mets, si es que el cubano Yoenis Cespedes, alias El Mudo, ya que decidió no hablar con la prensa en ningún momento de la temporada, no está listo para la apertura: Brandon Nimmo (RF), Jeff McNeil (3B), Pete Alonso (1B), Robinson Canó (2B), J.D. Davis (LF), Michael Conforto (CF), Wilson Ramos (C) y Amed Rosario (SS).
El mayor problema de Nueva York es que su manager, el debutante Luis Rojas, fue una solución de hace apenas unas semanas, cuando el puertorriqueño Carlos Beltrán fue despedido sin apenas haber dirigido su primer partido en Grandes Ligas, debido al escándalo del robo de señales cuando formaba parte en el 2017 de los Houston Astros.
Está por verse si Rojas es capaz de sacar a relucir el ADN que trae en lo que a dirigir equipos se refiere, heredado de su padre, el gran Felipe Alou, para tratar de revertir una tendencia de los últimos años de los Mets, que han sido unos en el papel y otros completamente distintos en el terreno.